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El problema en España de sus coches viejos y cómo ya no se achatarran
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

El problema en España de sus coches viejos y cómo ya no se achatarran

El mercado del automóvil vive un mal momento, pese al ligero repunte logrado "in extremis" en los últimos días del mes de abril, pero la situación

Foto: La edad media del parque supera ya los 12 años y sigue creciendo porque los coches viejos no se retiran de la circulación.
La edad media del parque supera ya los 12 años y sigue creciendo porque los coches viejos no se retiran de la circulación.

El mercado del automóvil vive un mal momento, pese al ligero repunte logrado "in extremis" en los últimos días del mes de abril, pero la situación es muy mala. Por ello, desde el sector las distintas asociaciones ya hablan de cerrar el año con 1.2 millones de unidades, lo que supondría un descenso de un 5% respecto a las cifras de 2017, que ya fueron mediocres.

Sin duda son cifras malas por muchos aspectos, para el sector del automóvil por la pérdida de puestos de trabajo y porque con la incertidumbre que existe en estos momentos entre los posibles usuarios, las compras se retrasan hasta que se aclare un poco la situación. Y eso está machacando al sector. La industria del automóvil tenía al cierre de 2018 un total de 231.000 puestos de trabajo censados en la EPA, lo que demuestra la importancia que este sector industrial tiene dentro de la economía española. Pues bien, esta cifra de empleos en el sector supone una pérdida de 5.100 puestos de trabajo respecto a las cifras oficiales de 2017.

El Gobierno acaba de anunciar una subida de los impuestos de 26.500 millones de euros para el año en curso, y esa subida solo se puede entender si aumenta el empleo, si crece la facturación de las empresas y si los trabajadores ganan cada día más dinero. De lo contrario, la fórmula no va a funcionar. Para incrementar los impuestos de esta manera, también hace falta que se gaste más, que se compren más coches y que estos tengan un mayor valor añadido, o que se consuma más carburante.

Los problemas del coche viejo

Pero hay otros dos problemas muy graves que nos afectan a todos los ciudadanos, como son la seguridad vial y la contaminación. Si somos peatones o ciclistas y queremos andar por la ciudad de una manera más segura, es imprescindible que los vehículos que circulen por las calles estén equipados con los sistemas de seguridad más avanzados. Casi todos los coches modernos tienen detección de peatones o de ciclistas, frenada de emergencia, mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo, aviso de ángulo muerto, etcétera... Cada uno de estos sistemas es una garantía adicional de seguridad.

Desgraciadamente, la edad media del parque español ya se sitúa en los 12 años y sigue creciendo cada día. Solo hay que tener en cuenta una cifra, hasta 2007 se vendían 1,5 millones de unidades cada año, y si este 2019 se venden 1,2 millones significa que la edad sigue ampliándose. Y esto nos aleja de la media europea cada día más. Además, cuando se compra un coche nuevo, el viejo se mantiene operativo aunque sea muy viejo.

Lo mismo ocurre con la contaminación. Los coches diésel modernos son bastante limpios, contaminan prácticamente lo mismo que un gasolina nuevo, pero emiten un 30% menos de CO2. Esa es la comparación en los coches actuales, que se ve aun mejorada cuando hablamos de híbridos, de coches bifuel de gas natural o de GLP, y por supuesto los eléctricos.

Plan PIVE

El problema que hay en estos momentos es que las personas que podrían comprar un coche dudan lo que tienen que comprar y esperan a que se aclare la situación, algo que puede tardar muchos meses. Y mientras tanto siguen usando los coches más viejos, menos seguros y muy contaminantes. Hay algo aún peor, y es que cuando una persona finalmente decide comprarse un coche nuevo, su coche viejo ya no lo achatarra, como se hacía con los sucesivos planes PIVE.

Ahora lo que hacemos es mantener vivo ese coche en las calles. Cada día aumentan las transacciones de vehículos con más de 20 años, lo que supone un grave problema para la sociedad. No son coches históricos que se vayan a guardar en un garaje sino que van a seguir rodando a diario. Son los coches que compran personas con menos recursos, que necesitan un coche para moverse, o son para los hijos que los heredan cuando su padre compra uno nuevo. Coches con 10, 15 o 20 años que siguen vivos en el mercado, contaminando cada día más y creando graves problemas en la seguridad vial.

Por todo ello, hoy más que nunca, hace falta un plan de ayudas que lleve a quitar definitivamente de la circulación todos los coches viejos, algo parecido al Plan PIVE, que durante años permitió reducir la edad del parque. Hay que tener en cuenta que quitar esos coches es bueno para todos, para las personas que viven en una ciudad pero también para todos los usuarios de las red viaria.

Un nuevo Plan PIVE sería una buena idea pero no parece que se vaya a hacer en los próximos meses. La nueva obsesión del Gobierno es la de incrementar la presión fiscal hacia los ciudadanos. Aunque como ya demostraron los anteriores planes PIVE, su puesta en marcha supondría un aumento de ingresos para el Estado mediante el incremento de las compras de coches y el mayor pago de IVA y de Impuesto de Matriculación.

En realidad, apoyar al sector del automóvil no parece estar en línea con los gobiernos de izquierdas. De momento, lo único que se apoya es la compra de coches eléctricos, mucho más caros que los diésel o gasolina, que salvo alguna excepción rara superan los 30.000 euros de precio. Pero los ciudadanos necesitan cambiar sus coches viejos y muy contaminantes por otros que contaminen menos y que sean más seguros y accesibles, aunque no sean eléctricos.

El mercado del automóvil vive un mal momento, pese al ligero repunte logrado "in extremis" en los últimos días del mes de abril, pero la situación es muy mala. Por ello, desde el sector las distintas asociaciones ya hablan de cerrar el año con 1.2 millones de unidades, lo que supondría un descenso de un 5% respecto a las cifras de 2017, que ya fueron mediocres.

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