Es noticia
Alemania recupera para el Gobierno a Jörg Asmussen, su 'estrella' del BCE
  1. Mundo
  2. Europa Europa
Aurora Mínguez

Europa Europa

Por
Aurora Mínguez. Berlín

Alemania recupera para el Gobierno a Jörg Asmussen, su 'estrella' del BCE

Alemania ha fichado a Jörg Asmussen, hasta ahora miembro del directorio del Banco Central Europeo, como secretario de Estado en su nuevo Gobierno

Foto: El ya exmiembro del consejo ejecutivo del BCE, Jörg Asmussen (Efe)
El ya exmiembro del consejo ejecutivo del BCE, Jörg Asmussen (Efe)

La gran coalición decepcionará a todos. No podrá ser de otra manera: ni Merkel podrá gobernar como quisiera ni los socialdemócratas podrán imponer el programa con el que acudieron a las elecciones hace tres meses. La búsqueda obligada de consenso en multitud de temas traerá consigo soluciones descafeinadas en muchos casos, que acabarán exacerbando a los sectores afectados. Angela Merkel tendrá que explicar lo inexplicable a los suyos y, a partir de ahora, le resultará más difícil aplicar lo que ha sido su máxima política hasta ahora: “Que la gente esté tranquila”.

Nada más lejos de la realidad. Todavía no han brindado juntos con champán los presidentes de los tres partidos de la Gran Coalición, CDU, SPD y CSU bávara, sellando su pacto de gobierno para esta legislatura que se pone en marcha, a todos los efectos, mañana, con la elección en el Bundestag del nuevo primer ministro de Alemania.

Pero las fuerzas vivas del país ya están poniéndose nerviosas : los empresarios, aunque también el poderosísimo sindicato del metal, IG-Metall, advierten de que la introducción del salario mínimo dentro de dos años va a suponer la destrucción de millones de puestos de trabajo y, sobre todo, va a dificultar la creación de nuevos empleos. De hecho, en el sector del automóvil, los astilleros y la electrónica casi un tercio de los empleados son externos  y temporales, con salarios muy por debajo de la media del sector.

Un fichaje de altura para la 'megacartera' de Trabajo 

Otra pesadilla para la patronal alemana es cómo se va a combinar la reforma laboral en marcha, que pretende favorecer el trabajo fijo y mejor pagado que hasta ahora, con la aplicación de las jubilaciones a los 63 años y sin penalización para quienes hayan trabajado y cotizado 45 años seguidos. Según los primeros cálculos, uno de cada dos hombres y una de cada cinco mujeres en los próximos años podrían acogerse a esta novedad, que amenaza con hacer un buen destrozo en las reservas de la seguridad social alemana. Destrozo que será aún mayor cuando se ponga en marcha la pensión para las madres que prefirieron quedarse en su casa con los hijos en lugar de trabajar fuera y la nueva jubilación ‘social’, destinada a todos aquellos que han tenido siempre sueldos muy bajos.

placeholder Sigmar Gabriel (SPD), Angela Merkel (CDU) y Horst Seehofer (CSU)

La encargada de pilotar este barco tan complicado será una mujer joven, Andrea Nahles, que ha hecho carrera exclusivamente dentro del Partido Socialdemócrata y que, como líder de sus Juventudes, fue especialmente crítica contra la Agenda 2010 de Gerhard Schröder, que revolucionó precisamente las prestaciones sociales y el subsidio de paro.

Muchos ponen en duda que Nahles tenga talla suficiente para esta megacartera de Trabajo y Asuntos Sociales. Probablemente por eso se trae de Fráncfort a Jörg Asmussen, hasta ahora miembro del directorio del Banco Central Europeo (el núcleo duro del BCE, para entendernos), al que nombra secretario de Estado. Asmussen, de 47 años de edad, ocupó ya ese mismo cargo en la Segunda Gran Coalición cuando el socialdemócrata Peer Steinbrück era ministro de Hacienda. Pero Schäuble le mantuvo al llegar al Ministerio, a pesar de su militancia socialdemócrata, y luego premió sus méritos mandándole al BCE. Asmussen ha declarado, por si hay dudas, que las razones de su vuelta a Berlín son puramente personales, porque su familia vive en la capital alemana.

Los planes financieros de la Gran Coalición, con nuevos gastos previstos de, al menos, 23.000 millones de euros, sin que (en teoría) haya aumentos de impuestos y sin que esto suponga un aumento de la deuda pública es algo que no se cree nadie, y tampoco los Cinco Sabios que asesoran al Gobierno alemán. Merkel insiste en que a ella le salen las cuentas, pero el que tendrá que encajarlas será Wolfgang Schäuble, que seguirá al frente del departamento de Hacienda.

Schäuble y su nuevo colega de Economía, Sigmar Gabriel (actual líder del SPD y que será además vicecanciller) también van a defraudar a todos aquellos que se han creído que va a haber una reforma fiscal con un plus de justicia social: según los primeros cálculos, en los próximos cuatro años las clases medias y bajas van a pagar aún más impuestos, especialmente en gastos sociales (hasta mil euros más al año), mientras que las clases más acomodadas seguirán siendo tratadas, fiscalmente hablando, con especial cariño.

Ursula von der Leyen, una digna sucesora de Merkel

Ursula von der Leyen, la primera mujer titular del ministerio de Defensa, va a tener tiempo de sobra para ganar aún más estatura política

Democristianos y socialdemócratas saben que van a decepcionar, tarde o temprano. Esa es la razón por la que Gabriel, el líder del SPD, ha consultado a los militantes de base acerca de si aceptan ese matrimonio de interés con sus rivales políticos. Casi un 76% han votado a favor, pero muchos de ellos sin estar convencidos al cien por cien. La alternativa era otros cuatro años de oposición o unas nuevas elecciones en las que los socialdemócratas acabarían pulverizados.

Para Merkel, tal vez, este será su tercer y último Gobierno y aquel que acabará de diseñar una nueva arquitectura para la Unión Europea. Tal vez en el 2017 le interesará hacer otras cosas, aparte de dar la vuelta al mundo con su marido. Hasta entonces, va a tener tiempo de sobra para ganar aún más estatura política la mujer que puede ser su sucesora y que va a hacer, como Merkel, historia en la República Federal: Ursula von der Leyen, la primera mujer titular del ministerio de Defensa, un departamento que ha acabado con varios de sus responsables. Von der Leyen, menuda, amable y siempre sonriente, madre de siete hijos, hija de un expresidente del estado de Baja Sajonia, médico de profesión, política muy respetada por su rigor y su buen hacer como titular primero de Familia y luego de Trabajo, se configura no sólo como una de las figuras más destacadas y novedosas de la Gran Coalición, sino como una digna heredera de la actual primera ministra alemana.

La gran coalición decepcionará a todos. No podrá ser de otra manera: ni Merkel podrá gobernar como quisiera ni los socialdemócratas podrán imponer el programa con el que acudieron a las elecciones hace tres meses. La búsqueda obligada de consenso en multitud de temas traerá consigo soluciones descafeinadas en muchos casos, que acabarán exacerbando a los sectores afectados. Angela Merkel tendrá que explicar lo inexplicable a los suyos y, a partir de ahora, le resultará más difícil aplicar lo que ha sido su máxima política hasta ahora: “Que la gente esté tranquila”.

Angela Merkel Wolfgang Schäuble Política SPD