El plan de ayuda imparable al sector de automoción

El Gobierno de Pedro Sánchez decidió desde su llegada a Moncloa apoyar al sector del automóvil a todos los niveles y la verdad es que está cumpliendo su palabra. Gracias a este fuerte apoyo institucional, el panorama al que se enfrenta el sector de automoción es realmente bueno. Caída de ventas de un 35,9% en 2021 respecto a las cifras de 2019, subida de un 25% del precio de los combustibles, incremento del precio de la electricidad de un 45% en el último año. Y lo mejor aún está por llegar, con la subida del impuesto al diesel y la del Impuesto de Matriculación, ambas anunciadas por el Gobierno. Y el compromiso con Bruselas de implementar en julio de 2024 los peajes en todas las autovías

A todo esto no hay un Plan Renove y el Plan Moves para apoyar la venta de coches eléctricos e híbridos enchufables todavía no ha sido implementado por ninguna comunidad autónoma. Ante este cúmulo de circunstancias de apoyo, ¿quién no se va a comprar un coche nuevo en los próximos meses?

Con una situación tan delicada, creo que pocos españoles se van a plantear comprar coche, pero lo peor es que si alguno se aventura a hacerlo, ¿qué tipo de coche se va a comprar? Por mi trabajo, cada día tengo preguntas de amigos y compañeros sobre qué tipo de coche comprar, y cada vez me resulta más difícil dar una respuesta precisa. Antes, las preguntas eran si comprar un Seat, un Renault o un Citroën, y más recientemente si mejor un monovolumen, un familiar o un todocamino.

Ahora ya todo eso es lo de menos, ahora la cuestión es si compro uno de gas, un eléctrico o un híbrido. Y la pregunta siempre lleva añadido un "con este coche voy a poder entrar en las grandes ciudades, podré aparcar? Para todas las otras preguntas siempre he tenido una respuesta en base a las necesidades del peticionario. Pero ahora no tengo una respuesta fiable, porque dependiendo de cómo se levante el ministro de turno la política cambiará en un sentido o en otro.

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EFE

Por ello, la única respuesta que tengo ahora para las personas que me preguntan, y una vez aclarado que no tengo ni idea de lo que va a pasar en los próximos meses, que no tengo una bola de cristal, mi consejo es siempre el mismo: comprar un coche por renting, a tres o cuatro años, y entonces volver a tomar una decisión cuando las cosas estén más claras.

Hace unas semanas la ministra de Industria Reyes Maroto decía que había que trasladar a la sociedad un mensaje claro sobre el automóvil y de apoyo al sector. Y realmente no se puede hacer mejor que como lo está haciendo el Ejecutivo de Sánchez. Los mensajes son clarísimos, hay que acabar con el automóvil de uso privado, usar el transporte público o la bicicleta. Y como tema secundario hay que subir todos los impuestos del automóvil, pero también los de la electricidad (para los coches eléctricos), del gasóleo (para los coches diesel) o de la gasolina (para los vehículos híbridos o de gasolina). Y también el impuesto sobre emisiones de CO2 y el de Matriculación.

Sindicato UGT

El sindicato socialista UGT tampoco parece estar muy de acuerdo con la política del Gobierno en torno al automóvil. La razón es clara, si se venden menos coches, harán falta menos trabajadores para construirlos. Y no hay que olvidar que España es el segundo fabricante europeo de automóviles y primero en cuanto a vehículos comerciales.

En este sentido, la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, UGT FICA, ha pedido al Gobierno que no suba el impuesto de matriculación, ya que, a su juicio, no sería "coherente" aplicar un incremento impositivo que afectaría negativamente a las ventas, a la producción de automóviles y como consecuencia al empleo, en un momento en el que la industria aún no se ha recuperado de los efectos de la pandemia. UGT ha reclamado al Ejecutivo que apueste directamente por impulsar la recuperación del sector automovilístico español abordando medidas consensuadas con los agentes sociales.

El sindicato entiende que en el momento actual es preciso articular medidas de apoyo a la industria en lugar de optar por encarecer el precio de los vehículos, tal y como están haciendo buena parte de los países europeos. De lo contrario, la medida contraerá aún más las ventas y, en consecuencia, afectará a la producción y al empleo.

La subida del Impuesto de Matriculación es la que se lleva aplicando desde enero por el aumento de las emisiones de los coches al usar el nuevo ciclo de homologación WLTP. El Gobierno estuvo los últimos meses de 2020 explicando a la sociedad que estaba estudiando cómo evitar esa subida de impuestos. Pero el 1 de enero entró en vigor porque el Gobierno no encontró una forma legal de evitarlo. Sin embargo Francia o Italia, entre otros, la encontraron fácilmente, solo cambiando los tramos del impuesto en función de las nuevas emisiones.

A finales de mayo una iniciativa del PDeCAT en el Congreso, que contó con los votos del PP, Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos, PRC y el propio PDeCAT, permitió que se paralizara esta subida. PSOE y Unidas Podemos votaron en contra y el PNV se abstuvo. Ahora, los socialistas han movido ficha para que la subida del impuesto de Matriculación se vuelva a aplicar. La cuestión será si los indultos sirven como suficiente moneda de cambio para que PDeCAT y ERC sigan apoyando al Gobierno y acepten poner en peligro el futuro de Seat y de las otras fábricas instaladas en España.