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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

¿Nos pasamos de listos?

El Gobierno español sigue adelante con sus planes para no dar ayudas directas a la compra de vehículos. Y en este sentido nos separamos cada día

El Gobierno español sigue adelante con sus planes para no dar ayudas directas a la compra de vehículos. Y en este sentido nos separamos cada día más de nuestros vecinos y compañeros de viaje en la Unión Europea. Todos los países de nuestro entorno cercano tienen ayudas directas y no inventos como el Plan Vive, mucho menos efectivos y claros.

La pasada semana se han dado a conocer los planes de ayuda que el Gobierno británico va a poner en marcha ya para mejorar las ventas de coches. Unas ayudas de 2.000 libras, unos 2.200 euros por coche nuevo adquirido siempre que se achatarre uno con más de diez años de antigüedad.

También reciente es el anuncio del Gobierno presidido por Angela Merkel de aumentar el dinero de las ayudas directas a la compra de los 1.500 millones de euros iniciales hasta los 5.000 millones, lo que demuestra su efectividad.

Los franceses, los italianos y hasta los portugueses se han apuntado a ésta que sin duda es la mejor forma de solucionar en parte la grave crisis del sector del automóvil.

En total son once los países europeos que en la actualidad tienen ayudas directas a la compra de un coche. Once países que representan el grueso de las exportaciones españolas de vehículos y que absorben 8 de cada 10 coches fabricados en España. Y un dato más, que también creo importante. En marzo pasado el 90,5% de los coches construidos en España salieron de nuestras fronteras y fueron un total de 169.418 unidades.

Pero España, a través de su ministro de Industria, Miguel Sebastián, y de sus responsables de Hacienda, primero Pedro Solbes y ahora Elena Salgado, siguen diciendo que no.

España es diferente, siempre lo ha sido, y también en esto. Mientras que otros países tratan de reducir los stocks de coches fabricados favoreciendo que se vendan más, España lo que hace es apoyar a los fabricantes para que sigan haciendo más coches. Lo bueno es que como otros mercados están tirando de los coches fabricados en España gracias a las ayudas directas de sus gobiernos, los coches fabricados en España por Seat, Renault, Peugeot, Ford, Opel, Citroën, Nissan o Mercedes no se siguen acumulando en las campas.

El problema de los stocks en España nos lo siguen solucionando los otros países con sus ayudas. Es una postura muy “solidaria” por parte de nuestro país frente a la crisis. Por el contrario, los fabricantes que no están instalados aquí tienen los mismos problemas que los de nuestro mercado doméstico.

Algunos medios de comunicación franceses se han  hecho eco, con motivo del viaje de Sarkozy a España, de que al jefe del Ejecutivo galo esta posición no le gusta nada y quiere buscarle una solución.

Es la solidaridad española que nos está funcionando bien hasta que algún Gobierno diga que ofrece ayudas directas a la compra salvo para los coches fabricados en España. Ese día, a lo mejor si nos hacemos más solidarios y dejamos de ser los “listos”.  

De momento, un último apunte. La Comunidad de Madrid, con Esperanza Aguirre al frente, ha decidido devolver un 20% del Impuesto de Matriculación. La medida está ya en vigor y se aplicará en un primer momento hasta el 31 de julio, aunque la propia Esperanza Aguirre ha comentado que es una primera fecha pero que se podría prorrogar si el plan funciona. Al ser el Impuesto de Matriculación una tasa estatal, este impuesto se cobra entero y después la Comunidad de Madrid devolverá dicho 20% a cada contribuyente.

De esta forma la Comunidad de Madrid se suma a la iniciativa puesta en marcha por la comunidad Foral de Navarra que lleva varias semanas aplicando una medida similar con un gran éxito de ventas. 

 

El Gobierno español sigue adelante con sus planes para no dar ayudas directas a la compra de vehículos. Y en este sentido nos separamos cada día más de nuestros vecinos y compañeros de viaje en la Unión Europea. Todos los países de nuestro entorno cercano tienen ayudas directas y no inventos como el Plan Vive, mucho menos efectivos y claros.