Bajan los límites de velocidad

Los límites de velocidad no han variado en España desde el año 1981 con esos 120 km/h que actualmente representa la máxima velocidad a la que se puede circular. Pero es curioso que en el año 1974, en concreto en el mes de abril, fue cuando se impuso el primer límite de velocidad genérico y este fue de 130 km/h.

Pero no les decía lo de que bajan los límites por ese descenso entre 1974 y 1981, sino por las reducciones actuales. Hace unos años, con los límites en 120 km/h, la Dirección General de Tráfico solo multaba a partir de 140 km/h, por lo que la velocidad límite real a la que se podía ir era ese valor, bastante razonable. Todo el mundo viajaba por las autovías a 138 km/h con el programador de velocidad puesto.

Llegaron los puntos al carné y ante las presiones de catalanes y vascos, la DGT decidió igualar el criterio con respecto a las policías autonómicas que tenían transferidas dichas competencias y a partir de ese momento las multas empezaban en los 131 km/h.

La ley seguía siendo la misma, los 120 km/h del año 1981, pero la aplicación de un nuevo criterio había rebajado la velocidad real de 140 a 130 km/h.

Pero ahora llega lo mejor, y es que con la puesta en marcha de la Ley de Seguridad Vial que ya ha aprobado el Congreso y que solo necesita del respaldo del Senado, que parece ser que será un mero trámite, esta velocidad va a pasar a ser de 120 km/h reales. Es decir, que rodar a 121 km/h  tendrá la correspondiente sanción.

Vamos, que hemos pasado de poder rodar a 140 km/h por las autovías con toda tranquilidad  a tener que hacerlo a 120 km/h para poder ir un poco más seguros… de que no nos multen. Y por supuesto pendientes de esos límites que llenan nuestras carreteras, de 100 km/h, con el radar justo detrás de la señal. Pero no es una limitación específica porque haya una situación clara de peligro en ese lugar, se avise con suficiente antelación, incluso haya un coche de la Guardia Civil en un lugar visible para avisar de ese peligro.

No, en ese lugar habrá un radar que envía la señal correspondiente al centro de gestión de multas de León para que el mismo día tengamos nuestra “receta” en casa.

De momento, y para facilitar siempre al ciudadano este tipo de gestiones, la DGT ya ha comenzado a hacer una campaña de publicidad en la radio para explicar cómo se hace para pagar las multas de la manera más sencilla posible, desde internet y con tarjeta de crédito.

Y el reclamo principal es que pagando las multas de manera rápida, y por internet es la forma más cómoda y eficaz, el descuento que tendremos es del 50% del valor de la sanción.

Además, con la nueva Ley de Seguridad Vial que están tramitando, se abre la puerta de los tramos de velocidad controlada. Es decir, un recorrido de 10 kilómetros, por ejemplo, en el que se mide el momento de entrada de nuestro coche y el de paso por el otro control situado 10 kilómetros después.

Si hemos ido a 120 km/h o menos, no habrá problema, pero si la medida es de 121 km/h tendremos que pasar por caja. Este es un nuevo concepto de “peaje” que la DGT, Hacienda y el Gobierno se han sacado de la manga.

A lo mejor ahí tienen una nueva idea para sacar adelante. Y una forma de financiar unos presupuestos que crecen y crecen sin parar. Se hace un tramo de carretera entre Madrid y Valencia, por ejemplo, se pone un control de matrículas a la salida de Madrid y otro a la entrada a Valencia. El que vaya a 120 km/h o por debajo de esa cifra no paga un plus. El que vaya entre 120 y 140 km/h paga un plus de 50 euros, el que vaya entre 140 y 160 km/h paga un plus de 100 euros. Y para el que quiera ir a 200 km/h paga por ejemplo 200 euros. Y todos contentos. Seguridad, para qué. Reducir emisiones de CO2, para qué. Lo único que falta es que se limite la pérdida de puntos, pero también es posible. Y si no, un ejemplo:

En los accesos a Barcelona se instalaron hace un par de años unos límites muy estrictos  de velocidad de 80 km/h. La razón esgrimida entonces fue que con esa reducción se limitaban notablemente las emisiones de CO2. Pues bien, a partir de ahora, y gracias a la nueva ley todavía pendiente de aprobación definitiva, se seguirá pagando multas por superar ese límite de 80 km/h pero ya no se perderán puntos. Al menos si no se superan los 130 km/h.  

Ir a 128 Km/h supone superar el límite de 80 km/h en un 60% y si las matemáticas no me fallan superar en un 60% el límite de 120 km/h supondría poder ir a 192 km/h. Aunque eso sí… pagando.