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¿Ha pasado ya lo peor para la economía? Es pronto aún, pero vamos por el buen camino
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Ángel Blanco

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¿Ha pasado ya lo peor para la economía? Es pronto aún, pero vamos por el buen camino

Es cierto que, tras las subidas de hace tan solo dos semanas, hemos sufrido otra fase de corrección que solo se ha cerrado tímidamente... Lo normal es que la volatilidad siga muy, muy presente

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Parece que el mercado, dentro siempre del entorno de volatilidad en que se mueve, va poco a poco estabilizándose, encontrando puntos de equilibrio, con desviaciones amplias, pero de equilibrio. Aún no se puede decir que haya visibilidad suficiente, es evidente, ni siquiera afirmar que lo peor haya pasado (hay riesgo de rebrotes, incertidumbre económica, grandes dudas en la economía real), pero sí es cierto que los escenarios de mayor riesgo se van reduciendo y las bases que se han ido creando se pueden considerar suficientemente estables.

Es verdad que tras las subidas de hace tan solo dos semanas el mercado ha sufrido otra fase de corrección que solo se ha cerrado tímidamente en estos últimos días, lo normal es que la volatilidad siga muy, muy presente. Pero también es cierto que esta recuperación se produce pese al rebrote visto en Pekín o los comentarios realizados por organizaciones como el Banco Mundial y la OCDE, que se muestran escépticas respecto a una pronta recuperación, o la Fed, que en su última reunión mostraba un entorno de lenta recuperación y tipos de interés excepcionalmente bajos a medio plazo.

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Entonces, ¿por qué se puede hablar de estabilización? Principalmente, porque las medidas adoptadas desde el mes de marzo han probado ser válidas, conteniendo situaciones de ruido extremo, y porque cada día se conocen nuevas medidas que deben apoyar las bases a que antes nos referíamos. Un claro ejemplo son las diferentes medidas para la reconstrucción que se han publicado a lo largo de estas últimas sesiones. Ya no solo las tradicionales medidas monetarias y fiscales que sí se han visto durante la última década, ampliándose significativamente en estos últimos meses, sino también de medidas de inversión directa en sectores económicos que no solo ayudarán a su estabilización sino que ayudarán a su desarrollo, y con ello actuarán como aceleradores de cambios pendientes que no se habían abordado con suficiente convicción en estos pasados años.

Está presente un entorno de equilibrio inestable en el que se favorecen los cambios, sí, pero de forma relativamente lenta, con el objetivo de que el resto de los sectores económicos se pudieran adaptar a ellos sin generar una gran crisis. Ahora, la diferencia es que la salida de la crisis está basada en la realización de esos cambios, en la aceleración del proceso con el objetivo de que sean los mismos los que den estabilidad económica suficiente para que el resto pueda reestructurarse. La palabra clave es aceleración. En este sentido, y la bolsa los ha premiado, hay sectores clave, como han sido el tecnológico, el comercio 'online', el farmacéutico, las energías limpias, que muestran el liderazgo de esta nueva fase. Ello no quiere decir que los sectores tradicionales no vayan a subsistir, al contrario, se ha premiado a determinadas compañías que pueden favorecer los procesos de consolidación y de cambio por los que tienen que pasar sus sectores.

No es momento para pensar que hemos salido de esta crisis, nos queda mucho por ver. Pero seguimos viendo movimientos al alza

En Europa, vemos que las líneas maestras en inversión están ligadas a Inversiones Europeas Estratégicas (30.000 millones de euros), Infraestructura, Energía Sostenible (20.000 millones), Innovación y Digitalización (10.000 millones), Educación (10.000 millones)… Es decir, se invierte en aquello que es estratégico, se invierte en crecimiento y productividad, se invierte en educación y, si nos fijamos en otros parámetros, se reconoce que conlleva procesos de transición y se asignan elevadas partidas de cara a encontrar un cierto equilibrio durante el camino.

No es momento para pensar que hemos salido de esta crisis, nos queda mucho por ver. Sin embargo, sí es momento de reconocer que las estructuras que se están creando son realmente fuertes conceptualmente, y mientras sigamos en ese camino, el ruido potencial será mucho menor.

Pese a todo, y volviendo al mercado, se veran movimientos rápidos al alza y a la baja porque aún no hay visibilidad suficiente y se seguirá descontando el corto plazo. El mercado estará muy pendiente de los beneficios, los datos macro, la figura que tenga la recuperación… Habrá momentos de pérdida de confianza y, más a largo plazo, los inversores estarán muy pendientes de cómo se repaga la deuda que se está generando. Lo positivo en esta ocasión es la velocidad con que se están adoptando las nuevas medidas, el hecho de que se trata de inversión productiva y la aceleración de procesos que conllevan.

Habrá que ver si el camino tomado se consolide.

Parece que el mercado, dentro siempre del entorno de volatilidad en que se mueve, va poco a poco estabilizándose, encontrando puntos de equilibrio, con desviaciones amplias, pero de equilibrio. Aún no se puede decir que haya visibilidad suficiente, es evidente, ni siquiera afirmar que lo peor haya pasado (hay riesgo de rebrotes, incertidumbre económica, grandes dudas en la economía real), pero sí es cierto que los escenarios de mayor riesgo se van reduciendo y las bases que se han ido creando se pueden considerar suficientemente estables.

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