4 días. ¿Quién creen los americanos que ganará las elecciones?

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Dejamos fuera el número de votos a escala nacional. Es altamente probable que eso se lo lleve Kamala Harris. Pero así no es como se llega a la Casa Blanca. La presidencia se alcanza sumando un mínimo de 270 votos en el colegio electoral.

Las encuestas están muy ajustadas. Estamos ante una de las competiciones más reñidas de la historia. Sin embargo, reconociendo que la incertidumbre no es menor, sí parece claro que los norteamericanos consideran que Trump es favorito para lograr la victoria. ¿Cuánto? Seis puntos más.

Esas son las expectativas entre la población general. Pero tiene su interés analizar las expectativas a uno y otro lado del terreno de juego. Las campañas electorales son estados de ánimo y esta es una buena manera de contrastarlos.

Casi ocho de cada diez republicanos ven a Trump de ganador. Hay confianza. ¿Demasiada? Puede ser. Hay espíritu de victoria. ¿Demasiado? Puede ser. El caso es que estamos ante datos de fuerte motivación. Y en este juego la movilización y la motivación van dados de la mano. Solo el 16% de estos electores ven a Kamala Harris haciendo el signo de la victoria tras el escrutinio.

La situación es bien distinta entre los demócratas. El 68% de estos votantes ven a su candidata obteniendo el triunfo. No es una cifra crítica, desde luego. Pero sí es significativamente menor que la de los rivales. 10 puntos de diferencia. Uno de cada cuatro votantes piensa que Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos.

¿Hasta qué punto es relevante esta diferencia? Vale para descifrarnos lo que el equipo de Harris teme y lo que debería estar buscando.

El miedo es a la desmovilización final, pánico estando todo tan prieto. Y el recurso se llama "Efecto underdog". A veces en las apuestas de peleas entre perros, nunca se sabe por qué, cerca del final del combate, quienes apuestan empiezan a poner dinero por quien no es favorito y se genera una última ola anímica, un chute de motivación, que puede terminar dándole la vuelta al resultado que parecía más probable.