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Carlos Cancela

La sangría de víctimas sigue creciendo

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, anunció la puesta en marcha de un montón de nuevas medidas para tratar de frenar el aumento de la siniestralidad, pero vamos a peor

Foto: Imagen de un accidente de tráfico en Morata de Tajuña en diciembre pasado. EFE
Imagen de un accidente de tráfico en Morata de Tajuña en diciembre pasado. EFE

En 2017, por segundo año consecutivo, aumentó el número de víctimas mortales en carretera por los accidentes de tráfico. Al comunicar el balance de siniestralidad a principios de enero, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, anunciaba la puesta en marcha de un montón de nuevas medidas para tratar de frenar este crecimiento, pero los resultados demuestran que vamos a peor.

El año pasado perdieron la vida en las carreteras españolas un total de 1.200 personas, según los datos provisionales de la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que supuso un aumento de 39 personas respecto a los datos de 2016 en las mismas condiciones. Según las últimas estadísticas publicadas por la DGT, en lo que va de este año han fallecido 162 personas, 20 más que en el mismo periodo de 2017. O sea, en 2017 aumentaron las víctimas un 3,35% y este año llevamos un incremento del 14%. Y lo peor es que la cifra sigue creciendo.

Supuestamente hay muchas medidas en marcha por parte de la DGT, pero de las que realmente se sabe que se apliquen, solo hay una: más radares de velocidad y más multas. Pero está claro que esa nunca puede ser la solución a un problema tan grave y tan enquistado en España como es la falta de educación al volante.

Ahora hay una nueva tendencia, que es la de reducir los límites de velocidad en las carreteras. Lo ha hecho Francia y como en la DGT parece que andan escasos de nuevas ideas para solucionar este grave problema pues parece que vamos hacia ello. Limitar más la velocidad y poner más radares no sé si ayudará a bajar la siniestralidad, pero desde luego las cuentas van a mejorar. Y eso siempre es importante para la DGT.

placeholder La DGT se plantea reducir los límites de velocidad, como en Francia.
La DGT se plantea reducir los límites de velocidad, como en Francia.

Hago muchos kilómetros cada día por todo tipo de carreteras y me voy fijando mucho en cómo se conduce. Y creo que sería una buena idea que unos cuantos responsables de la DGT circularan algunos días por las carreteras en un coche camuflado y analizaran realmente lo que pasa en el tráfico normal. Y quizá sacarían alguna conclusión interesante, no como ahora.

La A1, a su salida de Madrid, tres carriles, 120 km/h de límite y 10 coches pegados entre sí a 90 o 100 km/h por el carril central. Un coche de una pareja de jubilados con 80 años y circulando a 70 km/h por la derecha y la izquierda tomada por furgonetas a 140 km/h. Todos, quizá con la única excepción del coche más lento, van incumpliendo las normas. ¿Cuántas campañas de concienciación y cuántas multas han visto poner a un agente de la DGT por circular por el carril central a 100 km/h o por no mantener la distancia de seguridad?

Limitar más la velocidad y poner más radares no sé si ayudará a bajar la siniestralidad, pero las cuentas van a mejorar. Y eso es importante para la DGT

A diario recorro el tramo de la M40 norte entre la A1 y la A6 en el que hay cuatro carriles y un límite de 100 km/h. Cuando el tráfico es fluido circulo a 100 km/h por el carril derecho y prácticamente nunca adelanto a nadie, ni siquiera a los camiones, y los coches y las furgonetas me pasan bastante rápido.

Lo que les quiero decir es que en España nadie cumple con las normas, nadie. Pero no solo en el tráfico, también cuando vamos andando por la calle o en la cola para subir en el avión o para entrar en un restaurante. Las normas siempre son para los otros, pero nunca nos afectan a nosotros. Por ello, decir que se va a plantear como la solución al problema de la siniestralidad reducir los límites de velocidad es una tomadura de pelo que no deberíamos admitir. Pero no los conductores porque queramos ir más deprisa, sino nadie de nuestra sociedad porque el resultado es nefasto. Más retrasos, más pérdidas de horas en los desplazamientos, más tensión en la conducción y más multas. Lo peor es que esas multas ya no son para el que va a 200 km/h, que es un peligro, sino para el que va a 105 km/h en un sitio de 100 km/h y ni siquiera le aplican el margen de error legal al notificarle la multa.

Formar a los niños

Si la DGT quiere reducir las víctimas del tráfico, lo que debe hacer es trabajar para formar a los niños, que son los conductores del mañana. La educación en España es mala o muy mala y cada cambio nuevo que pone en marcha algún gobierno supone un nuevo paso atrás. Sobre todo porque cuando al cabo de cuatro años llega otro gobierno a sustituirle, lo primero que hace es derogar esa ley y poner otra peor solo para favorecer sus intereses.

Vamos a seguir con más radares, más límites y más multas, porque a nuestros políticos les viene muy bien a todos. Cada día la movilidad es peor, hay más atascos, más lentitud de los desplazamientos… y poco a poco vamos a ver cómo entre la jornada laboral cada vez más larga y los desplazamientos interminables, nuestra vida será levantarnos, ir a trabajar, volver de trabajar y dormir. Y por supuesto pagar muchos impuestos y multas, que luego ellos, los políticos, siempre se ocupan de 'gastar bien' ese dinero.

En 2017, por segundo año consecutivo, aumentó el número de víctimas mortales en carretera por los accidentes de tráfico. Al comunicar el balance de siniestralidad a principios de enero, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, anunciaba la puesta en marcha de un montón de nuevas medidas para tratar de frenar este crecimiento, pero los resultados demuestran que vamos a peor.