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Los 4 escenarios centrales de la noche electoral alemana
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Pablo Pombo

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Los 4 escenarios centrales de la noche electoral alemana

En estas elecciones históricas para el país y para el continente se da una circunstancia poco frecuente: el escenario más probable coincide también con el más deseable

Foto: Carteles electorales de los comicios alemanes. (Reuters/Christian Mang)
Carteles electorales de los comicios alemanes. (Reuters/Christian Mang)
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Descartar que el escrutinio reviente los sondeos puede ser un deporte de alto riesgo. Estamos ante la campaña electoral que puede haber sufrido más injerencias de la historia, ya las había desde Moscú y ahora las está habiendo desde Washington. Es un sándwich sin precedentes que, desde las dos capitales, busca potenciar a las opciones más antisistémicas de la primera potencia europea.

Sin embargo, no podemos atenernos a otra cosa y las distancias que vienen mostrando las encuestas parecen ofrecer un margen suficiente de seguridad.

Las horquillas, bastante amplias, que ofrecen los distintos sondeos anticipan el siguiente reparto votos y escaños:

Como el listón para ingresar en el Bundestag está ubicado en el 5%, la entrada de los liberales o los extremistas de BSW —nada fácil— alteraría el mapa para conformar las coaliciones posibles de gobierno.

En cualquier caso, apuntaremos cuáles son los escenarios centrales, los calificaremos en función de su viabilidad política y haremos los matices que consideremos pertinentes.

Escenario 1: CDU +AdD - prácticamente improbable

La suma más plausible en términos electorales es también el menos verosímil en términos políticos. La suma de escaños daría de sobra para conformar una sólida mayoría, pero el candidato de los populares ha sido más que rotundo a lo largo de la campaña electoral.

El cordón sanitario se mantendrá, entre otros motivos, porque la base electoral de la CDU lo rechaza con claridad y ve muy improbable que pueda terminar generándose un entendimiento entre las dos derechas.

Los propios votantes de la ultraderecha no se hacen ilusiones y descartan de manera clara este escenario.

Escenario 2: CDU + Grünen - poco probable

No es seguro que verdes y conservadores puedan llegar juntos a la mayoría, según las simulaciones, alcanzarían en el 40% aproximado de los escrutinios probables. Pero sí está bastante garantizado el rechazo de las bases y de los dirigentes de la CDU. También es la opción menos respaldada por el conjunto de la población germana.

¿Por qué ese rechazo tan generalizado? Primero, porque los verdes formaban parte del gobierno saliente y el descontento es enorme con su gestión.

Segundo, porque esa aventura quebró y el partido ecologista no es percibido como un socio muy fiable.

Y, tercero, porque las diferencias ideológicas entre las dos formaciones son demasiado grandes en las cuestiones primordiales —inmigración y economía—. Los conservadores en particular y los alemanes en general quieren un gobierno sólido.

Escenario 3 - CDU+SPD+Grünen - probable

Los números darán de sobra —97% de las simulaciones— pero el repudio social de partida sería casi equiparable al del caso anterior. Alemania viene de una coalición a tres, creo recordar que por primera vez, y no se ven precisamente ganas de repetir experiencia. Más bien se aprecia el pánico a tener otra jaula de grillos al frente del país.

Sucede, sin embargo, que podría ser la única opción viable tras el recuento más endiablado que podría producirse. La entrada de los partidos pequeños, especialmente del ultraizquierdista BSW, podría provocar que la CDU no pudiese alcanzar la mayoría con el SPD o Grünen por separado.

Una coalición a tres —populares, socialistas y ecologistas— situaría a Alemania al borde la ingobernabilidad, facilitaría el ascenso de la extrema derecha y, desde luego, sería la peor de las noticias posibles para Europa.

La entrada en el Bundestag de los liberales, no contemplada en los sondeos, podría servir para completar un gobierno de conservadores y socialdemócratas. En términos de gobernabilidad, esta variante, no sería mucho mejor que la anterior.

Escenario 4: CDU+SPD - más probable

La 'Gran coalición' sería viable en el 60% de las simulaciones llevadas a cabo para esta noche electoral. No son pocas, pero tampoco puede decirse que sobren. ¿Podría darse la sorpresa de que los dos partidos históricos no sumasen?

Durante los últimos días de campaña, la media de encuestas no ha experimentado grandes oscilaciones. Si acercamos la lupa, ya fijándonos en las décimas, advertiremos una ligerísima bajada para populares y socialdemócratas, así como una mejora algo más acusada —aunque tampoco muy rotunda— en las expectativas para la extrema derecha.

Si tomamos algo más de distancia y prestamos atención a lo que ha ocurrido desde principios del año, apreciaremos una tendencia ascendente para AfD —mejora en 2 puntos desde el primer día de enero—, otra decreciente para la CDU —pérdida de dos puntos— y, en menor medida, también para el SPD —pérdida de 1 punto—.

Por lo tanto, recordando las distancias entre unos y otros, se hace difícil apostar por un descalabro demoscópico. No nos atrevemos a descartarlo del todo, porque ya estamos curados de espanto.

Foto: La puerta de Brandeburgo iluminada con la bandera israelí y la frase "traedlos de vuelta a casa" en relación con los secuestrados de los ataques del 7 de octubre. (EFE/CLEMENS BILAN)
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María Ferreira. Heidelberg (Alemania)

En el caso de que termine sucediendo lo previsible, el acuerdo entre populares y socialdemócratas podrá costar más o menos, pero se dará. Entre otros motivos porque no están las cosas en Alemania y en Europa para alargar el vacío de poder.

Habrá fricciones sobre inmigración, también respecto a lo que debe hacerse frente a Putin. Y no habrá más remedio que cerrar la negociación con un apretón de manos.

Termino el análisis y me adentro, para terminar, en la opinión...

Foto: Diputados de Die Linke y de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW). (EFE)

En estas elecciones históricas para el país y para el continente se da una circunstancia poco frecuente: el escenario más probable coincide también con el más deseable.

Europa se la juega esta noche. La primera potencia de la UE necesita un gobierno fuerte. El futuro de nuestro modo de vida depende de la recuperación del eje París-Berlín.

Los europeos no lo tenemos fácil, el mundo que nos fue sólido ya no está, las amenazas a la democracia liberal son serias, nos atraviesa la división, nos falta liderazgo. La lista de debilidades parece no terminar nunca. Y la urgencia es tan evidente que casi atenaza.

Sin embargo, hay un motivo para la esperanza. Ya hemos estado en un lugar muy parecido al que nos encontramos. En el viejo continente, casi nada puede ser completamente nuevo. Y eso, para encarar lo que viene, no puede estar mal del todo.

Descartar que el escrutinio reviente los sondeos puede ser un deporte de alto riesgo. Estamos ante la campaña electoral que puede haber sufrido más injerencias de la historia, ya las había desde Moscú y ahora las está habiendo desde Washington. Es un sándwich sin precedentes que, desde las dos capitales, busca potenciar a las opciones más antisistémicas de la primera potencia europea.

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