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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Álvaro Nadal pide no ir demasiado deprisa con el coche eléctrico

Pero mientras todo cambia rápidamente en la industria del automóvil, nuestros políticos miran para otro lado y piden calma para implementar esos cambios

Foto: El nuevo Renault Zoe ofrece hasta 400 km de autonomía homologada, 300 km en uso real.
El nuevo Renault Zoe ofrece hasta 400 km de autonomía homologada, 300 km en uso real.

El automóvil está en plena evolución, o más bien ante una revolución completa. Lo que conocemos como automóvil, su utilización, sus motores o las maneras de conducir, cambiarán radicalmente en solo unos pocos años. En cada presentación de un nuevo modelo se habla del futuro, de la electrificación, de conducción autónoma, de conectividad o de 'carsharing'… Pero mientras todo cambia rápidamente, nuestros políticos piden calma para implementar esos cambios.

En concreto ha sido el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, quien defendió la semana pasada que el futuro del sector automovilístico se dirige hacia el coche eléctrico y que las energías renovables primarán ante los combustibles tradicionales, como el diésel o la gasolina, aunque apeló a “la tranquilidad y a no ir demasiado deprisa".

En sus declaraciones recogidas por 'Europa Press', el responsable de Energía subrayó que "todo el mundo tiene claro" que el automóvil del futuro, además de ser impulsado por combustibles alternativos, será "inteligente y conectado". No obstante, destacó que, en muchas ocasiones, se le pide al sector de la automoción que avance "más rápido que la tecnología", una situación que puede generar "despilfarro y expectativas poco sólidas".

placeholder Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital. (EFE)
Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital. (EFE)

Nadal también se refirió a los anuncios alarmistas que desde los ayuntamientos se lanzan a los ciudadanos de prohibición de los vehículos diésel o de gasolina. En este sentido sí tienen sentido ests declaraciones. Pero al mismo tiempo es curioso que Mariano Rajoy el año pasado pidiera a los fabricantes que produjeran más coches eléctricos en España. ¿En qué quedamos?

Mucho más curiosas son las declaraciones de la comisaria de Mercado Interior e Industria de la Unión Europea (UE), Elzbieta Bienkowska, quien afirmó a finales del pasado mes de septiembre que “la Comisión Europea desea una transición rápida hacia modelos de vehículos de bajas emisiones y ha advertido a la industria automovilística europea de que, si no innova, los coches eléctricos se construirán en algún lugar fuera de la UE”.

Vamos, que la UE quiere una transición rápida para no perder competitividad en el sector, pero al mismo tiempo nuestro ministro de Energía quiere que sea una transición más calmada. En el fondo es un 'nadar y guardar la ropa' manteniendo intactos los intereses de los grandes 'lobbies', como el petrolero, pero sin defraudar a los muchos ciudadanos que buscan unas ciudades más limpias.

Foto: El Nissan Leaf, lidera las ventas de coches eléctricos en todo el mundo. Opinión

Europa se queda atrás

La industria europea del automóvil se está viendo superada por todas partes. Por Estados Unidos, con los ambiciosos proyectos para el coche eléctrico de Tesla; y por Asia. Por un lado el grupo Hyundai tiene ya operativo un nuevo modelo y nuevas plataformas para hacer del coche eléctrico, híbrido e híbrido enchufable una fuerte apuesta de futuro. Ahí están el Hyundai Ioniq y el Kia Niro. En Japón, la reciente asociación entre Toyota y Mazda para desarrollar el coche eléctrico supone un importante paso adelante. Y lo mismo ocurre con Nissan y Mitsubishi, ambas especialistas en el vehículo eléctrico, en su integración con Renault. Y la apuesta de China por el coche movido por electricidad es máxima con cientos de empresas trabajando solo en estas tecnologías.

El ministro pide calma con las nuevas tecnologías, pero no hay tiempo que perder para implementar esas nuevas tendencias en la industria y en el mercado. Quizá el ministro lo dice por el ejemplo que España vivió con la llegada de la energía renovable, que ha sido lamentable. España se posicionó en las primeras posiciones mundiales con la instalación de paneles solares cuando su rendimiento era muy bajo y las primas muy altas. Ahora que han mejorado notablemente su eficiencia no se pueden instalar porque hay que pagar todo lo viejo. Y España se queda atrás en las energías renovables.

placeholder Elzbieta Bienkowska, comisaria europea de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes. (Reuters)
Elzbieta Bienkowska, comisaria europea de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes. (Reuters)

Cuando en toda Europa se montan paneles solares en las casas, en España están prohibidos. Mientras que Alemania pone en marcha un plan a cuatro años de apoyo al coche eléctrico dotado con 1.000 millones de euros, en España se hace un plan de 14,6 millones de euros que duró 24 horas. Y ahora a esperar que se apruebe el nuevo Plan Movea. Quizá por eso se pide calma.

Si el coche eléctrico es todavía algo demasiado avanzado (que no lo creo, puesto que hay cientos de miles de estos coches rodando por todo el mundo), ¿por qué no se apuesta por el coche de gas natural o de GLP, que solo implica una sencilla transformación de 2.000 euros en un coche y a cambio reduce mucho las emisiones?

Aumentan mucho las ventas de furgonetas, por la invasión de servicios como Amazon y demás, pero ¿cuántas de las nuevas furgonetas matriculadas son eléctricas híbridas o de gas natural? Esas furgonetas recién matriculadas estarán 10 o 15 años circulando por las ciudades española, pero el ministro Nadal pide calma.

Se pide calma porque con cada coche nuevo de gasolina que se vende, Hacienda gana un 30% más de dinero en impuestos que si se comprara un diésel equivalente. Y tampoco conviene olvidar que con esta nueva tendencia de matricular más vehículos de gasolina que diésel estamos aumentando mucho las emisiones de CO2 a la atmósfera y aumentando con ello el efecto invernadero.

El automóvil está en plena evolución, o más bien ante una revolución completa. Lo que conocemos como automóvil, su utilización, sus motores o las maneras de conducir, cambiarán radicalmente en solo unos pocos años. En cada presentación de un nuevo modelo se habla del futuro, de la electrificación, de conducción autónoma, de conectividad o de 'carsharing'… Pero mientras todo cambia rápidamente, nuestros políticos piden calma para implementar esos cambios.

Álvaro Nadal Comisión Europea