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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

La DGT cambia de filosofía

La Dirección General de Tráfico, un organismo dependiente del Ministerio del Interior, ha cumplido recientemente cincuenta años de existencia. A lo largo de este tiempo han pasado

La Dirección General de Tráfico, un organismo dependiente del Ministerio del Interior, ha cumplido recientemente cincuenta años de existencia. A lo largo de este tiempo han pasado por ella como máximos responsables de la misma diversas personas que han ido aplicando sus criterios de una u otra forma. Unos con más acierto y otros con menos.

Pero hoy les quiero hablar de la publicidad de la propia DGT, algo que en última instancia también depende de su director general. Y por una vez les voy a hablar positivamente. No recuerdo exactamente cómo eran las campañas de los años sesenta y setenta, pero creo recordar que se trataba de campañas de alguna manera formativas hacia el conductor, dando consejos, hablando de nuevas carreteras, etcétera. Además, eran mucho menos impactantes, ya que el número de conductores era bajo, el de coches también y los desplazamientos masivos eran…poco masivos.

Sí recuerdo perfectamente las campañas de los años ochenta y noventa en las que todo lo que se quería era meter el miedo en el cuerpo del conductor y atemorizar a todo el que se subiera en un coche. Esas campañas con imágenes de graves accidentes con mucha sangre o las de los lesionados del centro de parapléjicos de Toledo me resultaron especialmente duras en esa época.

Esas campañas no eran formativas, no enseñaban nada a los conductores y lo único que hacían era meter miedo para que todo el mundo fuera muy despacio, pero las cifras de accidentes no bajaban por ello.

Este tipo de campañas sangrientas se han mantenido hasta hace muy poco, quizá con un toque algo rebajado en su tono de comunicación, pero casi igual de duro. Recuerdo una de un motorista que contaba cómo iba con su novia y perdía el control de la moto. El resultado era que su novia había muerto y que él estaría toda su vida en una silla de ruedas. Sólo unas palabras que dejaban claro que se trataba de un locutor quitaban algo de hierro al duro anuncio.

Nunca he entendido esas campañas de publicidad que buscan hacer que el conductor se siente al volante muerto de miedo, porque siempre conducirá peor que si circula tranquilo.

Sin embargo, en los últimos meses, al menos en las campañas que yo he oído, he encontrado una actitud diferente en la DGT, más formativa, más educativa, y en una palabra más positiva. El pasado puente del 1º de mayo mientras conducía escuché uno de la DGT que hablaba de viajar tranquilo, de relajarse, de tomarse las cosas con calma.

Pero sobre todo, y fue lo que más me llamó la atención de ese anuncio, es que ha sido la primera vez que he oído en un anuncio publicitario a la DGT decir que hay que posicionarse bien el reposacabezas, que nos puede salvar la vida.

El anuncio decía algo así como “siéntese bien al volante, ajuste los espejos y el asiento, regule el reposacabezas que le puede salvar la vida, conduzca relajado, pare cada dos o tres horas o cuando se sienta cansado y sintonice una buena emisora de radio que le hará el viaje más ameno. Y, por supuesto, siempre con el cinturón de seguridad abrochado”.

También en las últimas semanas he podido escuchar otro sobre la conducción de motos y también en este mismo registro “positivo” de conducir con cuidado pero no en el tono negativo de “este fin de semana se van a matar  tantas personas, o en el puente del pasado año murieron x personas en la carretera”.

Creo que lo importante es enseñar a los conductores para que hagan bien lo suyo y para que cada año sean menos los que se queden en el camino. La DGT decía en una frase puesta hace años en todos los luminosos de la carretera que “lo importante es volver”, pero creo que lo importante es enseñar a los conductores y concienciarles para que la carretera sea cada día menos peligrosa. Y utilizar los indicadores luminosos para anunciar cosas importantes, atascos o peligros en la carretera. Y por supuesto enseñar en los colegios Educación Vial que es la clave para que en el futuro nuestras carreteras sean más seguras.

A nuestros hijos les han impuesto la asignatura de Educación para la Ciudadanía, pero alguno de ustedes tiene un hijo al que le enseñen con ocho o nueve o diez años cómo se circula por una carretera, cómo se cruza una calle, cómo se hace un adelantamiento o cómo se circula en una rotonda… A los míos no.

La Dirección General de Tráfico, un organismo dependiente del Ministerio del Interior, ha cumplido recientemente cincuenta años de existencia. A lo largo de este tiempo han pasado por ella como máximos responsables de la misma diversas personas que han ido aplicando sus criterios de una u otra forma. Unos con más acierto y otros con menos.