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Se cuestiona la continuidad del Plan PIVE
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Carlos Cancela

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Se cuestiona la continuidad del Plan PIVE

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha cuestionado la pasada semana la continuidad del Plan PIVE, lo que ha hecho que se salten todas las alarmas en torno al sector

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El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha cuestionado la pasada semana la continuidad del Plan PIVE, lo que ha hecho que se salten todas las alarmas en torno al sector del automóvil. Un sector que crece en lo comercial y sobre todo en lo industrial, pero que todavía está muy lejos de los registros precrisis.

En una rueda de prensa celebrada la pasada semana García-Legaz valoró el impulso de las exportaciones españolas, con un alza del 2,5 % respecto a 2013, una tasa que dobla la comunitaria (1,3 %). Al analizar el sector del automóvil señaló el crecimiento notable de las importaciones de automóviles, vinculado a la necesidad de renovar un parque automovilístico obsoleto y a la apertura de crédito que permite a las familias comprar vehículo, así como a la incidencia del Plan PIVE.

Y por ello el secretario de Estado manifestó “la necesidad de hacer una reflexión sobre si continuar, ahora que el mercado comienza a tener una vida intensa, con toda la política de estímulos para reactivar el sector del automóvil, que ha tenido sentido durante los momentos de debilidad, cuando el mercado estaba deprimido”.

Está claro que el Plan PIVE, pensado para sacar de la circulación coches muy viejos, contaminantes y poco seguros, no puede ser para siempre. Eso lo saben los fabricantes, los vendedores y también los ciudadanos. Pero el punto clave es saber cuándo llega ese momento idóneo de finalizar con dichas ayudas oficiales.

El secretario de Estado señala que el mercado comienza a tener una vida propia, pero eso es un poco relativo. El año pasado se ha cerrado con 859.000 unidades vendidas, cuando hace solo diez años este mercado estaba por encima de 1,5 millones de vehículos, es decir, casi la mitad que en 2004. Si las ventas de teléfonos móviles, o de gasolina, o de electricidad bajaran un 50% saltarían todas las alarmas del ministerio de Economía. Y eso pese a que todos los teléfonos móviles son de importación y la gasolina proviene de petróleo de importación.

El sector del automóvil es un complejo entramado industrial que conlleva importaciones y exportaciones constantes. Un ejemplo de este negocio es el del Nissan Qashqai, el todocamino líder del mercado español. Este coche se fabrica en Reino Unido, por lo que es un coche de importación en España. Sin embargo, el 30% de sus componentes están fabricados en España y exportados a Reino Unido.

La balanza comercial del automóvil se ha cerrado en 2014 con más de 16.000 millones de euros de superávit. O lo que es lo mismo se han exportado coches y componentes por valor de 16.000 millones de euros más que el valor de las importaciones del sector. Las exportaciones del sector de automoción español en 2014 han superado la barrera de los 40.000 millones de euros.

El secretario de Comercio habla del aumento de las importaciones, entre otras cosas porque los coches de lujo son de importación, pero los ciudadanos también tienen derecho a, si les van bien las cosas, poder comprar un coche de lujo. Y sobre todo, este balance negativo de la balanza comercial por el aumento de la importación de Mercedes, BMW, Audi, Porsche o Ferrari tiene su contrapartida, muy positiva, en el ministerio de Hacienda.

Un ciudadano alemán paga de impuestos al comprar un Mercedes Clase S o un Ferrari 458 un 19% de su precio, mientras que un ciudadano español paga por ese mismo concepto de impuestos un 35,5% del precio del coche.

Volviendo al punto clave, cuándo es el momento ideal para quitar el Plan PIVE, los fabricantes ya se han expresado con claridad; “cuando el mercado llegue a 1,2 millones de unidades”. Tras las declaraciones de García-Legaz, distintas fuentes del sector han valorado que la eliminación del PIVE cuando termine el actual, algo que ocurrirá en un plazo máximo de quince días, las ventas bajarán en 100.000 unidades este mismo año.

O lo que es lo mismo, terminará el 2015 con 750.000 unidades. Con esa cifra el mercado estaría solo 50.000 unidades por encima de la peor cifra lograda en los tiempos más duros de la crisis. Y con ello el sector volvería a estar en una grave crisis, volverían a llenarse las calles con coches muy viejos y se pondría en peligro el crecimiento de la producción.

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha cuestionado la pasada semana la continuidad del Plan PIVE, lo que ha hecho que se salten todas las alarmas en torno al sector del automóvil. Un sector que crece en lo comercial y sobre todo en lo industrial, pero que todavía está muy lejos de los registros precrisis.