Por qué las medidas de Madrid Central van a originar un caos circulatorio

Todos los que vivimos en los alrededores de Madrid, incluyendo también a los vecinos de la ciudad, tenemos que prepararnos para vivir un gran caos circulatorio en las próximas semanas. Los responsables del Ayuntamiento han decidido poner en marcha restricciones al tráfico con el plan de Madrid Central sin poner las soluciones alternativas necesarias. Por ello, en las próximas semanas el caos circulatorio va a ser una constante.

Crear una zona de tráfico restringido en el centro de una ciudad puede ser una buena solución, siempre y cuando se tomen medidas para solucionar todos los problemas colaterales que eso va a provocar. Pero el equipo de gobierno de este ayuntamiento no ha hecho nada para mejorar la situación ante el previsible atasco. Bien es verdad que no solo el Ayuntamiento tiene que poner alternativas, también la Comunidad de Madrid o el Ministerio de Fomento, cada uno directamente implicado en la movilidad en el centro de España.

Cada día muchos, miles de ciudadanos llegan desde las ciudades dormitorio hacia el centro de la ciudad o atraviesan la misma para ir al otro extremo de la capital. Todos esos ciudadanos, que hasta ahora pasaban por el centro, tendrán que buscar desde ahora una alternativa. Y desgraciadamente no la hay.

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Una de las arterias que se va a cortar al tráfico diario es la de la calle Princesa que permite a todos los ciudadanos que vienen de municipios como Pozuelo, Majadahonda, Aravaca y toda su zona de influencia, atravesar la ciudad. Y al menos esa zona tiene un servicio de cercanías como alternativa, pero otras zonas, como la del Norte, ni siquiera tiene esa opción. Cuando se prohíba circular por la calle Princesa, y ya está prohibido, todo el tráfico se trasladará a la calle Alberto Aguilera.Un ciudadano que vive en una urbanización de Pozuelo, por ejemplo, y son muchos miles, no puede plantearse llegar a la zona de Princesa, o a Puerta de Hierro o a Ciudad Universitaria y aparcar para seguir su camino en transporte público todo el día. No hay plazas de aparcamiento para ello y si encuentra alguna tendrá que pagar 20 o 25 € diarios, si no más, por esa plaza. Y lo mismo podemos hablar de la zona Norte y todo el extrarradio madrileño.

Solucionar problemas

Si lo que se busca es solucionar el problema de la contaminación o de la circulación hay que gastar dinero y tomar medidas para poner alternativas, hay que poner aparcamientos disuasorios y reforzar el transporte público. Lo que no tiene sentido es prohibir y que cada uno se busque la vida. Para eso se paga a los políticos su sueldo, para solucionar los problemas de los ciudadanos y no para crearles problemas. El ayuntamiento ha puesto las señales y las cámaras para multar a los infractores. Pero hay que trabajar un poco más.

No deja de ser curioso que los ciudadanos del centro de Madrid tienen derecho a vivir con menos contaminación, que por supuesto lo tienen, pero los ciudadanos que también son de Madrid y también pagan sus impuestos, que viven al otro lado de la calle princesa no tienen los mismos derechos que los que viven en la zona prohibida. Es bonito vivir en el centro de la ciudad sin coches, tener un aparcamiento con el coche guardado, y los fines de semana salir a contaminar la zona norte o la sierra, el puerto de Navacerrada, por ejemplo.

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Por el contrario, los ciudadanos que viven en la zona de la sierra no tienen derecho de poder ir al centro de la ciudad de Madrid en coche, donde muchas veces querrán ir a comprar, o al cine o a comer, algo que a partir de ahora les va a estar prohibido. Los ciudadanos privilegiados que viven en el centro van a tener el problema de que sus amigos no les van a poder ir a ver o van a tener que ir en transporte público. Pero ellos si van a poder ir a ver a sus amigos sin ninguna limitación con su coche.

La solución para la circulación en las grandes ciudades pasa por racionalizar el transporte público. Por conseguir lo que en transporte de mercancías se usa desde hace años, un sistema multimodal por el cual los camiones puedan descargar en el puerto, por el que los trenes puedan llegar a los puertos y se puede conseguir la mayor eficiencia uniendo todos los sistemas. En el caso del transporte urbano de personas lo ideal sería poder compatibilizar un transporte privado, es decir el coche propio, con el transporte público. Llegar desde un lugar recóndito donde es imposible que llegue el transporte público hasta una gran estación de tren o de metro o de autobús, con un gran aparcamiento gratuito y a partir de ahí moverse en el transporte público.

Todo lo que no sea hacer eso no sirve para nada más que para trasladar los problemas de un sitio a otro, cambiar la contaminación de una zona de la ciudad a otra. Y de paso crear conflictos entre los ciudadanos. Me parece una gran idea usar la bicicleta para desplazarse, pero eso solo lo pueden hacer los que viven en el centro de la ciudad, pero no los que están a 20 o 30 km de Madrid. Es bonito y bueno para la salud ir andando al trabajo, pero si vivimos en Móstoles y tenemos que llegar a Manoteras todos los días, por ejemplo, lo tendremos un poco complicado.