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Los días contados de Teresa Ribera
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Los días contados de Teresa Ribera

Las declaraciones de la ministra Teresa Ribera no son un error, sino que forman parte de su guion. Fueron realizadas con premeditación y alevosía

Foto: La ministra de Transición Ecológica en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. (EFE)
La ministra de Transición Ecológica en una comparecencia en el Congreso de los Diputados. (EFE)

Poco ha tardado el Gobierno en ponerse en contra a todo el sector del automóvil. Las últimas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, diciendo que “el diésel tiene los días contados” no pueden ser más desacertadas. Lo son porque lo que dice no es cierto, porque contamina menos un coche diésel moderno que uno de gasolina y los fabricantes de coches apuestan por el uso de los vehículos diésel. Pero sobre todo porque España produce mayoritariamente vehículos diésel en sus factorías, lo que hace peligrar el futuro de este sector industrial tan importante por la alarma social creada.

Las diferentes asociaciones que representan al sector del automóvil han pedido al Gobierno que tenga cuidado a la hora de hacer este tipo de declaraciones y de anunciar subidas de impuestos al gasóleo, porque España es el segundo fabricante europeo de automóviles y el primero de vehículos comerciales y el 10% de su PIB depende, lo quieran o no nuestros gobernantes, del sector del automóvil.

placeholder La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha declarado la guerra al diésel.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha declarado la guerra al diésel.

Lo más curioso es que UGT, el sindicato afín al PSOE, ha calificado de inaceptables estas declaraciones de Ribera. La Federación de Industria, Construcción y Agro de la Unión de Trabajadores (UGT Fica) no comparte las declaraciones de la ministra respecto al diésel y le parecen, cuando menos, inaceptables y arriesgadas, pues lo único que consiguen es crear incertidumbre y alarmismo en el sector automovilístico. UGT Fica denunció en un comunicado que Ribera no se hubiera tomado la molestia de escuchar previamente a los agentes sociales del sector de la automoción para sondear la realidad de España. Además, no entiende que el Gobierno se esté planteando una medida que penaliza a los vehículos diésel y que tendrá serias repercusiones para el sector.

Los responsables de UGT Fica consideran que la transición hacia nuevas alternativas de combustión se debe hacer de una forma progresiva y coherente, y se debe tener en cuenta, aparte de las cuestiones medioambientales, la estabilidad en el empleo y el impacto sobre la industria española. Por ello, desde la federación rechazan este tipo de política de titulares y reiteran la urgencia de la reunión solicitada a la ministra para que conozca de primera mano la realidad de una industria que supone el 10% del PIB de nuestro país y emplea a 200.000 trabajadores y trabajadoras directa e indirectamente.

Foto: El coche eléctrico es uno de los grandes retos para el sector de automoción en España.

El guion establecido

Tras estas polémicas declaraciones de Ribera ha habido muchos comentarios negativos sobre el interés por matar el diésel antes de tiempo o sobre el desconocimiento de la ministra sobre los aspectos técnicos de la contaminación que provoca el diésel. Pero Ribera no ha cometido un error al hacer estas declaraciones, sino que forman parte de su guion. Son unas declaraciones, como las podría calificar un juez, realizadas con premeditación y alevosía.

Lo importante era crear alarma social, decir que el diésel se acaba para que los ciudadanos que van a cambiar de coche opten por una motorización de gasolina, en lugar de un diésel. Y con ello Hacienda va a ingresar un 30% más de impuestos del uso de cada coche. No hay más, el nuevo Gobierno socialista necesita mucho dinero para cumplir con su 'agenda social' y para pagar los peajes que debe a todos los que han apoyado su llegada a la Moncloa.

El Gobierno no va a apoyar las nuevas infraestructuras para el coche eléctrico, pero no porque no crean que es el futuro de la movilidad o por que le vean algún problema técnico. El único problema que tiene el coche eléctrico para el Gobierno es que cada coche nuevo eléctrico que se pone en circulación paga un 95% menos de impuestos por utilización que uno de gasolina. Las mismas cuentas se pueden hacer con los vehículos de gas natural o de GLP, con los que la reducción en los impuestos por su utilización supera el 50% de rebaja con respecto a un gasolina.

placeholder Teresa Ribera (d), ministra para la Transición Ecológica. (EFE)
Teresa Ribera (d), ministra para la Transición Ecológica. (EFE)

Lo que la ministra ha hecho con sus declaraciones ha sido darle un buen empujón a que los ciudadanos paguen muchos más impuestos. Eso sí, lo que no han tenido en cuenta es que con la moda de los vehículos todocamino, más grandes y pesados, y con el aumento de ventas de coches de gasolina, que consumen y emiten mucho más CO2 que los diésel, España es ya uno de los países peor situados de Europa en este sentido. En España crecen las emisiones de CO2 mientras que Alemania o Francia las reducen. Y pagaremos muchas multas por ello en los próximos años, pero eso importa poco, solo hay que llegar a fin de mes, como cada día tienen que hacer las familias, o hasta agotar la legislatura en el caso del Gobierno.

La ministra Ribera dice que el diésel tiene los días contados, pero grandes corporaciones, como la alemana Daimler o la coreana Hyundai, apuestan por desarrollar nuevos vehículos diésel híbridos que tienen su etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico. Yo creo que los coches diésel no tienen los días contados, más bien la que tiene los días contados es nuestra flamante ministra, que en uno o dos años se dedicará a otras cosas.

Poco ha tardado el Gobierno en ponerse en contra a todo el sector del automóvil. Las últimas declaraciones de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, diciendo que “el diésel tiene los días contados” no pueden ser más desacertadas. Lo son porque lo que dice no es cierto, porque contamina menos un coche diésel moderno que uno de gasolina y los fabricantes de coches apuestan por el uso de los vehículos diésel. Pero sobre todo porque España produce mayoritariamente vehículos diésel en sus factorías, lo que hace peligrar el futuro de este sector industrial tan importante por la alarma social creada.

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