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La América media se está suicidando
Los estadounidenses blancos de mediana edad están muriendo a una velocidad alarmante. No así negros, hispanos y miembros de otras minorías. La razón puede estar en las expectativas
¿Por qué la América media se está suicidando? Este hecho en sí es probablemente el mayor descubrimiento en ciencias sociales en años. Ya está remodelando la política estadounidense. Jeff Guo, del 'Washington Post', indica que la gente que compone esta cohorte son “en gran parte responsables de que Donald Trump vaya el primero en la carrera por la nominación republicana para presidente”. La pregunta clave es por qué, y al explorarla, encontramos respuestas que sugieren que la rabia que domina la política americana va a empeorar.
Durante décadas, la gente de los países ricos ha vivido vidas más largas. Pero en un artículo académico ahora famoso, los economistas Angus Deaton y Anne Case indican que a lo largo de los últimos 25 años, un grupo -los blancos de mediana edad en América- consituye una tendencia alarmante. Están muriendo en cifras récord. Y las cosas son mucho peor para aquellos con solo un diploma de instituto de educación secundaria o inferior. Hay algunas dudas sobre estos cálculos, pero incluso el principal crítico del artículo reconoce que, se mida como se mida, “el cambio, comparado con otros países y grupos, es enorme”.
Las principales causas de muerte son tan chocantes como el propio hecho: suicidio, alcoholismo y sobredosis de prescripciones y drogas ilegales. “La gente parece estar suicidándose, lenta o rápidamente”, me dijo Deaton. Estas circunstancias están causadas habitualmente por el estrés, la depresión y la desesperación. El único aumento comparable en muertes en un país industrializado tuvo lugar entre los rusos varones tras el colapso de la Unión Soviética, cuando las tasas de alcoholismo se dispararon.
Este fenómeno solo es comparable al que se dio entre los varones rusos tras el colapso de la URSS, cuando las tasas de alcoholismo se disparaon
Una explicación convencional para este estrés y ansiedad de la clase media es que la globalización y el cambio tecnológico han incrementado las presiones sobre el trabajador medio en una nación industrializada. Pero esta tendencia está ausente en cualquier otro país occidental, es un fenómeno exclusivamente americano. Y los Estados Unidos están en realidad relativamente aislados de las presiones de la globalización, al tener un mercado interno amplio y autosuficiente. El comercio solo supone el 23% de la economía estadounidense, comparado con el 71% en Alemania y el 45% en Francia.
Daton especuló para mí que tal vez el Estado de bienestar en Europa puede reducir algunos de los miedos asociados con un cambio rápido. Cree que en América, los doctores y las compañías farmacéuticas son demasiado proclives a lidiar con el dolor físico y psicológico prescribiendo drogas, incluyendo poderosos y adictivos opiáceos. La introducción de drogas como el OxyContin, un calmante similar a la heroína, coincide con el inicio del auge de las tasas de muertes.
¿Por qué solo blancos?
Pero ¿qué explica el hecho de que no vemos esta tendencia en otros grupos étnicos estadounidenses? Mientras las tasas de mortalidad entre blancos de mediana edad se han mantenido estables o han aumentado, las tasas para hispanos y negros han continuado declinando de forma significativa. Estos grupos viven en el mismo país y se enfrentan a mayores presiones económicas que los blancos. ¿Por qué no están igual de desesperados?
La respuesta puede estar en las expectativas. La antropóloga de Princeton Carolyn Rouse me sugirió, por correo electrónico, que otros grupos pueden no tener las mismas expectativas de que sus ingresos, estándares de vida y estatus social estén destinados a mejorar de forma estable con el tiempo. No tienen la misma confianza en que si trabajan duro, sin duda saldrán adelante. De hecho, Rouse dice que tras cientos de años de esclavitud, segregación y racismo, los negros han desarrollado formas de afrontar la decepción y las injusticias de la vida: la familia, el arte, el discurso de protesta y, sobre todo, la religión.
“Habéis sido los veteranos del sufrimiento creativo”, dijo Martin Luther King a los afroamericanos en su discurso 'Tengo un sueño' de 1963: “Seguid trabajando con la fe de que el sufrimiento inmerecido es redentor”. Escribiendo en 1960, King explicó el asunto en términos personales: “A medida que mis sufrimientos aumentaban, me di cuenta rápidamente de que había dos formas en las que podía responder a mi situación: o reaccionar con amargura o buscar transformar el sufrimiento en una fuerza creativa… Así que, como el apóstol Pablo, puedo decir ahora humilde pero orgullosamente: 'Llevo en mi cuerpo las cicatrices de Jesús Nuestro Señor”.
Tras siglos de esclavitud y racismo, los negros han desarrollado formas de afrontar las injusticias de la vida: la familia, el arte, la protesta y la religión
La experiencia hispana e inmigrante en América es diferente, naturalmente. Pero de nuevo, pocos de estos grupos creen que su lugar en la sociedad esté asegurado. Las minorías, por definición, están al margen. No asumen que el sistema haya sido establecido para ellos. Lo intentan con todas sus fuerzas y esperan tener éxito, pero no lo esperan como algo por norma.
América está experimentando un gran cambio de poder. Los blancos de clase trabajadora no se ven a sí mismos como una élite. Pero, en cierto sentido, lo eran, indudablemente comparados con los negros, hispanos, nativos americanos y la mayoría de los inmigrantes. Eran el centro de la economía de América, su sociedad, y de hecho su propia identidad. Ya no lo son. Donald Trump ha prometido que va a cambiar esto y les hará ganar de nuevo. Pero no puede. Nadie puede. Y en el fondo de su ser, lo saben.
¿Por qué la América media se está suicidando? Este hecho en sí es probablemente el mayor descubrimiento en ciencias sociales en años. Ya está remodelando la política estadounidense. Jeff Guo, del 'Washington Post', indica que la gente que compone esta cohorte son “en gran parte responsables de que Donald Trump vaya el primero en la carrera por la nominación republicana para presidente”. La pregunta clave es por qué, y al explorarla, encontramos respuestas que sugieren que la rabia que domina la política americana va a empeorar.