España salva la primera bola de partido

La semana pasada, la firma del acuerdo con los trabajadores para salvar el futuro de la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza) fue un primero paso adelante para la industria española del automóvil. Una primera bola de partido salvada 'in extremis', pero a lo largo del año habrá otros diez partidos que ganar con otras tantas adjudicaciones de nuevos vehículos para las que aspiran las plantas españolas. Y el futuro del sector de la automoción en España depende de esas adjudicaciones.

A principios de año fue cuando empezaron a saltar las primeras alarmas tras el anuncio por parte de los trabajadores de no firmar el nuevo convenio y la respuesta por parte de la compañía alemana, ahora integrada en el Grupo PSA, de no fabricar el nuevo Corsa en la factoría aragonesa. Y con ello peligraba el futuro de la planta y de un sector industrial vital para Aragón.

Después de días de mucha tensión y de presiones por parte del gobierno autonómico y de los distintos sectores implicados, finalmente los trabajadores firmaron este importante acuerdo asociado con un plan industrial. El convenio está firmado hasta 2022 y está asociado a la aplicación de un plan industrial cuyo punto principal es la adjudicación del nuevo Opel Corsa, que comenzará a fabricarse en 2019 en Figueruelas. Y solo un año después saldrá de la factoría aragonesa el primer Corsa eléctrico. Esto es muy importante para Aragón y también para toda España.

Supone la introducción de esta tecnología de coche eléctrico con sus baterías, motor y demás componentes diferentes por primera vez en un modelo de gran serie. Hasta ahora solo se han hecho coches eléctricos en series más reducidas, como el Renault Twizy, el Citroën Berlingo eléctrico o la furgoneta e-NV200 de Nissan.

Gracias a los trabajadores de la planta de Figueruelas, que han entendido la importancia de la decisión a la que se enfrentaban, España logra salvar una bola de partido importante de la que dependía un poco el futuro de toda la industria de automoción. Pero ahora quedan otros muchos partidos que habrá que disputar en los próximos meses, hasta diez, según el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) Mario Armero.

Diez nuevas adjudicaciones

En este sentido Armero, demanda a las administraciones políticas adecuadas para acompañar la transición que debe realizar la industria española del automóvil ante un entorno altamente competitivo. En los próximos 18 meses se van a adjudicar diez nuevos modelos a los que optan las factorías españolas.

España es, en estos momentos, el segundo fabricante de automóviles en Europa, solo por detrás de la todopoderosa Alemania, mientras que en vehículos comerciales nuestro país es líder a nivel europeo. Y si hablamos de la posición de España a nivel mundial, es el octavo fabricante de automóviles.

En los próximos 18 meses se van a adjudicar diez nuevos modelos de automóviles a los que optan las factorías españolas

Sin embargo, este partido no está ganado, en absoluto. Nada menos que 230 fábricas de automóviles en Europa luchan hasta el último momento y reduciendo sus costes hasta céntimos de euro para lograr la adjudicación de cada nuevo modelo. El mantenimiento del empleo y la creación de nuevos puestos de trabajo es la prioridad de todos los gobiernos y por ello siempre hacen todo lo necesario para lograrlo.

España tiene dos importantes limitaciones frente a otros competidores: la posición geográfica más alejada del centro de Europa, lo que supone unos sobrecostes de logística importantes; y el coste de la energía, que es en estos momentos el más alto de Europa. Pero tiene virtudes que le dan cierta ventaja, como son una mano de obra muy profesional y perfectamente preparada, con fuertes inversiones en formación, y una industria auxiliar de componentes de las más potentes a nivel mundial, con grandes compañías como Gestamp o Antolín y con un entramado de excelentes suministradores de tamaño intermedio.