Con menos coches, menos impuestos

Es curioso. Las ventas de coches en España continúan creciendo y todo parece indicar que la salud de este mercado es buena, pero la realidad es otra muy distinta. Se venden bastantes coches, se va a superar la barrera de 1,2 millones de unidades al cierre del ejercicio según las previsiones realizadas por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), pero no todas las ventas son buenas.

Las matriculaciones de coches llevan muchos años creciendo, y según las previsiones a nivel mundial se venderán 90 millones de vehículos en el año 2020. Son cifras realmente apabullantes, pero poco a poco este mercado, y su industria asociada, va a experimentar un parón. Se habla mucho del coche compartido, de las nuevas tecnologías, del servicio 'carsharing'. Y todo eso lo que hace es sembrar la idea de que poco a poco la propiedad de un vehículo se va a perder.

Solo hay que hablar con personas jóvenes, que en muchos casos ya ni siquiera se plantean comprarse un vehículo, con todos los gastos que conlleva y lo que se deprecia con el paso de los años. Estos nuevos conductores piensan más en alquilar un vehículo para los minutos o el desplazamiento que necesitan, y eso supone un profundo cambio de filosofía.

Pese a estas nuevas tendencias, que poco a poco van a ir instalándose en nuestra sociedad, de momento ya tenemos un problema con las ventas de coches. Una parte de la economía española está centrada en el automóvil, el uso del vehículo, la compra, la reparación, los carburantes, los peajes… Y sobre todo los impuestos, aunque sin olvidar las multas que también se suman a la recaudación de las diferentes administraciones.

De momento, las ventas de coches se están manteniendo pese a los anuncios catastrofistas por parte de algunos ayuntamientos y de los políticos más radicales. Por ejemplo, anuncios para prohibir el uso de vehículos de gasóleo o de gasolina, lo que no hace sino poner palos en la ruedas de un mercado del que depende en buena parte la economía española. Lo que pasa es que estos políticos solo se plantean prohibir, limitar la circulación y restringir tal o cual zona y demás. Pero en ningún caso se plantean apoyar nuevas formas de uso del vehículo mucho más eficientes. Algo que si hacen los países de nuestro entorno.

Solo hay que hablar con los jóvenes: muchos ni siquiera se plantean comprarse un vehículo, piensan más en alquilar para lo que necesiten

En una lista de tipos de vehículos por el carburante que utilizan, el mejor a efectos de la contaminación es el coche eléctrico, seguido por el gas natural (GNC) y el gas licuado de petróleo (GLP), más o menos a la par. En cuanto a los híbridos, los enchufables son mejores que los de gas, mientras que los híbridos no enchufables son peores que los de gas. Y las dos últimas posiciones son para los diésel modernos y, el peor de todos, la gasolina, porque es el que emite más CO2 de todos.

La gasolina supera al diésel

Así pues la apuesta oficial en los últimos meses es conseguir que la gasolina desbanque al diésel. Y ya se ha conseguido, pero lo malo es que los eléctricos y todos los híbridos sumados no representan ni siquiera el 5% del conjunto del mercado. Y si hablamos de coches eléctricos, en lo que va de año se han matriculado 5.342 unidades, lo que supone un 0,6% del mercado.

En septiembre se vendieron en España 83.291 vehículos, pero otro dato alarmante es que el 17 % de todos los coches matriculados ese mes lo fueron el último día. Eso son, en su mayoría, operaciones que los concesionarios realizan automatriculando vehículos para poder cumplir con los objetivos de ventas impuestos por las marcas. Pero son coches que luego llegan al mercado de vehículos cero kilómetros o seminuevos. Por ello, con esos vehículos en muchos casos pierden dinero los concesionarios y además distorsiona el mercado en general. Bien es verdad que en septiembre del año pasado, cuando todavía se hablaba de crisis en el sector del automóvil, se matricularon el último día un 20% de los coches.

El sector del automóvil necesita un apoyo por parte de la administración, porque de lo contrario el parque de vehículos seguirá envejeciendo y la llegada de los coches nuevos muchos más ecológicos y más seguros, los coches eléctricos y con sistemas de ayuda a la conducción más sofisticados se quedarán en Alemania, Francia o Reino Unido. Pero ojo, no necesita ese apoyo para que las empresas fabricantes ganen más dinero, sino simplemente para que se recauden todos los impuestos necesarios. Y para que el parque español deje de ser el más viejo de Europa, solo por detrás del griego.

Cuando el Gobierno o los ayuntamientos hablan de cambiar el coche por la bici, que me parece una filosofía genial siempre que se pueda, ¿se han dado cuenta que cada coche que se da de baja deja de pagar un 50% de cada litro de gasolina consumido de impuestos y un 21% de IVA, más el impuesto de matriculación, que puede llegar hasta el 14,5% en la compra de los coches más caros, o el IVTM que cada año los propietarios pagan a sus ayuntamientos?