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Medidas para reequilibrar la economía después de la pandemia
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Ángel Blanco

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Medidas para reequilibrar la economía después de la pandemia

No estamos ante un entono de rentabilidades ligeramente por debajo de la media y alcanzadas recientemente, con el objetivo de favorecer la recuperación

Foto: Foto: iStock.
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¿Creemos de verdad que expectativas de una ligera normalización de tipos de interés, en un entorno de baja inflación y crecimiento, es verdaderamente un problema para la inversión? Sinceramente, no lo es. Al contrario, sería el mejor escenario siempre y cuando permitiera mantener la expansión económica. Pero, me temo que en esta ocasión el riesgo es muy diferente, aquí se une la necesidad de conseguir mantener la confianza en el sistema, con la de apoyar y favorecer crecimiento sostenible a largo plazo, a través de un adecuado proceso de transición.

Para ello, no podemos olvidar que no partimos de un patrón de ciclo normal. No estamos ante un entono de rentabilidades ligeramente por debajo de la media y alcanzadas recientemente, con el objetivo de favorecer la recuperación. Tampoco veníamos de una época previa de tipos en pico de ciclo por inflación.

Una tendencia heredada de la crisis financiera del 2008 y, especialmente, de la crisis de los países del sur de Europa desde el 2011

Veníamos de una tendencia de tipos a la baja que, en el año 2019 quedaba estructuralmente demostrada con el aumento de tramos de tipos ofreciendo rentabilidades negativas en muchos países desarrollados. Una tendencia heredada de la crisis financiera del 2008 y, especialmente, de la crisis de los países del sur de Europa desde el 2011. Esta tendencia ha estado basada en la intervención continua y absolutamente necesaria de los Bancos Centrales a escala global, con un objetivo de dar financiación al conjunto del sistema como fórmula para ganar tiempo y que las economías pudieran salir adelante, manteniendo su acceso al mercado y a financiación barata.

La terrible pandemia que, aun viéndose la luz, seguimos viviendo, determinó un agresivo aumento de las ayudas y compras desde el pasado mes de marzo, cuya misión principal era seguir manteniendo la economía y la confianza en un entorno abrupto y desconocido. Una ruptura de esta confianza supondría el inicio de una nueva realidad financiera que ni conocemos ni, al menos en estos momentos, se sabe cómo deberíamos atajar, como ya nos pasó en el 2012.

El problema se ve agravado porque, no es solo el dinero emitido por los bancos centrales, es también el dinero expuesto al mismo

En la actualidad, podemos decir que los Bancos Centrales han sido sumamente exitosos manteniendo el entorno, La gran duda es si conseguirán serlo a lo largo del proceso de salida, especialmente en estos primeros pasos, ya que se trata de un complejo proceso que no depende solo de ellos, y menos aún cuando los niveles de deuda emitida tocan máximos desconocidos y empezamos a ver ligeros repuntes inflacionistas. El problema, además, se ve agravado porque, no es solo el dinero emitido por los bancos centrales, es también el dinero expuesto al mismo.

Las posiciones de bancos, empresas y particulares que, hasta ahora, seguían moviéndose con la tendencia contando con un enorme comprador final. El riesgo de salida de estas posiciones ante posibles pérdidas es alto y, si bien aún puede contenerse con las compras, si es muy lógico pensar que estamos en un punto de inflexión respecto al dinero entrante y las nuevas necesidades de financiación.

Parece difícil que no vayamos a ver una reducción del interés por participar en emisiones de largo plazo a los tipos anteriores

Parece difícil que no vayamos a ver una reducción del interés por participar en emisiones de largo plazo a los tipos anteriores. Las curvas y todos los activos ligados a las mismas tenderán a un proceso de rebalanceo de precios, que esperemos se haga poco a poco si bien, en mercados, siempre existe el riesgo de que se produzcan movimientos puntuales pero extremos.

El rebalanceo ya se está produciendo. No hay más que mirar la evolución de los bonos gubernamentales que sirven de referencia al resto de los activos. Ya empezamos a ver ligeras distorsiones, emisiones en las que sigue entrando una enorme liquidez, pero en las que el 'spread' del mercado gris queda limitado en horas, mostrando que se ha convertido en un mercado de 'trading'. Tengamos sumo cuidado con el posicionamiento, es un factor clave y, como hemos comentado en anteriores columnas, en estos momentos es una variable importante a la hora de analizar el riesgo de cualquier operación.

Yendo a Powell, destacar en lo positivo su visión de recuperación y la reiteración de mantener el crédito fluido hasta que los estadounidenses vuelvan al trabajo, pero, se entiende como medida de que seguirá ahí, no como anuncio sobre que va a poder hacer para mantener el conjunto de la curva, ni como fórmula para atraer dinero nuevo.

En algún momento, posicionamiento y necesidad de medidas conllevarán volatilidad. Esperemos que las medidas fiscales y una correcta implementación de las mismas faciliten el reequilibrio.

¿Creemos de verdad que expectativas de una ligera normalización de tipos de interés, en un entorno de baja inflación y crecimiento, es verdaderamente un problema para la inversión? Sinceramente, no lo es. Al contrario, sería el mejor escenario siempre y cuando permitiera mantener la expansión económica. Pero, me temo que en esta ocasión el riesgo es muy diferente, aquí se une la necesidad de conseguir mantener la confianza en el sistema, con la de apoyar y favorecer crecimiento sostenible a largo plazo, a través de un adecuado proceso de transición.

Tipos de interés Inflación Bancos centrales