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La siniestralidad aumenta, como los radares
Con la Operación Especial Salida de Verano de la DGT en marcha, es buen momento de hacer balance de cómo se está trabajando para rebajar el número de víctimas mortales
Este fin de semana ha comenzado la Operación Especial Salida de Verano de la DGT, que supone el inicio de la época con mayor siniestralidad en las carreteras españolas. Y por ello, es buen momento de hacer balance de cómo se está trabajando para rebajar ese número de víctimas mortales que cada año supera los 1.200 fallecidos, solo en carretera.
Bien es verdad que las cifras son mucho mejores que las de hace diez o quince años, pero eso no debe cegar el análisis de una situación que es insostenible. Cada año mueren en el mundo más de un millón de personas (1,3 millones en 2015, según la OMS) como consecuencia del tráfico y es algo contra lo que hay que luchar de manera activa cada día. En poco tiempo empezará a haber coches de conducción autónoma, pero tampoco esa será la solución a medio plazo.
Esta pasa por concienciar a los conductores de la importancia de cumplir con las normas, de poner la máxima atención en la conducción, de mantener la distancia de seguridad, de ponerse el cinturón y de tener una conducta cívica dentro del tráfico. Es un problema de educación, pero lo es a nivel mundial, porque el tráfico es la décima causa de muerte en el mundo, cobrándose 1,3 millones de vidas humanas en 2015.
¿Quieres saber en qué carreteras y puntos kilométricos están instaladas las cámaras de tráfico? Consúltalo ▶️ https://t.co/6LfQAY3qnw pic.twitter.com/6A8acPRLwS
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) 2 de julio de 2017
Los mejores de Europa
En el caso español, podemos hacer un ejercicio de autocomplacencia al plantear que somos de los mejores dentro de la Unión Europea. Pero eso no sirve, no vale ser de los mejores, hay que conseguir cero víctimas mortales, y cualquier otro resultado será un fracaso.
En junio, los fallecidos en las carreteras han aumentado un 25% con respecto a junio de 2016 (cifras oficiales hasta el 28 de junio), y eso no se puede aceptar. Sobre todo porque los coches son cada día mucho más seguros, porque llevan sistemas de ayuda a la conducción como la frenada de emergencia, el aviso por cambio de carril o el control de crucero adaptativo. Y las carreteras también son mejores que hace 10 o 15 años, pese al nulo mantenimiento.
Los responsables de la DGT llevan años aprovechando la rebaja de víctimas por la política de radares para aplaudir sus logros en la reducción de la siniestralidad. La realidad es que en estos últimos diez o quince años no se ha hecho nada importante por la seguridad vial, no se ha incorporado la enseñanza de la educación vial en los colegios, no se ha mejorado la inversión en carreteras y no se ha trabajado en la formación de los conductores. Y esas son las claves.
Para conducir, usa ropa y calzado cómodo. Las chanclas no están prohibidas pero pueden entorpecer la conducción y arriesgar tu #seguridad pic.twitter.com/hXNS5c92lL
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) 2 de julio de 2017
Radares fijos
Un completo informe elaborado por Dvuelta destaca el notable crecimiento del número de radares instalados en España en estos últimos años. Según esta asociación, para esta operación salida se han contabilizado 17 nuevos dispositivos fijos, 37 tramos más de vía controlados por radar móvil y once cámaras más de tramo. En total, actualmente hay 879 radares fijos en España, 1.475 tramos de vía controlados por radar móvil y 47 radares de tramo. En 2016, la recaudación por multas de velocidad captadas por dispositivos de vigilancia fue de 162,4 millones de euros.
Como los radares fijos tienen que estar avisados por ley, son menos rentables y por ello han aumentado los radares móviles que se posicionan ocultos en las carreteras y sin señalización. La DGT habla de que estos dispositivos de control de la velocidad sirven para reducir la siniestralidad, pero es curioso que casi el 80% de las víctimas mortales se produce en carreteras secundarias, pero tres de cada cuatro radares funcionan en las vías de alta capacidad, más seguras, pero también mucho más interesantes para recaudar por las multas.
Menos radares y menos AVE
El Gobierno dice que no hay dinero para rebajar el IRPF porque hay que rescatar las autopistas de peaje, pero curiosamente no hay dinero para hacer un mínimo mantenimiento en las carreteras que acumulan un déficit de más de 6.000 millones de euros y en las que mueren cada año 1.200 personas. Y sí hay, por supuesto, miles de millones de euros para hacer más kilómetros de AVE a cualquier sitio.
Según el informe de Dvuelta, Cataluña es la comunidad con más radares en las carreteras, tanto por número absoluto (213 sólo en fijos) como por densidad con 30,1 radares y tramos controlados por cada 1.000 km.
Salir a la carretera, una lotería. Más si sumas imprudencia, #velocidad excesiva #AlcoholYOtrasDrogas #distracción Son incompatibles con 💿 pic.twitter.com/4FGBgFWySh
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) 1 de julio de 2017
En total, por radares de velocidad en carreteras se recaudaron 162 millones de euros en el año 2016, sin contar con los radares instalados en Cataluña y País Vasco, que al tener las competencias de tráfico transferidas no se integran en las cifras oficiales de la DGT. Y un dato que me ha sorprendido de la última información sobre la operación salida facilitada por la DGT.
En los años noventa había 10.000 agentes de la DGT controlando el tráfico, y ahora, con muchos más coches circulando que entonces, solo hay 6.000 agentes. La DGT funciona como una buena empresa, reduce los gastos y aumenta los ingresos… y siempre lo hace por nuestra seguridad. Pero la DGT no es ninguna empresa y su objetivo no debería ser ganar dinero, o gastar menos, sino mejorar la gestión del tráfico y reducir la siniestralidad.
Este fin de semana ha comenzado la Operación Especial Salida de Verano de la DGT, que supone el inicio de la época con mayor siniestralidad en las carreteras españolas. Y por ello, es buen momento de hacer balance de cómo se está trabajando para rebajar ese número de víctimas mortales que cada año supera los 1.200 fallecidos, solo en carretera.