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21 días: la cuestión racial
Varias brechas atraviesan la sociedad norteamericana. Todas dejan marca en la sociología electoral: bastante el género, mucho el tamaño del municipio de residencia, muchísimo la edad y, enormemente, el color de la piel
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Varias brechas atraviesan la sociedad norteamericana. Todas dejan marca en la sociología electoral: bastante el género, mucho el tamaño del municipio de residencia, los ingresos y la formación académica, muchísimo la edad y, enormemente, el color de la piel. La diferencia se aprecia nítidamente a lo largo de cualquier sondeo y las elecciones del 5 de noviembre no serán una excepción.
¿Qué es lo primero que se ve? Una disparidad enorme de movilización entre los distintos grupos.
Lo segundo que destaca es un contraste más que contundente en las distintas intenciones de voto. Si las elecciones se celebrasen únicamente en cualquiera de los distintos grupos, el resultado sería rotundo, las distancias son tan altas entre Trump y Harris que no habría competición dentro de esa ficción.
Los dos gráficos anteriores llevan a una conclusión sencilla e irrebatible: si los votantes hispanos y negros fuesen a votar el día 5 de noviembre en la misma medida que los blancos, la victoria de Kamala Harris sería incontestable. Sin embargo, eso no sucederá.
La consecuencia lógica es determinante: la activación de esos dos grupos raciales resulta prioritaria para el partido demócrata. ¿Cómo hacerlo? Viendo los diferentes sondeos, da la impresión de que la clave no está en las políticas concretas, sino en las dotes de liderazgo de Harris. La cosa puede ir de demostrar que ella tiene madera de líder. No es fácil, cualquier error puede echarte por tierra todo el esfuerzo. Puede que por eso estén controlando tanto su exposición mediática.
Varias brechas atraviesan la sociedad norteamericana. Todas dejan marca en la sociología electoral: bastante el género, mucho el tamaño del municipio de residencia, los ingresos y la formación académica, muchísimo la edad y, enormemente, el color de la piel. La diferencia se aprecia nítidamente a lo largo de cualquier sondeo y las elecciones del 5 de noviembre no serán una excepción.