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La construcción de una mezquita en la zona cero de NY sacude a la opinión pública
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Cristina Fernández

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La construcción de una mezquita en la zona cero de NY sacude a la opinión pública

Casi 4.000 soldados musulmanes sirven en las filas estadounidenses en Irak y Afganistán. Cientos de organizaciones civiles trabajan repartidas por todo el país con jóvenes y

Casi 4.000 soldados musulmanes sirven en las filas estadounidenses en Irak y Afganistán. Cientos de organizaciones civiles trabajan repartidas por todo el país con jóvenes y mayores, en escuelas, bibliotecas y centros de salud. Hasta siete millones de musulmanes americanos han llegado a todas las capas de actividad profesional de Estados Unidos.

 

A pesar de la labor civil de organizaciones y centros religiosos musulmanes, un sector de la sociedad y política norteamericana ve en esta convivencia una amenaza para el país. Un congresista lo definió como una "guerra contra la supervivencia en EEUU". Sarah Palin hizo otra traducción. La construcción de una mezquita en las cercanías de la 'Zona Cero' en Manhattan, Nueva York, le parece "una puñalada en el corazón" y una provocación "innecesaria". Para que quedara clara su postura, lo publicó en su perfil de Twitter.

Pero, ¿qué obtienen estos políticos con su oposición a la construcción de una mezquita? Según Ibrahim Ramey del programa de Derechos Humanos y Civiles de la Asociación Musulmana Americana. está claro que no toda la polémica tiene que ver con la religión. "Desde hace diez años viene creciendo una fuerza política conservadora muy reaccionaria en Estados Unidos. Han intentado criminalizar a la comunidad musulmana y no todo se debe al 11 de Septiembre". Según el experto, las reacciones también se deben a la postura diferente que han adoptado muchos musulmanes americanos con respecto al conflicto entre Israel y Palestina

"El hecho de que no estemos de acuerdo en decisiones políticas con respecto a Irak o Afganistán no significa que nos puedan denegar nuestros derechos", lamenta Ramey. "Lo que pretenden es que a los ciudadanos musulmanes no se les trate con igualdad". Organizaciones como la Asociación Musulmana Americana o la Iniciativa Córdoba se apoyan en el derecho a la libertad religiosa que garantiza la Constitución estadounidense a todos los ciudadanos. 

Entre los políticos que apoyan la construcción de la mezquita está el mismo alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Durante su comparecencia  ante los medios para defender la propuesta de la Iniciativa Córdoba, lanzó una pregunta al aire. "En el calor del debate se ha perdido una cuestión fundamental", lamentó Bloomberg. "¿Debería el gobierno negar a ciudadanos independientes el derecho a construir un centro religioso en su propiedad, basándose en su religión? Puede que eso ocurra en otros países, pero nunca deberíamos dejar que pase aquí". 

Obama defiende el proyecto

Ayer por la noche el presidente Obama apoyó el proyecto de la mezquita desde un evento que conmemoraba el primer día del Ramadán. "Como ciudadano y como presidente, creo que los musulmanes tienen el mismo derecho a practicar su religión que cualquier otro ciudadano de este país", declaró. "Eso incluye el derecho a construir un lugar de culto y un centro comunitario en una propiedad privada en Manhattan y de acuerdo con las leyes locales".

En contra, y liderados por la derecha más conservadora, los que defienden que el centro musulmán sólo inspirará nuevos ataques en Estados Unidos. Diversos estudios han demostrado el valor de las aportaciones de la comunidad musulmana a la sociedad norteamericana, pero los 139 musulmanes americanos que han cometido actos relacionados con violencia terrorista o acusados de ello no ayudan. "La cifra es muy pequeña en comparación con otros crímenes violentos, pero no es insignificante. El terrorismo con raíces americanas es un problema serio, pero limitado", concluía un estudio reciente de la Universidad de Duke (PDF). 

La construcción de la mezquita en Manhattan, propuesta por la Iniciativa Córdoba, quizás sea el símbolo que necesitaban algunos políticos para movilizar a sus bases. Los medios de comunicación también han reaccionado. Las cadenas de televisión estadounidenses llevan varias semanas siguiendo el caso de la mezquita de Nueva York, pendientes de si se aprobaba el derrumbe del edificio que todavía ocupa su lugar (Imagen). Otros medios han sentado a la mesa a familiares de víctimas del 11-S que están a favor y en contra del centro religioso. 

Para Ramey, esa es la tarea pendiente que esconde este debate: "La cuestión de no herir la sensibilidad de las víctimas es algo que todavía debemos responder, pero nadie habla tampoco de las víctimas musulmanas de los ataques a las torres. La hostilidad que estamos recibiendo viene de una campaña coordinada políticamente, nada más".

Las organizaciones musulmanas han mostrado su rechazo a los ataques que llegan de ciudadanos anónimos, de las filas del Tea Party e incluso de sus portavoces. El pasado mes de mayo el portavoz nacional para el movimiento Tea Party declaró que "Alá es un mono y los musulmanes sus animales". Recibió quejas dentro del propio movimiento y por todo el país. Por su parte, Ramey lamenta haber escuchado cosas parecidas en la calle y en los medios de comunicación. "Vemos que hay también un componente racial en esto. Muchos de los ataques tienen un componente político o religioso, pero también racial".

La oposición a la mezquita y las tensiones con la comunidad musulmana no son un fenómeno nuevo. Diversas organizaciones denuncian que desde el 11 de Septiembre, cada vez más musulmanes se ven afectados por hechos de discriminación en Estados Unidos. Diferentes centros en California, Georgia o Tennessee han sufrido el rechazo de autoridades locales. Sea un cementerio o un anexo a la mezquita, se han topado con la prohibición de edificar en suelo que ya les pertenece. 

En declaraciones a la CNN, el portavoz de Park 51 -la dirección que ocupará la nueva mezquita en Nueva York- reconoció que no han seguido la mejor estrategia. "Podíamos haber hecho un mejor trabajo para explicar al resto del país cuáles son nuestras intenciones", afirmó Oz Sultan. Entre la vorágine de vídeos colgados en internet, noticias en televisión y textos que retratan la postura del político de turno, queda poco espacio para explicar que el proyecto de 100 millones de dólares incluirá una guardería, una biblioteca, una piscina y un gimnasio aparte del centro de culto. Ni que pedirán parte de la financiación al presupuesto del Departamento de Estado para proyectos que luchan contra el terrorismo. Ni que el fundador de la Iniciativa Córdoba, Feisal Abdul Rauf, participa en viajes de la administración norteamericana para conciliar el Islam con Occidente.

 

Casi 4.000 soldados musulmanes sirven en las filas estadounidenses en Irak y Afganistán. Cientos de organizaciones civiles trabajan repartidas por todo el país con jóvenes y mayores, en escuelas, bibliotecas y centros de salud. Hasta siete millones de musulmanes americanos han llegado a todas las capas de actividad profesional de Estados Unidos.

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