GPS Elecciones EEUU
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31 días: los tres resortes del voto
Se entiende fácil que Trump venga elevando tanto, tantísimo, el tremendismo con la economía y la inmigración. Su discurso podrá gustar más o menos, pero está calculado
Este GPS electoral ha sido diseñado para mantener el norte más allá de la actualidad. Nuestro propósito consiste en desbrozar el paisaje ofreciendo claves comprimidas que ayuden a descifrar lo que se está moviendo en la carrera hacia las urnas de la primera democracia occidental. Olvidemos, por un día, los personalismos y el bipartidismo. Hagamos un ejercicio que despeja los estereotipos, aclara el terreno de juego y sirve para comprender las estrategias de los competidores.
Centrémonos no en la venta del producto, sino en la demanda de los clientes, no en el discurso de los candidatos, sino en la respuesta de la población a la siguiente pregunta ¿Qué factores tendrá Usted en cuenta a la hora de decidir su voto?
La economía, de forma transversal, es el primer aspecto a gran distancia de los demás. De hecho, no puntuaba tan alto en las encuestas preelectorales desde el año 2008 (cuando el derrumbe de Lehman Brothers lo condicionó todo).
En Norteamérica ocurre lo que en España y en el resto de Europa. Las cifras macro no son malas. Pero las cuentas que se hacen alrededor de la mesa de cocina no encajan nunca con facilidad.
La inmigración, un asunto sobre el que profundizaremos mucho, ha estado durante el año como segunda razón de movilización de voto. La preocupación y el miedo por este tema están enquistadas prácticamente desde hace una década. La angustia identitaria es real a ambos lados del espectro político, parecida entre hombres y mujeres. Sin embargo, parece significativamente menor entre los jóvenes.
El peso del aborto en la opinión pública como resorte electoral ha ascendido desde la designación de Harris hasta ubicarse en la segunda posición. Aquí, claro, la inquietud se concentra en ellas (22%) frente a ellos (6%). La cuestión está en la tracción que genera esta causa sobre el resto de libertades y derechos.
Visto así, se entiende fácil que Trump venga elevando tanto, tantísimo, el tremendismo con la economía y la inmigración. Su discurso podrá gustar más o menos, pero está calculado. Se sostiene sobre números sólidos y una base social adiestrada, firme y combativa.
Este GPS electoral ha sido diseñado para mantener el norte más allá de la actualidad. Nuestro propósito consiste en desbrozar el paisaje ofreciendo claves comprimidas que ayuden a descifrar lo que se está moviendo en la carrera hacia las urnas de la primera democracia occidental. Olvidemos, por un día, los personalismos y el bipartidismo. Hagamos un ejercicio que despeja los estereotipos, aclara el terreno de juego y sirve para comprender las estrategias de los competidores.
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