Es noticia
Los nuevos 'futuros sobre viviendas' vaticinan la mayor depreciación en la Historia de EEUU
  1. Mundo
  2. Crónicas del Imperio
Tribunas EC

Crónicas del Imperio

Por

Los nuevos 'futuros sobre viviendas' vaticinan la mayor depreciación en la Historia de EEUU

Dos días después de que uno de los economistas más prestigiosos de Estados Unidos anunciara esta semana que la depreciación de la vivienda en este país

Dos días después de que uno de los economistas más prestigiosos de Estados Unidos anunciara esta semana que la depreciación de la vivienda en este país puede terminar en una crisis comparable a la Gran Depresión, su nuevo mercado de futuros corroboraba sus mayores temores.

El pasado miércoles, un día después de que Bernanke bajara los tipos de interés, el famoso Robert Shiller compareció ante un panel organizado por el Congreso norteamericano.

Shiller, que anticipó el estallido de la burbuja tecnológica de 2001, se han consagrado como la gran autoridad del sector inmobiliario norteamericano debido a los análisis sobre el mercado de la vivienda en Estados Unidos que comenzó hace 20 años.

Ante el panel, Shiller anunció que la depreciación de la vivienda, y no las prácticas abusivas de los prestamistas depredadores, es la causa principal de la crisis hipotecaria, añadiendo que una continua bajada de los precios podría desencadenar otras y peores crisis.

“Temo que el colapso en los precios de la vivienda pueda convertirse en el más grave desde la Gran Depresion”, dijo a miembros del Congreso.

Los temores de Shiller a una depreciación inmobiliaria comenzaron a escucharse en algunos medios de comunicación norteamericanos en el verano de 2005, cuando el optimismo reinaba aún entre los principales agentes del sector, que actuaban movidos por el entusiasmo de ver unos precios en constante crecimiento.

Para Shiller este entusiasmo trajo consigo una euforia especulativa que infló los precios de la vivienda un 86% entre 1998 y principios de 2006, cuando se registraron máximos históricos.

A principios de 2006, tal y como había anticipado Shiller un año antes, comenzó la depreciación. Desde entonces, el valor real del mercado ha perdido un 6,5%, según Shiller. De acuedo con la Asociación Nacional de Entidades Inmobiliarias, si en 2005 el precio medio de las nuevas viviendas unifamiliares en Estados Unidos era de 248,671 dólares, en 2006 éste bajó a 246,500 dólares, y las ventas de las mismas bajaron un 18% de un año para otro.

En medio de esta caída, en marzo de 2006, la empresa de Shiller, Macromarkets LLC, creó, en colaboración con Standard & Poors de Nueva York, los índices S&P/Case-Shiller, que reflejan la evolución del valor inmobiliario de los diez centros urbanos más importantes del país (Nueva York, Boston, Washington, Miami, Chicago, Denver, Las Vegas, Los Ángeles, San Francisco y San Diego).

Dos meses después, Macromarkets y el Chicago Mercantile Exchange, CME, el mayor centro de derivados del mundo, crearon los contratos de futuros y opciones sobre estos índices con el objetivo de mitigar el riesgo de las inversiones inmobiliarias.

“Hace 20 años hubiera sido imposible ”, dijo Shiller a la CNBC el pasado marzo. “Pero ahora podemos medir con precisión los precios de las casas en cada una de estas ciudades. Es un triunfo de la econometría y de las bases de datos electrónicas”.

El desarrollo de este mercado permitirá a inversores de activos inmobiliarios norteamericanos reducir los riesgos de su inversión inherentes a una bajada de precios en el mercado inmobiliario, mediante la venta de futuros sobre los índices S&P/Shiller-Case.

El pasado viernes en el CME, el mercado de futuros sobre índices Shiller reflejó las expectativas de los traders: los precios de la vivienda caerán hasta más de un 20% en San Francisco y en Miami, y un 10% en otras ciudades. Los niveles no se recuperarán hasta el 2011, según informaba Reuters.

Dos días después de que uno de los economistas más prestigiosos de Estados Unidos anunciara esta semana que la depreciación de la vivienda en este país puede terminar en una crisis comparable a la Gran Depresión, su nuevo mercado de futuros corroboraba sus mayores temores.