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Planta de baterías en Cataluña, en Palencia, ¿o en Madrid?
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Planta de baterías en Cataluña, en Palencia, ¿o en Madrid?

Volkswagen ya busca alternativas para la planta de baterías anunciada el pasado 5 de marzo en Martorell

Foto: Esta era la foto el pasado día 5 de marzo con la visita a la fábrica de Martorell para el anuncio de la planta de baterías.
Esta era la foto el pasado día 5 de marzo con la visita a la fábrica de Martorell para el anuncio de la planta de baterías.

Las ventas de coches en Europa cayeron el pasado mes de febrero un 19,3 % en relación con las cifras logradas en 2020, previas a la crisis del coronavirus, lo que ha supuesto el peor registro desde el año 2013 al matricularse solo 771.486 vehículos. En Italia cayeron un 12,3 %, en Alemania un 19 % y en Francia casi un 21 %. Pero el peor dato de los grandes mercados es el que registra España, con un 38, 4% de caída, el doble de lo que cae el mercado alemán, el más grande de Europa.

Y si se analizan las cifras del acumulado del año, tras los dos primeros meses, la reducción de las ventas es de un 21.7 % en el conjunto de la Unión Europea, mientras que las de España están un 44,6 % por debajo de las logradas en los dos primeros meses de 2020.

Es decir, que el mercado del automóvil en España está cayendo el doble que el del conjunto de la Unión Europea. Y eso es un problema, porque si se venden pocos coches en Europa y se venden aún menos en España, nuestro mercado doméstico, para qué vamos a hacer más coches en nuestras factorías. Y ese es uno de los pilares de nuestra economía, fabricar muchos coches.

Parece que nuestros políticos viven en otra realidad, diferente a la de la economía del día a día. Viven más en su economía particular, la de mantener sus puestos muy bien remunerados y su jubilaciones máximas o sus coches con chófer, sin importarles lo que les ocurre al resto de ciudadanos que, por suerte, no se dedican a la política.

El sector del automóvil, más allá de la grave crisis sanitaria y económica provocada por el COVID 19, algo de alguna manera imprevisto, vive una gran revolución que se llama electrificación. Los planes anunciados por todos los fabricantes a nivel internacional dejan muy claro que, en pocos años, no habrá coches que no sean eléctricos en venta.

Electrificación

Volvo, por ejemplo, venderá el 50% de sus coches eléctricos en 2025 y desde 2030 no tendrá a la venta ningún vehículo con motor de combustión. En el caso de Porsche, el 80% de sus ventas serán de coches eléctricos en 2030. Y el resto de fabricantes internacionales van en esa misma línea. Pero nuestros políticos no se han debido dar cuenta de esta revolución que, si no se espabilan, dejará a España muy tocada en su futuro.

El primer aviso fue Nissan y su factoría de Barcelona, era la primera llamada de atención, pero los políticos entonces estaban más pendientes de sus temas políticos, de Independencia, de presos políticos y de las elecciones para asegurarse sus puestos de trabajo. Y ya tenemos encima de la mesa el segundo aviso, en Valencia. En este caso la planta de Ford en Almussafes ha presentado un ERE para el 10% de la plantilla, 630 trabajadores.

Pero nuestros políticos siguen pensado solo en la política, que para ellos no es otra cosa que sus puestos de "trabajo" muy bien pagados y el de sus amigos y familiares. Pero la revolución eléctrica sigue adelante sin parar. Alemania, Francia o Italia siguen dando su pasos firmes en este sentido, apoyando su mercado, mejorando su infraestructura de recarga y preparando proyectos para sacar adelante este sector.

Sin embargo, en España solo se piensa en política, en sus puestos. El primer anuncio de una fábrica de baterías, vital para el futuro del sector, se ha hecho de manera que no ha creado más que polémica por el apoyo a Cataluña frente al resto de España. Pero, "¿por qué se anunció para Cataluña el pasado 5 de marzo? Pues por un interés político, era la semana previa a la investidura del nuevo presidente de la Generalitat y era una baza más de Salvador Illa para poder optar al puesto de Presidente.

Ahora, el PSOE negocia una moción de censura para cambiar el gobierno de la Comunidad de Castilla y León. Pues bien, para este martes está prevista una visita, similar a la que se montó en Martorell para anunciar aquella fábrica. En este caso el Rey de España y Pedro Sánchez acuden con Luca de Meo, CEO del grupo Renault, a visitar la fábrica de Renault en Palencia. Y es muy probable que se anuncie una fábrica de baterías o un fuerte impulso a la producción de coches eléctricos en las plantas de Valladolid y Palencia.

Solo política

Pero queda la jugada maestra. Al menos si yo fuera Redondo, para el próximo 29 de abril organizaría una visita del Rey de España, con Pedro Sánchez, a la planta del Grupo Stellantis en Madrid. En ella se podría anunciar una fábrica de baterías en Madrid. Un argumento más para que Gabilondo pueda ser presidente de la Comunidad de Madrid en las elecciones del 4 de mayo. Igual que en la factoría de Seat estuvo Herbert Diess y en la de Renault estará Luca de Meo, qué mejor que invitar a la planta de Madrid a Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ese día.

El sector del automóvil, como el del turismo, la hostelería o el agroalimentario no les importa lo más mínimo, solo les importa la política, sus amigos, sus subvenciones a las compañías y ONG afines. Eso, y que todos los ciudadanos paguemos cada día más impuestos para pagar esa fiesta tan indecente. Porque, se acuerdan de lo de la fábrica de baterías de Martorell anunciada el pasado 5 de marzo. Pues según las últimas noticias del sábado pasado, desde el Grupo Volkswagen ya se están planteando otras ubicaciones para dicha planta, en el sur de Francia o incluso en Portugal.

Las ventas de coches en Europa cayeron el pasado mes de febrero un 19,3 % en relación con las cifras logradas en 2020, previas a la crisis del coronavirus, lo que ha supuesto el peor registro desde el año 2013 al matricularse solo 771.486 vehículos. En Italia cayeron un 12,3 %, en Alemania un 19 % y en Francia casi un 21 %. Pero el peor dato de los grandes mercados es el que registra España, con un 38, 4% de caída, el doble de lo que cae el mercado alemán, el más grande de Europa.

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