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¿Eléctrico? ¿Diésel? Lo que dice el coche más vendido de las prioridades de los españoles
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¿Eléctrico? ¿Diésel? Lo que dice el coche más vendido de las prioridades de los españoles

En julio, el coche más vendido fue el Dacia Sandero. No porque un estudio económico demuestre que es la mejor opción, sino porque es la más barata del mercado

Foto: El Dacia Sandero fue el coche más vendido en España en julio, un coche barato diésel, de gasolina y con opción de GLP.
El Dacia Sandero fue el coche más vendido en España en julio, un coche barato diésel, de gasolina y con opción de GLP.

En las últimas semanas he visto varias informaciones publicadas en medios especializados de automoción tratando de analizar qué tipo de coche comprar (eléctrico, diésel, híbrido o de gas), pero creo que lo único que hacen ese tipo de informaciones es complicar aún más la decisión a los posibles compradores. Son los políticos los que marcan este juego de la movilidad y son unas decisiones políticas, sin ningún sentido técnico o económico, las que favorecen uno u otro sistema de movilidad. Y por ello las que marcan el futuro.

Aunque en los informes se diga que es mejor un coche de gas, uno eléctrico o uno híbrido enchufable, la realidad es que lo que los usuarios compran mayoritariamente son coches de bajo coste. En julio, el coche más vendido fue el Dacia Sandero y no es porque un estudio económico demuestre que es la mejor opción, que consume menos o que emite menos CO2. Solo tiene un punto a su favor, pero importante: es la opción más barata del mercado.

Las ventas de coches eléctricos siguen creciendo en España, pero lo hacen a un ritmo que no permite cumplir con las previsiones de la Unión Europea. Han pasado de representar el 0,5% al 0,6% del mercado. Y eso contando con que cada vez hay más marcas que ofrecen coches eléctricos y que matriculan más coches de demostración y para sus flotas.

La realidad es que lo que los usuarios compran mayoritariamente son coches de bajo coste. En julio, el coche más vendido fue el Dacia Sandero

Noruega se pone como el ejemplo de éxito del coche eléctrico porque la mitad de los coches que se venden en aquel mercado están movidos por electricidad. La única razón por la que en Noruega se venden tantos eléctricos es porque no pagan impuestos en la adquisición y porque el coste de la energía eléctrica es muy barato. Si a eso unimos la concienciación medioambiental de sus ciudadanos, esa es la fórmula del éxito.

Tengo un amigo noruego que quiere cambiar su coche. Tiene un Nissan Leaf y un Mercedes Clase E diésel. Las dos opciones que se plantea son el Mercedes EQC, un modelo 100% eléctrico o el Mercedes GLE. En España esos coches cuestan aproximadamente lo mismo, en torno a 78.000 euros la versión que quiere comprar. En Noruega, el EQC vale 60.000 euros y el GLE equivalente vale 100.000 euros. Esa es la única razón por la que los noruegos compran tantos coches eléctricos.

En el caso de España, un usuario puede comprar muchos tipos de coche, pero la realidad es que lo único que se venden son de gasolina y diésel y un porcentaje que va creciendo muy poco a poco de energías alternativas. En este momento, el 60% del mercado corresponde a versiones de gasolina que, al menos desde mi punto de vista, es la peor opción del mercado. Lo es porque consumen más carburante, porque pagan más impuestos y porque emiten más CO2 que cualquier otra opción.

placeholder Los políticos españoles no se ponen de acuerdo en cuál es la mejor opción para comprarse un coche. (EFE)
Los políticos españoles no se ponen de acuerdo en cuál es la mejor opción para comprarse un coche. (EFE)

Muchas opciones

Si yo tuviera que comprar un coche en este momento me plantearía varias opciones en función de mis circunstancias. Para hacer muchos kilómetros por carretera optaría por un diésel. Si tuviera que hacer siempre unos recorridos más o menos cortos y tuviera un punto de recarga de gas natural o de GLP, optaría por una de estas opciones, la que tuviera más fácil de repostar. Pero para hacer muchos kilómetros en los atascos diarios, que es para lo que la mayor parte de usuarios quiere un coche, sin duda la opción sería un coche híbrido. Pero no un híbrido enchufable mucho más caro y que depende de la infraestructura de recarga. Un coche híbrido.

He estado una semana en Noruega y he conducido un Toyota Prius de última generación. Después de hacer más de 400 km con el coche en todo tipo de circunstancias, incluyendo caminos de tierra, el consumo real acumulado fue de 4,1 litros. Si se busca un coche para ir deprisa por carretera no es la opción, sin duda, pero si buscamos un coche para circular todos los días atascados por la M30, la A1 o la M40, creo que es la mejor opción, porque estaremos más de la mitad del tiempo de utilización con el motor apagado. O un coche para rodar por la ciudad con un consumo muy bajo y su etiqueta ECO.

En cualquier caso, lo que un posible comprador debe analizar no es un informe en el que un periodista, en base a sus necesidades y circunstancias, aconseja cuál debe comprar. Mejor analizar si tenemos posibilidad de recargar nuestro coche eléctrico en casa, y si nos sale a cuenta gastar mucho más dinero por un coche enchufable. Las opciones del gas natural o de GLP son muy buenas, pero siempre que tengamos puntos de recarga cerca de casa en nuestro recorrido habitual. De lo contrario no valen para nada. Y si lo que queremos es un coche normal, las tres opciones son diésel, gasolina o híbrido, que cada día es más interesante.

Pero la mejor opción de todas, siempre desde mi punto de vista, es adquirir un coche mediante un sistema de los denominados multiopción, en los que se paga una cuota fija cada mes y al cabo de los tres años se devuelve y se vuelve a empezar. Quizá en tres años nuestros políticos ya se hayan puesto de acuerdo. Porque de momento, la ministra de Transición Ecológica solo piensa en el coche eléctrico; la de Hacienda solo quiere los de gasolina, que son los que pagan más impuestos; y la de Industria y Turismo es la que tiene la mente más abierta. "Es mejor comprar un coche nuevo, aunque sea diésel o gasolina, que seguir usando un coche viejo", ha dicho.

En las últimas semanas he visto varias informaciones publicadas en medios especializados de automoción tratando de analizar qué tipo de coche comprar (eléctrico, diésel, híbrido o de gas), pero creo que lo único que hacen ese tipo de informaciones es complicar aún más la decisión a los posibles compradores. Son los políticos los que marcan este juego de la movilidad y son unas decisiones políticas, sin ningún sentido técnico o económico, las que favorecen uno u otro sistema de movilidad. Y por ello las que marcan el futuro.

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