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Los republicanos y las tonterías peligrosas con China

China es el nuevo blanco de la retórica republicana extrema. "Una tontería peligrosa que podría tener repercusiones extremadamente severas”, en palabras de Henry Kissinger

Foto: Oficiales y soldados del Ejército Popular de China sostienen una bandera durante los ensayos para un desfile conmemorativo en una base de Pekín (Reuters).
Oficiales y soldados del Ejército Popular de China sostienen una bandera durante los ensayos para un desfile conmemorativo en una base de Pekín (Reuters).

Dado que hemos observado que 17 candidatos republicanos intentan hacerse notar y que 16 de ellos sudan tinta para competir con Donald, no debería sorprendernos escuchar una retórica alocada e ideas disparatadas. Recientemente, Chris Christie ha propuesto que todas las personas que entren legalmente en Estados Unidos deben ser rastreadas cada minuto, como los paquetes de FedEx. Mike Huckabee ha comparado a Planned Parenthood (Planificación de la Paternidad) con el Estado islámico, ya que ambos “decapitan a las personas”. Y todavía no llegué a Donald Trump.

La mayor parte de este extremismo ha sido confirmado por los inmigrantes, especialmente, los mexicanos. Es crudo y aborrecible pero, en definitiva, inconsecuente. Las políticas propuestas nunca podrían ser promulgadas o implementadas. A pesar de que los mexicanos estarán profundamente ofendidos, y con razón, su país debe encontrar una manera de hacer las paces con su vecino gigante del norte. Nada de esto es cierto con respecto a China, el nuevo blanco de la retórica republicana extrema. Actualmente, China es la segunda mayor economía del mundo; posee casi dos veces y medio el tamaño de la próxima más grande: Japón. Aún si el crecimiento ralentiza sustancialmente, China continuará provocando efectos radicales en el sistema global.

Scott Walker ha declarado que la próxima visita de Estado del presidente de China, Xi Jinping, debería ser cancelada. Marco Rubio permitiría la visita de Xi pero degradaría su viaje y lo utilizaría como una oportunidad de “hablar francamente con este gobernador autoritario”. En un discurso destinado a resumir su política exterior, Rubio argumentó que China era “una amenaza creciente a nuestros intereses económicos” y “un peligro creciente para nuestra seguridad nacional”. Christie explicó que Washington necesita un “enfoque militar” hacia China. Trump va más allá y es incluso más tosco.

Pregunté al estadista de política exterior de más alto rango del Partido Republicano, Henry Kissinger, su opinión acerca de esta retórica. “Es una tontería”, dijo, “pero una tontería peligrosa. Podría tener repercusiones extremadamente severas”. También le pregunté a Hank Paulson, quien fue secretario del Tesoro del Partido Republicano, que ha visitado China más de cien veces en los últimos 25 años y ha negociado con los chinos como hombre de negocios y funcionario del Gobierno. “Esta cumbre tiene una gran importancia para ambos países, ofrece una oportunidad para lograr que se lleven a cabo acciones relevantes. Es principalmente significativa, ya que China está experimentando algunos problemas económicos; si los menospreciamos o se nos va la mano, tal vez cuestionaran su capacidad para trabajar con nosotros. Eso sería terrible para ambas naciones”.

Parte del problema es que el Gobierno de China continúa siendo una caja negra y pocas personas comprenden lo que está sucediendo allí, lo cual facilita a atribuir intenciones malignas a cada movimiento de Pekín. Tomemos, por ejemplo, la decisión reciente del Banco Central chino de permitir la devaluación de su moneda, que fue inmediatamente denunciada por los políticos en Washington como un esfuerzo de inundar al mercado estadounidense con bienes baratos.

En los últimos años, el yuan se valoró sustancialmente contra el dólar y el yen. Aparentemente, el Ejecutivo chino respondía a la presión occidental de permitir que gobernaran las fuerzas del mercado, lo cual en este caso hizo que la moneda se devaluara. Esta es la razón de que el Fondo Monetario Internacional elogiase la decisión de Pekín de devaluar. Y cuando la devaluación del yuan fue excesiva, China invirtió cerca de 200.000 millones de dólares en tratar de sostenerlo. Extrañas acciones para un gobierno que trata de devaluar. En cuanto al mercado de valores, las políticas de Pekín han sido irregulares e ineficaces; lo que no significa que sean malas.

“De acuerdo a la retórica que he escuchado”, me dijo Kissinger, “uno podría imaginarse que China ha decidido embarcarse en una serie de políticas, económicas y militares, que amenazan a los Estados Unidos. Lo que sucede realmente es que China se encuentra en medio de una enorme transformación, económica y política... El desorden interno actual en el país solamente se puede comparar con la revolución cultural”. También señaló que sería mucho mejor para Estados Unidos que China realice esta transición hacia una economía más estable de manera exitosa; sería peor que fracasara.

La retórica de los republicanos acerca de China, México y la inmigración, revela un fallo en la visión ideológica del partido y en la disciplina interna. Los republicanos han estado a favor del internacionalismo, compromiso y la libertad de mercado durante décadas. Es bastante probable que en 2016 el nominado del partido para la carrera presidencial sea un populista, nativista y proteccionista.

Las consecuencias de este nuevo clima causado por querer apalizar a China podrían ser graves. “Podría suceder que, con el tiempo, determinemos que no es posible cooperar con China”, dijo Kissinger. “Sin embargo, debemos agotar cada esfuerzo para entablar una relación seria y constructiva. De no ser así, surgirán tensiones, los malos entendidos crecerán y temo que nos encontraríamos en un clima similar al de Europa antes de la Primera Guerra Mundial; una guerra que nadie quiso pero nadie supo cómo detener”.

© 2015, The Washington Post Writers Group

Dado que hemos observado que 17 candidatos republicanos intentan hacerse notar y que 16 de ellos sudan tinta para competir con Donald, no debería sorprendernos escuchar una retórica alocada e ideas disparatadas. Recientemente, Chris Christie ha propuesto que todas las personas que entren legalmente en Estados Unidos deben ser rastreadas cada minuto, como los paquetes de FedEx. Mike Huckabee ha comparado a Planned Parenthood (Planificación de la Paternidad) con el Estado islámico, ya que ambos “decapitan a las personas”. Y todavía no llegué a Donald Trump.