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Europa por fin estudia crear una agencia para controlar las emisiones de los coches
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Carlos Cancela

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Europa por fin estudia crear una agencia para controlar las emisiones de los coches

La comisaria de Mercado Interior e Industria, Elzbieta Bienkowska, afirmó que está "abierta" a la creación de una agencia europea que se encargue de detectar posibles irregularidades de los fabricantes

Foto: La contaminación es un grave problema de las grandes ciudades europeas. (EFE)
La contaminación es un grave problema de las grandes ciudades europeas. (EFE)

La Unión Europea (UE) tiene numerosos problemas, entre ellos el Brexit, pero el mundo del automóvil es también un tema realmente complicado para Europa. Cuando en 2015, hace ya dos años, la EPA norteamericana hizo públicos los primeros datos sobre el escándalo de los motores de Volkswagen, para Europa era algo nuevo. Y se habían vendido 8,4 millones de vehículos con estos motores trucados aquí, pero nadie se había dado cuenta.

No deja de ser curioso que una empresa europea como Volkswagen, y las otras marcas del grupo alemán, estuvieran trucando los motores diésel, de los que la gran mayoría se venden en Europa, y que las autoridades comunitarias no se hubieran enterado de nada. Pero se entiende más fácil si se analiza que Europa pone unas normas, pero no tiene ninguna manera de comprobar que esas normas se cumplen.

Es una situación absurda que tras imponer una legislación, sea cada país el que deba comprobar que esas normas se cumplen con cada modelo fabricado en cualquier país europeo. Es hacer que Italia compruebe los coches italianos, franceses, alemanes, españoles, etc., y lo mismo Francia, Alemania, Dinamarca, Bélgica o Portugal. Vamos, multiplicar el trabajo por 28. Y todo por la ausencia de una agencia europea que controle globalmente las emisiones contaminantes.

Parece que esta situación puede empezar a cambiar, pero a ritmo europeo. Es decir, muy lento. La semana pasada, la comisaria de Mercado Interior e Industria, Elzbieta Bienkowska, mostró un cambio de opinión al afirmar que está "abierta" a la creación de una agencia europea que se encargue de detectar posibles irregularidades de los fabricantes de automóviles. Esta es una idea a la que desde hace años se ha opuesto rotundamente la UE.

placeholder El vicepresidente de la Comisión Europea para la Competitividad y el Empleo, Jyrki Katainen (i) y la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska (d). (EFE)
El vicepresidente de la Comisión Europea para la Competitividad y el Empleo, Jyrki Katainen (i) y la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska (d). (EFE)

La comisaria reconoce su error

Y para dejar más claro su error, la propia comisaria indicaba que se había opuesto a la idea, pero que debía admitir que tal vez tenían que estar más abiertos porque "el problema más grande ahora mismo son los coches en carretera". "Tengo que admitir que puede que haya estado equivocada", admitió durante un debate en el Parlamento Europeo sobre el caso Volkswagen. Este error lo hemos advertido desde esta columna unas cuantas veces, y es algo obvio, pero nadie hasta ahora ha querido saber nada de ello.

Está claro que Europa debe cambiar de actitud con el mundo del automóvil, un pilar básico para la industria europea. En 2016 se fabricaron en la UE más de 19 millones de vehículos que fueron exportados a todo el mundo. Supone el 20% de la producción mundial. Por ello hay que hacer las cosas bien y dar la prioridad que merece un sector en el que, en su conjunto, trabajan 12,6 millones de personas en la UE, según los datos oficiales de ACEA.

El sector del automóvil está cambiando radicalmente en los últimos dos años, con nuevos protagonistas en el sector, con las grandes tecnológicas norteamericanas liderando el cambio y con las compañías eléctricas o los fabricantes de baterías. Y mientras tanto, la UE sigue dándole vueltas a las viejas mecánicas diésel, a cómo hacer nuevas normas de homologación y cómo conseguir que se cumplan.

El ejemplo más claro de cómo funciona Europa es el hecho de que la propuesta para las nuevas normas de homologación, hecha tras el caso de los motores Volkswagen y después de recibir palos de todo el mundo por seguir haciendo las pruebas de homologación en un laboratorio, se presentaron en enero de 2016. Ahora Bienkowska ha celebrado que se hayan iniciado las negociaciones para cerrar la reforma del sistema de homologación.

placeholder Activista de Greenpeace en una protesta frente al Ministerio de Transporte de Alemania ante la reunión entre ministros y responsables de la industria automovilística para estudiar cómo reducir la contaminación de los motores diésel. (EFE)
Activista de Greenpeace en una protesta frente al Ministerio de Transporte de Alemania ante la reunión entre ministros y responsables de la industria automovilística para estudiar cómo reducir la contaminación de los motores diésel. (EFE)

Tres países han cumplido

Unas declaraciones de Jyrki Katainen, vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario para el Crecimiento, el Empleo y la Inversión, también demuestran en qué manos está el sector del automóvil en Europa. El finlandés ha destacado que, desde que la CE exigiera a los países medidas para asegurar el cumplimiento de la legislación europea de la flota de vehículos diesel, las autoridades de Francia, Alemania y Países Bajos han iniciado investigaciones a firmas como Renault, PSA, Daimler, Audi, Porsche o Ford.

También ha destacado que las medidas propuestas por el sector tienen que conducir a una reducción "efectiva" de las emisiones "no sólo en laboratorio, sino también en situaciones reales de carretera", puesto que es "la única manera de evitar las llamadas 'prohibiciones al diésel' que se están debatiendo en algunos Estados miembros".

El vicepresidente destaca que desde que la UE pidiera a los países medidas, se han iniciado investigaciones en tres países. ¿Y en los demás países? Es importante que las medidas propuestas por los fabricantes supongan una reducción efectiva de emisiones en uso real. ¿Por qué desde hace 30 años la UE solo exige pruebas de emisiones en un laboratorio?

Lo peor es que los funcionarios de la UE son los mejor pagados del mundo, y son un auténtico batallón, pero cuando terminen de poner en marcha las nuevas normas de homologación, los norteamericanos o los chinos ya solo fabricarán vehículos eléctricos y habrá que hacer una nueva reforma de las pruebas de homologación. Y Europa habrá perdido también ese tren del coche del futuro.

La Unión Europea (UE) tiene numerosos problemas, entre ellos el Brexit, pero el mundo del automóvil es también un tema realmente complicado para Europa. Cuando en 2015, hace ya dos años, la EPA norteamericana hizo públicos los primeros datos sobre el escándalo de los motores de Volkswagen, para Europa era algo nuevo. Y se habían vendido 8,4 millones de vehículos con estos motores trucados aquí, pero nadie se había dado cuenta.

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