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Así la lio parda el Popular en Europa
Si les llegan a contar a los Relaciones con los Inversores del Banco Popular cuál iba a ser el inesperado fruto de su presencia en la
Si les llegan a contar a los Relaciones con los Inversores del Banco Popular cuál iba a ser el inesperado fruto de su presencia en la 18ª Conferencia Anual de Banca y Seguros que tuvo lugar en Londres el pasado 24 y 25 de septiembre organizada por Merrill Lynch, se habrían pensado muy mucho hacer las maletas y acometer el viaje. Seguro. De lo que no cabe duda alguna, en cualquier caso, es de que, visto lo visto, habrán agradecido hasta el infinito y más allá carecer de una ponencia pública y haber limitado su presencia a reuniones particulares con los fondos allí presentes. Menos mal.
El relato de los hechos es como sigue a continuación:
La firma presidida por Ángel Ron había liquidado en las semanas anteriores hasta un 20% de su cartera de bonos soberanos españoles, por un importe total de 5.000 millones de euros, tal y como publicó días más tarde Eduardo Segovia en El Confidencial.
Preguntados por esta cuestión, los ejecutivos de la entidad prefirieron el circunloquio frente a la explicación lisa y llana de "política de rotación de activos dentro de la casa", la más incómoda políticamente de "hemos aprovechado la contracción de los diferenciales para deshacer parte de la posición" o la real de "como elmargen de intereses en Españano da, vamos a tirar de un poquito de Resultado por Operaciones Financieras para dar alegría al beneficio,como están haciendo nuestros competidores". Cuidado.
Por el contrario, para justificar este cambio en el uso del carry trade entraron en el farragoso campo de los posibles cambios tanto en el destino de los fondos,cómputo de la deuda pública a efectos de consumo de capital –de cero a un porcentaje X– como, lo que es aún peor, del origen de los mismos, amenaza de la Autoridad Bancaria Europea de endurecer el tratamiento de la financiación procedente del BCE en los stress tests que están cerca de comenzar, penalizando a las instituciones que más dependan de ella.
De acuerdo con otros ejecutivos españoles allí presentes, fueron varios los inversores que acudieron raudos a ellos a preguntarles si esto era un sentimiento individual del banco español o, por el contrario, un pensamiento generalizado en el conjunto de nuestra industria financiera. La respuesta fue negativa en todos los casos pero, aun así, la bola había comenzado a rodar.
Apenas dos semanas más tarde, la posibilidad de que la dependencia de los fondos de la autoridad supranacional, a través de los programas LTRO, fuera motivo de reconvención pública en forma de algún tipo de penalización –como el reajuste del coste del pasivo a tipos de mercado– saltó a la portada de Financial Times para sorpresa de todos (Financial Times, "Penalties planned for banks receiving ECB aid", 07-10-2013).
No en vano, sucedía, y sucede, que:
- buena parte de los que aún mantienen en su pasivo este tipo de financiación tienen ajustada la duración de sus carteras de valores soberanos al vencimiento de tales ayudas, neutralizando el riesgo de balance;
- en los últimos meses se ha acelerado el proceso de devolución de los fondos aportados entre finales de 2011 y principios de 2012 por el BCE a una parte sustancial de las instituciones bancarias de la región, siendo especialmente activos en el retorno los periféricos europeos;
- que estos, además, mantienen la posibilidad de acudir a las ventanas semanales de liquidez del Banco Central a tipos aún más ventajosos, habiendo Mario Draghi confirmado este mismo jueves la permanencia en el tiempo de dicha facilidad, al menos, hasta julio de 2015, un año más de lo previsto inicialmente;
- y, por si fuera poco, está en discusión en el seno del organismo el posible lanzamiento de un programa similar con el fin de cubrir las tensiones que se puedan derivar del incumplimiento de las condiciones de solvencia y liquidez de una parte de las firmas centroeuropeas, exentas hasta ahora de la presión supervisora que han vivido, por ejemplo, las españolas.
Sea como fuere, la información citaba un informe de Morgan Stanley y a "fuentes próximas al pensamiento del supervisor". ¿Serían tales gargantas profundas, analíticas o periodísticas, los mandados del Popular a la conferencia de Londres, ausentes sus jefes por problemas, dicen los bienintencionados, de agenda y, los malvados, de desenvolvimiento lingüístico? Nunca lo sabremos.
Eso sí, 24 horas tardó la EBA en desmentir el asunto, vía WSJ en este caso (WSJ, "EBA denies planning to penalize banks for ECB recourse", 08-10-2013).
En fin. Así se escribe, en ocasiones, la historia…
Buena semana a todos.
Si les llegan a contar a los Relaciones con los Inversores del Banco Popular cuál iba a ser el inesperado fruto de su presencia en la 18ª Conferencia Anual de Banca y Seguros que tuvo lugar en Londres el pasado 24 y 25 de septiembre organizada por Merrill Lynch, se habrían pensado muy mucho hacer las maletas y acometer el viaje. Seguro. De lo que no cabe duda alguna, en cualquier caso, es de que, visto lo visto, habrán agradecido hasta el infinito y más allá carecer de una ponencia pública y haber limitado su presencia a reuniones particulares con los fondos allí presentes. Menos mal.