Educación vial y accidentes de tráfico

La siniestralidad en las carreteras españolas sigue subiendo durante todo el año 2016 y estos meses de verano están demostrando esta tendencia al alza, con 669 víctimas tras los siete primeros meses del año y casi un 9% de incremento frente a las cifras de 2015, pero no es algo que se pueda achacar a alguna causa concreta, al mal tiempo, a más lluvias o a algún siniestro con muchas víctimas, como un accidente de autobús, o algo parecido. No, es una tendencia al alza difícil de cambiar.

Y ese es el peligro, que tras muchos años de mejora ahora llegan los momentos en los que se demuestra el tiempo perdido durante todos estos años en educación y en formación a los conductores, que es la única manera de reducir de manera contundente y prolongada en el tiempo la siniestralidad. Mientras no haya concienciación a los conductores sobre los peligros que conlleva la conducción de un vehículo, la siniestralidad seguirá creciendo. Y mientras los conductores no acepten que hay que cumplir las normas, todas y sin excusa, seguiremos con este grave problema.

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C. Cancela

Creo que el principal problema que tenemos en España es la falta de educación en todos los campos de la vida, pero también a la hora de sentarnos al volante. Si hay tres personas haciendo una cola para comprar una entrada, por ejemplo, el cuarto no se pondrá en la cola y tratará de colarse. Pero ojo, esa misma persona que se cuela, si está en la cola y ve que otro se cuela es capaz de llegar a agredirle. Nosotros solo tenemos derechos y los demás solo tienen deberes, hacemos lo que nos da la gana y los demás que se quiten. Desgraciadamente así es como muchos ciudadanos, por llamarles de alguna manera, entienden la convivencia.

Siempre evitable

Y eso es lo que pasa exactamente en las carreteras. Yo me siento al volante y hago lo que me da la gana, las normas son para los otros. Hay que ponerse el cinturón, pues vaya rollo, no me lo pongo y ya está. No hay que usar el móvil, ya pero me llama mi amigo Juanito… Y voy a meterme en el Twitter por si alguno de mis amigos ha contado algo interesante. Y de velocidades ni hablamos, para qué voy a mirar a qué velocidad hay que circular por aquí, yo voy a mi velocidad, que es la buena…

El alcohol y las drogas son un grave problema en nuestras carreteras y cada día este problema va en aumento. Según las cifras que maneja la DGT más de 400 personas fallecen cada año en las carreteras como consecuencia del consumo de alcohol o las drogas. Son cifras aterradoras, la verdad. Que cada día de campaña de pruebas de drogas de la DGT se detecte a más de 300 personas que dan positivo es una locura. Si esas personas quieren suicidarse, porque les gustan los riesgos, como los de conducir borracho o drogado, que lo hagan en su casa pero que no pongan en peligro al resto de usuarios de las carreteras.

En este sentido, el fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, señalaba antes de la Operación Especial del Puente del 15 de agosto que el incremento en el número de fallecidos en las carreteras españolas es "la crónica de una muerte anunciada, pero también evitable", y ha apelado a la responsabilidad, tolerancia y respeto de los conductores durante el puente. Es la respuesta que ha dado Vargas a la pregunta de si considera que 2016 está siendo un año negro en las carreteras, ya que el número de fallecidos ha aumentado casi todos los meses y en julio ascendió a 124, la cifra más alta desde 2011.

¿Esfuerzo en educación vial?

El fiscal ha pedido a los conductores que tengan respeto a las normas, tolerancia y solidaridad al coger el volante, ya que la imprudencia de uno puede afectar a otros. Lo malo es que esas palabras no tienen ningún significado si el que se sienta al volante es un descerebrado, y cada día tenemos más de esos en nuestras carreteras.

Sobre los motivos que han hecho aumentar el número de fallecidos en las carreteras, Vargas enmarca este asunto en el ámbito europeo y ha recordado que un estudio de la UE determinó que la crisis había conllevado falta de presupuesto para mantener las carreteras, y que por ello hacía falta un esfuerzo en educación vial y que era necesario recordar las leyes. Pero esos son puntos en los que en España, desgraciadamente, no se ha trabajado casi nada en los últimos años, limitándose a poner más cantidad de radares, más señales de limitación y sobre todo más multas.

Lo malo es que los conductores somos los responsables de hacer buenos los métodos de la DGT de ponernos más multas por no cumplir, en general, ni una sola norma de tráfico. Un 20% de los fallecidos en accidente no llevaba el cinturón de seguridad puesto, que es obligatorio. Un 40% de los conductores analizados tras su fallecimiento dieron positivo en alcohol o drogas. Y excesos de velocidad, y saltarse un semáforo en rojo, y no parar en un stop o en un paso de cebra, y adelantar en prohibido….

La tasa de alcohol

De vez en cuando llegan noticias que ponen los pelos de punta sobre cómo nos jugamos la vida cada vez que nos ponemos en carretera. Hace unos meses un conductor minusválido, sin carné de conducir vigente y sin seguro, ponía un coche a 297 km/h. El pasado 6 de agosto, un conductor español de 33 años fue sancionado por conducir con exceso de velocidad, sin carné de conducir y duplicando la tasa de alcohol permitida. Y así cada día…

El problema es que estos conductores pagan dos o tres mil euros de multa, hacen sus cursos de recuperación de puntos que tantos beneficios económicos producen a la DGT, y siguen poniendo en peligro la vida de los demás. Esto hay que pararlo, y la educación vial es la única manera de lograrlo. Pero los políticos bastante tienen con ponerse de acuerdo para elegir un Gobierno. En cuanto lo consigan, se pondrán enseguida de acuerdo con la solución para el tráfico, nuevos límites de velocidad más estrictos, más multas, menos inversión en carreteras y más en el AVE y a seguir aumentando las víctimas del tráfico.