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No escribir al volante

Conducir y al mismo tiempo hablar por teléfono es un peligro. Cada vez que uno va por una calle y se encuentra delante un coche que

Conducir y al mismo tiempo hablar por teléfono es un peligro. Cada vez que uno va por una calle y se encuentra delante un coche que va haciendo cosas raras, hay muchas posibilidades de que su conductor vaya, tranquilamente, hablando por teléfono. Y eso es un peligro para todos los que circulamos.

Ayer mismo, en una salida hacia la M30 tenía delante de mí un coche que circulaba exageradamente despacio. Cuando conseguí adelantarle pude comprobar que llevaba el móvil en la mano derecha y el cigarro en la izquierda.

La DGT y las policías locales imponen multas a los infractores, pero sobre todo se están tomando muchas medidas técnicas para evitarlo. Por supuesto, no es bueno distraer la atención mientras se conduce, y mantener una conversación telefónica es despistarse de alguna forma. Sin embargo, si se emplean los sistemas manos libres instalados en los coches modernos la cosa es bastante más sencilla.

Además, hay muchos fabricantes de componentes que ofrecen por unos precios mínimos sistemas de fácil manejo que permiten recoger las llamadas de nuestro móvil sin tener que desviar mucho la atención de la carretera. Incluso sistemas que mediante la voiz nos permiten hacer llamadas a personas de nuestra agenda del móvil.  

Ahora llega al mundo del motor un nuevo problema, el de escribir al conducir. La polémica llega desde Estados Unidos y pronto se instalará también en España. El teléfono móvil se ha quedado ya muy pequeño para las posibilidades de la tecnología actual y son cada día más los usuarios que disponen de un sistema para poder enviar y recibir e-mails en su móvil, su Blackberry o su i-Phone.

Los paneles informativos de las carreteras norteamericanas, esos en los que la DGT nos cuenta los muertos del año anterior en las nuestras, están permanentemente con lemas como “no escriba al volante”. La semana pasada, en un trayecto de taxi desde el centro de Nueva York hasta el aeropuerto JFK el taxista que me llevaba envió al menos tres mensajes y recibió otros cuatro o cinco. Y llevaba más tiempo la vista en su Blackberry que en la carretera. Es un peligro.

Durante mi estancia en Estados Unidos, varias veces he visto programas de televisión hablando sobre el tema, y ya se ha creado una asociación de damnificados por los accidentes de tráfico en los que se han visto involucrados conductores que iban escribiendo y leyendo mails desde su PDA.

Si en Estados Unidos ya hay polémica sobre el tema, tardará poco en llegar a España. Y es lo que nos faltaba para no poder viajar tranquilos nunca en el coche. Cada día hay más coches rodando por las carreteras y las calles de nuestras ciudades, y por ello requiere nuestra máxima atención.

Los coches disponen de sistemas cada día más sofisticados para hacer más seguros los desplazamientos, braking guard, control de crucero adaptativo, frenado de emergencia, todo tipo de airbags… pero si todos ponemos un poco de nuestro lado podemos hacer los desplazamientos en coche más seguros. Y una buena forma es olvidarse del móvil cuando nos sentamos al volante. Y sobre todo para escribir e-mails.  

Conducir y al mismo tiempo hablar por teléfono es un peligro. Cada vez que uno va por una calle y se encuentra delante un coche que va haciendo cosas raras, hay muchas posibilidades de que su conductor vaya, tranquilamente, hablando por teléfono. Y eso es un peligro para todos los que circulamos.