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Gallardón contra la Ciudad del Futuro

En la carrera para albergar los Juegos Olímpicos de 2016, Alberto Ruiz-Gallardón cuenta con un difícil rival en Chicago, que muestra estas semanas a la comunidad

En la carrera para albergar los Juegos Olímpicos de 2016, Alberto Ruiz-Gallardón cuenta con un difícil rival en Chicago, que muestra estas semanas a la comunidad olímpica internacional su determinación para convertir a la “Ciudad Norteamericana del Futuro” en sede olímpica.

Chicago atrae estos días la atención de la comunidad olímpica internacional como sede del Campeonato Mundial de Boxeo, que se celebra desde el pasado lunes, y en el que participan 700 boxeadores de 120 países (ocho de ellos españoles). La inauguración contó con la asistencia de miembros del Comité Olímpico Internacional, del mítico boxeador, Muhammad Ali, y, por supuesto, del alcalde de Chicago, Richard M.Daley, que aprovechó para promocionar la candidatura olímpica de la ciudad.

La posibilidad de hospedar unos Juegos Olímpicos brinda a Daley la mejor oportunidad para el desarrollo económico y urbano de zonas actualmente deprimidas. Y lo que es más importante, sería la ocasión perfecta para mostrar al mundo entero un legado de más de 20 años.

A principios de este año, el popular político demócrata Daley fue reelegido alcalde de Chicago con una aplastante mayoría absoluta. Los votantes atribuyen a las casi dos décadas del gobierno de Daley la profunda transformación de una ciudad, que ha pasado de ser un centro industrial del medio oeste americano a consolidarse como uno de los 10 centros económicos más importantes del mundo, según los rankings de ciudades de Standard & Poor’s.

El éxito de Chicago comienza ahora a reconocerse en multitud de medios de comunicación internacionales. La revista Foreign Direct Investment, una publicación del Financial Times, calificó recientemente a Chicago como “Ciudad Norteamericana del Futuro” 2007/08. Por su parte, la revista The Economist publicó el año pasado un extenso reportaje sobre la ciudad titulado, “Una Historia de Éxito”.

Pese a sus recientes reconocimientos, la ciudad se enfrenta a poderosos rivales. Según dijo la semana pasada en Chicago el noruego Gerhard Heiberg, miembro del Comité Olímpico Internacional, las ciudades que encabezan la candidatura del 2016 son Río de Janeiro, Chicago, Madrid y Tokyo.

Para Heiberg, el hecho de que los Olímpicos de Invierno del 2014 hayan ido a parar a Sochi en Rusia, siembra dudas sobre la candidatura de Madrid. “No tengo expectativas de que 2016 vaya a parar a Europa,” dijo Heiberg este verano en la ciudad de Guatemala.

Por su parte, la candidatura de Chicago también cuenta con desventajas. Todavía no se han construido las infrastructuras olímpicas, como la villa, el estadio y el centro acuático, cuyo coste se sitúa en torno a los 2.900 millones de dólares. Además, la dificultad para obtener visas para deportistas y visitantes, así como las excesivas medidas de seguridad, podrían dañar el dinamismo y el carácter abierto del evento.

El éxito de la candidatura depende de la élite empresarial de Chicago, después de que en el 2006 Daley prometiera no tocar los fondos públicos de la ciudad. No es casualidad que Daley colocara al mando de Chicago 2016 -la organización a cargo de la candidatura- al influyente empresario, Pat Ryan, presidente y consejero delegado de Aon Corporation, una de las mayores aseguradoras del país.

En declaraciones a El Confidencial, Patrick Sandusky, portavoz de Chicago 2016, dijo que la comunidad empresarial de Chicago ha mostrado un gran apoyo hasta la fecha, en contra de los rumores sobre la falta de ímpetu empresarial en relación con la candidatura.

“Han donado 32 millones de dólares para la promoción de la candidatura, nos han prestado a cientos de empleados que nos han dedicado miles de horas de trabajo”, dijo Sandusky. “Sus servicios, sus estrategias, sus planes arquitectónicos han sido increibles”.

Lo verdaderamente increíble es contemplar la colaboración de una comunidad empresarial con un alcalde consagrado a ganar unas olimpiadas para enseñar al mundo su modelo de ciudad global del siglo XXI. Gran ejemplo.

En la carrera para albergar los Juegos Olímpicos de 2016, Alberto Ruiz-Gallardón cuenta con un difícil rival en Chicago, que muestra estas semanas a la comunidad olímpica internacional su determinación para convertir a la “Ciudad Norteamericana del Futuro” en sede olímpica.