Menos debates y más programas: esto dicen (de verdad) los cuatro grandes partidos

'Desarrollando Ideas', la rama de análisis político, económico y social de Llorente y Cuenca, ha publicado un resumen muy interesante sobre las propuestas de las cuatro formaciones de las que va a depender la gobernabilidad de España en materia fiscal (impuestos, gasto público).

Me van a dejar que se las resuma con mis propios comentarios (en cursiva).

Espero que les ayuden a la hora de elegir lo mejor para España con su voto.

PP, ‘rebaja de impuestos y mantener las reformas’.

Se concreta:

En renta. rebaja en dos puntos porcentuales en todos los tramos del IRPF; mejora de mínimos personales y familiares exentos; conciliación familiar y laboral (uso horario y limitación jornada laboral); eliminación del Impuesto sobre la Renta a quienes trabajen después de la edad de jubilación, se incorporen por primera vez al mercado laboral (solo el primer año) o sean parados de larga duración que montan un negocio (dos ejercicios completos).

En Sociedades: rebaja de 10 puntos porcentuales a las pymes que reinviertan sus beneficios y exención durante cuatro años de los primeros 500 euros de cotización a la Seguridad Social por cada nuevo contrato indefinido o temporal que se convierta en fijo. Los autónomos que arranquen un negocio pagarán únicamente 50 euros al mes los primeros 12 meses.

Pensiones y Estado del bienestar: ayudas a la maternidad, compromiso de que ‘las pensiones sigan subiendo’ y congelación de tarifas eléctricas y fomento del bono social.

Sin embargo, si nos atenemos al pasado reciente, la medida estrella del Partido Popular es poco creíble por quien la pronuncia, a los hechos nos remitimos ('remember' 2011?); además, sus impulsores unen su materialización a que "el entorno lo permita" (cuán largo me lo fiáis); y, por si fuera poco, España sigue con la espada de Damocles del déficit sobre su cabeza (y reducir impuestos a la vez que se prometen más pensiones y se aprietan tuercas…).

Probablemente sea la propuesta que España necesita, pero parte con el enorme perjuicio de la duda.

257 palabras

PSOE, ‘reducir la desigualdad y modernización de España’.

Se concreta:

Protección social: ingreso mínimo vital de 426 euros (708 si hay tres o más personas al cargo) al mes para los 700.000 hogares que no reciben prestación alguna; protección a deudores sin recursos ante cortes de luz, agua o gas y frente a los desahucios; tasa especifica para la financiación de las pensiones; creación de empleos de transición para parados de larga duración en que los seis primeros meses de salario serían por cuenta del Estado; mejora del salario mínimo interprofesional.

Mercado laboral: no reintroducir rigideces pero fomentar la negociación colectiva para que "los trabajadores se impliquen en la necesaria flexibilidad laboral" y endurecer el despido.

Impuestos: no se toca IRPF, pero sí subida del tipo mínimo real del Impuesto de Sociedades al 15%; fijación impuesto grandes fortunas y mínimo común para toda España de sucesiones y donaciones; tasas medioambientales (para facilitar la transición hacia una "economía baja en carbono"); reducción inmediata del IVA cultural del 21% al 10%.

El giro hacia la izquierda en lo social del PSOE es evidente con objeto de evitar que sus hasta ahora votantes se dejen seducir por los cantos de sirena de Unidos Podemos. Sin embargo, ante las dificultades presupuestarias, resulta difícil creer que la gente prefiera el sucedáneo al original. Puestos a prometer, se quedan muy cortos frente a las alternativas. Y los atisbos de mayor sensatez son, precisamente, los menos atractivos para el elector.

Un programa, en definitiva, que mira hacia fuera con escasa convicción hacia dentro.

257 palabras.

Unidos Podemos, ‘Economía verde y recuperación del Estado del bienestar’.

Se concreta:

Fiscal: aumento de la progresividad fiscal en IRPF con tramos de 45% a 55% desde los 60.000 a los 300.000 euros; tipo efectivo mínimo del 15% para el IS; establecimiento de un Impuesto para las Transacciones Financieras y otro de ‘solidaridad’ a la banca; recuperación de donaciones y sucesiones; ampliación de los productos susceptibles de IVA superreducido y rebaja del IVA de los suministros básicos del 21% al 10%.

Empleo: contrato único temporal; regulación de las horas extra; endurecimiento del despido; impulso de la negociación colectiva; participación de los trabajadores en la gestión de la empresa; ley de segunda oportunidad a pymes y autónomos que cotizarán en función del rendimiento neto obtenido en su actividad.

Protección social: renta complementaria para todos los ingresos insuficientes para vivir, que irá de los 600 a los 1.290 euros; tarifas de electricidad y agua por tramos sociales; dación en pago retroactiva como solución a los desahucios; plan de transición eléctrica con retribución de la energía ajustada al coste real de producción.

Es evidente que estamos ante el triunfo de la esperanza sobre la experiencia. Los modelos económicos que Unidos Podemos pretende implantar han fracasado estrepitosamente en el pasado y el modo en el que buscan financiar sus iniciativas no cuenta con la libertad de circulación de personas y capitales de la UE, que puede provocar una fuga de aquellos a los que se dirigen y que, paradójicamente, tienden a ser los que toman decisiones o montan negocios.

Cuidado con los cantos de sirena: igualar la pobreza por abajo suele ser receta para el desastre.

274 palabras

Ciudadanos: ‘iguales impuestos, contrato único progresivo’.

Se concreta:

Fiscal: aplaza por honestidad la bajada de impuestos hasta 2018 (cosas del déficit y de Bruselas); recortes en "la burbuja de gasto político", eliminación de diputaciones, fusión de ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes; bajada del IVA cultural del 21% al 10%; sustitución del impuesto de matriculación de vehículos por otro de emisiones; defensa de la unidad de mercado en España (no habla de implicaciones tributarias, pero serían inevitables).

Laboral: contrato único con indemnización creciente (modelo austriaco); bonificaciones a las empresas que menos despidan y penalizaciones para las que realicen lo contrario; complemento salarial para las rentas más bajas; recuperación de la negociación colectiva; cotización de los autónomos ligada a sus beneficios (y exención total si no alcanzan salario mínimo); eliminación de la discriminación regulatoria en función del tamaño de la empresa (a fin de facilitar su crecimiento).

Protección social: pago tarifa eléctrica en función del coste real de producción, si bien limita bono social a las familias en situación de emergencia social.

Es el programa más convincente y realista, pero la condición de bisagra de quien lo propone lleva a pensar que, salvo que se convierta en la fuerza decisoria, que no es muy probable, va a ser el más voluble, como ya se vio en las negociaciones para la formación de Gobierno de la minilegislatura anterior. Todo dependerá de la capacidad que tengan sus impulsores para establecer y mantener unas líneas rojas claramente definidas.

Por tanto, mucho ruido que, paradójicamente, suena bien, pero las nueces pueden ser pocas.

259 palabras.

A partir de aquí, ustedes mismos.