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Cataclismo a la vista en el seguro de automóvil
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Alberto Artero

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Cataclismo a la vista en el seguro de automóvil

Dicen los que conocen la industria del seguro que su carácter anti cíclico es un mito cuando de crisis prolongadas en el tiempo se trata. El paso

Dicen los que conocen la industria del seguro que su carácteranticíclico es un mito cuando de crisis prolongadas en el tiempo se trata. El paso de los meses, y la falta de un horizonte claro, no sólo afectan a lo ya contratado, que en muchas ocasiones desaparece con el hecho asegurable que lo suscitó (por ejemplo, el cierre de empresas lamina coberturas sobreinstalaciones, vehículos, riesgo de crédito, responsabilidad civil...), sino a la nueva producción al competir el mismo número de operadores por un pastel cada vez menor. El indeseado fruto de esa lucha encarnizada suele seruna guerra de precios, favorecida en el siglo XXI por la accesibilidad a la información y la facilidad de comparación que ofrece internet.

Uno de los sectores aseguradores donde esta pelea se está viviendo de manera más dramática es el del automóvil. No les estoy revelando nada nuevo. Lo perciben ustedes mismos a través del bombardeo publicitario al que son sometidos a diario con origen en agregadores de todo tipo o en compañías de nueva aparición. Las ofertas se multiplican y las rebajas siguen las unas a las otras. Barato, barato.Por más que el resto defirmas intenten apuntalar sus valores diferenciales, como el servicio o el alcance geográfico, su mensaje quedaanegado por el aluvión de ahorro de costes ofrecidopor estos proponentes altomador del contrato.

Una política, en algunos casos, suicida que ha llevado a que laratio combinada de las aseguradoras más agresivas (porcentaje de los ingresos por pólizas que sirven para cubrir el coste de los siniestros y sus gastos operativos) se sitúe, prácticamente, en el 100%, esto es: no haya margen alguno de beneficio operativo. En un entorno en el que los ingresos financieros por inversiones también sufren (cae el valor de los inmuebles y su ocupación, la renta fija soberana de mejor rating se ve afectada en su rentabilidad por la expansión monetaria de los bancos centrales, muchos activos de riesgo son descartados debido a la penalización que incorpora Solvencia II), la posibilidad de compensar por esta vía resultailusoria. No way out.

Algunos actoresde este drama están caminando sobre un fino alambre sin red alguna que los sustente.

Con un problema adicional. En los últimos años se ha producido un descenso bastante relevante de la siniestralidad en este segmento del seguro, debido a una reducción importante del número de coches en circulación (hasta un 35% según los cálculos más agresivos). Si la cosa empieza a mejorary los automóviles vuelven a salir a las carreteras, como ya está sucediendo,los partes crecerán muy por encima de la capacidad de muchas sociedades parasubir el coste de sus pólizas, incremento que siempre se produce con un desfase temporal. Para el mismo parque móvil, el agujero puede crecer exponencialmente.

No sólo eso, y con este apunte termino. Como anunció AXA con motivo de la presentación de sus resultados, hay encima de la mesa una previsible actualización del baremo de accidentes, modelo de cuantificación económica de la responsabilidad de las compañías por distintos percances en vigor desde 1995. Pues bien, puede implicar subidas significativas en la responsabilidad actuarial para determinados daños personales, especialmente en lo que hace referencia a grandes lesiones. Aun no mejorando el tráfico, este será, de concretarse, un factor de merma de retorno adicional en la parte de arriba de la cuenta de resultados de los operadores en esta industria.

Cuando estas amenazas se concreten, ¿qué sucederá? Las empresas con mayor músculo financiero y escalabilidad que se encuentren en tan precaria situación saldrán airosas de la lid, no sin severas heridas que, probablemente, les obligarán a ajustar su estructura y replantear su estrategia. Otras no podrán hacer frente a las perdidas crecientes y vivirán procesos de concentración y/o liquidación. Sea como fuere, un cataclismo en ciernes acecha al aseguramiento de vehículos en España.

Nos vamos a divertir.

Dicen los que conocen la industria del seguro que su carácteranticíclico es un mito cuando de crisis prolongadas en el tiempo se trata. El paso de los meses, y la falta de un horizonte claro, no sólo afectan a lo ya contratado, que en muchas ocasiones desaparece con el hecho asegurable que lo suscitó (por ejemplo, el cierre de empresas lamina coberturas sobreinstalaciones, vehículos, riesgo de crédito, responsabilidad civil...), sino a la nueva producción al competir el mismo número de operadores por un pastel cada vez menor. El indeseado fruto de esa lucha encarnizada suele seruna guerra de precios, favorecida en el siglo XXI por la accesibilidad a la información y la facilidad de comparación que ofrece internet.

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