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Los bancos andorranos enseñan los dientes: cuidadito con nosotros
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Alberto Artero

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Los bancos andorranos enseñan los dientes: cuidadito con nosotros

Lo que ha sucedido con BPA y Banco Madrid no es que roce lo esperpéntico, es que es esperpento en estado puro

Foto: Banco Madrid. (Pablo López Learte)
Banco Madrid. (Pablo López Learte)

Lo que ha sucedido con BPA y Banco Madrid no es que roce lo esperpéntico, es que es esperpento en estado puro.

Todos con un poco de conocimiento sobre las distintas entidades del Principado sabían desde hace tiempo que BPA era la bruja del cuento, que bordeaba la legalidad en su actividad, la compañía que acogía en su seno a todos aquellos clientes que no pasaban el corte en el resto de las firmas locales después de que estas decidieran mejorar hace unos años sus estándares de transparencia.

Nadie señalaba a nadie, perro no come perro, pero en el círculo estrecho de la operativa bancaria andorrana lo que ha acontecido en las últimas semanas con el ahora ‘ángel caído’ era un accidente a punto de ocurrir.

A partir de ahí la sucesión de acontecimientos ha sido, cuando menos, chocante. Quién instiga la denuncia, Estados Unidos; cómo pilla al Gobierno del pequeño estado, en situación de interinidad; cómo se realiza la intervención en origen y en las filiales, caso de Banco Madrid, estruendo tras estruendo; la forma de llamarse a andana de Economía, no vaya a ser que alguien se acuerde del viaje de Estado de Rajoy a Andorra del mes de enero; la reacción de Banco de España, del FROB y de la CNMV, alimentando la alarma y la intranquilidad, corralito va, corralito viene; y así sucesivamente.

Parece que alguien ha querido dar una estocada de muerte al negocio básico del Principado, cuya extensión en España causaba recelo entre nuestros bancos

Da la impresión de que alguien ha querido dar una estocada de muerte al negocio básico del Principado, cuya extensión en los predios españoles causaba no poco recelo entre los principales operadores financieros patrios. Compras, fichajes, crecimientos exponenciales de los patrimonios bajo gestión… sobre la base de una riqueza acumulada ‘extramuros’ durante años.

Muerto el perro, se acabó la rabia.

Y todos tan contentos.

De hecho, la caída del tándem BPA-Banco Madrid ha venido acompañada de una ofensiva sin precedentes de la banca privada hispana por hacerse no sólo con los activos y clientes de la sociedad en liquidación, sino del resto de las sociedades andorranas con ficha bancaria en España.

El acoso es de tal calibre que ha llevado a que las afectadas eleven quejas, de momento informales, a la AEB, patronal del sector. Denuncian una estrategia del miedo tanto de la solvencia y liquidez de sus entidades financieras como sobre su acelerada expansión en los últimos años que, según trasladan los competidores a sus preocupados depositantes, ‘no es normal’.

El que tenga oídos para oír…

Fruto de ese modo de proceder es la captación inmediata de los acaudalados menos fidelizados y la multiplicación de la actividad de retención del resto por parte de los banqueros privados por más que no haya razones formales para la alarma. De ahí que abundan entre los damnificados los que acusan al supervisor español de interés de parte e indefensión.

Abundan entre los damnificados los que acusan al supervisor español de interés de parte e indefensión

A río revuelto, ganancia de pescadores. Otra cosa son las artes más o menos legales que estos utilizan para llevarse los peces a su regato y no equivocar el lance. Sin embargo, Andorra no es lo que era y sus instituciones financieras tampoco. No se pueden confundir churras con merinas ni tomar el todo por la parte. Hay entidades y entidades. Puede que la sombra del pecado pese sobre sus actividades en origen pero, no lo olvidemos, también la Banca March es la más solvente de España. Y valen más por lo que callan que por lo que cuentan.

Pues eso.

Buena semana a todos.

Lo que ha sucedido con BPA y Banco Madrid no es que roce lo esperpéntico, es que es esperpento en estado puro.

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