Más de cuatro millones de multas de la DGT

La DGT formuló el pasado año 4,1 millones de denuncias a los conductores en las carreteras españolas. De ellas, el 49% correspondieron a multas por exceso de velocidad detectadas por los radares que se tramitaron a través del Centro Estatal de Tramitación de Denuncias Automatizadas de (ESTRADA) de León.

Resulta bastante curioso que pese a la grave crisis que azota a la economía española desde el año 2007, las multas sigan creciendo. Sobre todo cuando cada vez hay menos personas que pueden pagar las multas, cuando cada vez se hacen menos desplazamientos por carretera y los consumos de carburante siguen bajando cada mes.

Pero una de las primeras medidas de la nueva Directora General de Tráfico nada más tomar posesión de su cargo fue revisar y poner nuevamente en marcha todos y cada uno de los radares que tiene su departamento, muchos de los cuales estaban entonces fuera de servicio.

Por otra parte, cada día los agentes responsables de la vigilancia del tráfico tienen una mayor eficacia a la hora se sancionar, de buscar los puntos más rentables. Y tampoco hay que olvidar que poco a poco cada vez las carreteras tienen más límites de velocidad, más señales que parece que nacen cada noche en los bordes de las carreteras.

La evolución de las sanciones que impone la DGT es cuanto menos extraña. En el año 2007 este organismo dependiente del ministerio del Interior cobró de sanciones de tráfico 300 millones de euros, y en el año 2009, en plena campaña de acoso y derribo al conductor por parte de Pere Navarro, el entonces director general de Tráfico, se logró un aumento de más del 50% hasta 466 millones de euros.

Si en 2009 fueron 466 millones, en 2010 se bajó a 457 millones, nuevamente subida en 2011 hasta 463 millones, pero en 2012 esta cifra ha bajado un 12% hasta situarse en los 407 millones de euros de recaudación por multas impuestas por la DGT.

Pero ojo, los 407 millones de euros que ha cobrado la DGT tienen una interesante letra pequeña y es que además de esta cifra ya cobrada tiene otra cantidad aún pendiente de cobro a los conductores que se sitúa entre los 505 y 579 millones de euros.

En su informe la DGT habla de 1,5 millones de expedientes que aún están pendientes de cobro, y de ellos muchos están ya en la agencia tributaria para su cobro mediante embargo de cuentas de sus conductores. El aumento de estos casos “pendientes” se debe sin duda a la política de la DGT de los últimos años de actuar al límite de las leyes o superando dichos límites en muchos casos.

En concreto el empezar a mandar a los conductores sanciones sin aplicar el margen de error legal de la velocidad establecido por las leyes o el utilizar los boletines oficiales provinciales para notificar las sanciones cuando esta es una medida que se puede utilizar solo en casos muy extremos.

O simplemente no notificar una sanción que lleva asociada la pérdida de puntos y en lugar de solicitar que se identifique al conductor se envía una multa con el triple del importe. Y por supuesto, el enviar directamente las sanciones a la Agencia Tributaria para su cobro mediante embargo de cuentas. Pero cada vez en más casos estas cantidades embargadas deben ser devueltas a su conductor por mala praxis en el proceso.

Pero este 12% de descenso en el dinero recaudado por la DGT en multas en 2012, al que se suma el descenso que también se ha producido en el cobro de tasas por expedición de permisos y otros trámites, hará que este organismo cambie su actitud para mejorar su recaudación.

Prepárense, porque se está preparando la reforma del reglamento que traerá nuevos límites de velocidad. Y esos cambios van a ser, en algún caso muy puntual, solo con las mejores condiciones climatológicas, cuando no haya ningún coche, entre dos postes indicativos y siempre que no haya ningún radar entre medias, subir a 130 km/h el límite máximo.

Este cambio, teóricamente a mejor, es el que ha anunciado la DGT, pero de lo que no habla es de todos los límites más restrictivos que está preparando y que van a permitir a la DGT mejorar sus cuentas… a costa de los de siempre.