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No hay recuperación estructural en España: es sólo un espejismo
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Alberto Artero

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No hay recuperación estructural en España: es sólo un espejismo

Tal y como ha repetido hasta la saciedad el gobernador del BCE, sin reformas estructurales, la bonanza coyuntural de la que disfruta la economía española puede devenir en gatillazo

Foto: El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. (EFE)
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. (EFE)

En 2011 llegó al poder Mariano Rajoy en plan 'salvador de la patria' tras unos últimos años de zapaterismo para olvidar.

Sus primeras decisiones llevaron a muchos españoles a aparcar enseguida esa etiqueta y tomar conciencia de que la crisis era estructural y que más les valía adecuarse pronto al nuevo escenario. Esa asunción por parte del sector privado de la realidad–y de su realidad, plagada de deudas–hundió consumo y empleo, precios y salarios, lo que permitió a España ganar competitividad y exportar más, siendo las ventas foráneas elasidero al que se agarró el PIBen los momentos más duros de la recesión.

Contribuyó tambiénMario Draghicon su archifamoso "whatever it takes", pronunciado en el verano de 2012, fórmula mágica para el adelgazamiento acelerado de una prima que había superado hacíatiempo el umbral de obesidad y cuyo peso vigilaban a diario los mercados financieros.

La conjunción de esos tres factores –crudo escenario, deflación y apoyo del comercio exterior–ayudó al Gobierno popular a estabilizar la situación. Más que recuperación, lo sucedidoen nuestro país desde finales de 2013 hasta principios de este año ha sidouna normalización estadística que ha ganado tracción últimamente gracias a factores circunstanciales caso de unos tipos de interés por los suelos, del hundimiento de los costes de aprovisionamiento energético o de la debilidad del euro, elementos que permiten liberar renta disponible –menor coste de la deuda y de la gasolina–y mantener la alegría enlas exportaciones.

Sin embargo, tal y como ha repetido hasta la saciedad el gobernador del BCE, sin reformas estructurales, esa bonanza coyuntural puede devenir en gatillazo. Receta necesaria para apuntalar una ‘recuperación’ donde las ramas de los datos más recientes (chart de la izquierda)impiden ver el bosque de dónde nos encontramos realmente (gráfico de la derecha).

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Fuente: Servicio de Estudios de Bankia.

Y eso es, precisamente, lo que ha faltado: cambios de caladodebido a la negligencia inicial, la complacencia intermedia y la parálisis electoral final del Ejecutivo español. Se han hecho avances, cierto. Pero quedan muy lejos de lo que nuestra política y nuestra economía necesitaban. De hecho, incluso las buenas noticias, como la mejora reciente en la creación de empleo, tienen su lado perverso: se sigue produciendo en sectores de escaso valor añadido y por motivos que son de corto plazo caso de la construcción (reactivación de la actividad por parte de la banca para liberar provisiones) o el turismo (donde al abaratamiento vía divisa de nuestra oferta se une la crisis que afecta a numerosos destinos alternativos del arco mediterráneo).

Hemos avanzado, pues, poco. No sólo nosotros, Europa en general. Y se ve incluso en los mercados financieros. Cualquier repunte nimio de euro o crudo es capaz de tumbar nuestras bolsas un 5% en dos sesiones. Pocos se creen que la bonanza reciente haya llegado para quedarse. No en vano, problemas como el envejecimiento demográfico o el excesivo peso de la deuda pública, por citar dos ejemplos, continúan agravándose sin que se perciba una voluntad de resolución por parte de los gobernantes comunitarios.

Es una pena, tal y como hemos comentado en algún que otro post reciente.

Porque la concentración de poder en el PP en esta legislatura para cumplir con el mandato implícito de cambio que encerraba su mayoría absoluta es irrepetible. Por tanto, lo que no se haya hecho ahoranos podemos olvidar que suceda en el futuro inmediato. Temas como el territorial, la Administración, el régimen de participación y representación, la justicia, la educación… seguirán empantanados en España per saecula saeculorum. Al final, todos nos terminaremos lamentando.

Una gran oportunidad perdida probablemente de carácter irrepetible.

El juicio de la historia al candidato Rajoy va a ser terrible.

En 2011 llegó al poder Mariano Rajoy en plan 'salvador de la patria' tras unos últimos años de zapaterismo para olvidar.

Mariano Rajoy Recuperación económica Mario Draghi