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2 días. El triunfo de la polarización
Seis de cada diez independientes califican a Trump como extremista. Apartemos el debate de si la cifra nos parece o no adecuada. Tomemos el dato como referencia. ¿Y Harris? ¿Qué se piensa en esa zona central sobre la candidata demócrata?
Nos estamos acercando al gran día. Nuestro objetivo no ha sido predecir el resultado, sino aprender algo que nos pueda resultar útil. Extraer moralejas. Y eso es lo que haremos en el último tramo de esta campaña. Cada día compartiremos una conclusión sobre lo que pasa en Estados Unidos y podría terminar pasándonos aquí.
Segunda moraleja: no es fácil ganar a los líderes confrontativos a base de confrontación. En esa cancha funcionan mejor que quien entra en su juego.
Una vez que se asientan y que aumentan la dosis, sube el umbral de tolerancia del electorado, logrando que lo que antes era simplemente en aceptable se convierta en parte del paisaje.
Llegan al punto en que dejan de ser penalizados por sus votantes, digan lo que digan y hagan lo que hagan. La ausencia de pudor, los problemas judiciales, la doble moral y los discursos de odio no les conllevan grandes caídas de apoyo en su base social.
El extremismo se normaliza, no ya a ambos lados del espectro político, sino también en la zona templada. Fijémonos en los votantes que se consideran “indpendientes”, esto es, que no simpatizan ni con los republicanos ni con los demócratas.
Seis de cada diez independientes califican a Trump como extremista. Apartemos el debate de si la cifra nos parece o no adecuada. Tomemos el dato como referencia. ¿Y Harris? ¿Qué se piensa en esa zona central sobre la candidata demócrata?
La mitad de los independientes también califican a Harris como una extremista. Ese es el gráfico que tiene que tener a Biden enfadado.
Harris todavía puede ganar las elecciones, cierto. Pero parece claro que ya ha perdido la campaña electoral. Biden ganó las dos cosas.
Y puede decir que él sí fue capaz de levantar una campaña superada de Trump, precisamente, por no haberse hecho preso de la polarización, por haber logrado extender su rango de acción hacia los votantes independientes e incluso hacia el territorio más templado del adversario.
Nos estamos acercando al gran día. Nuestro objetivo no ha sido predecir el resultado, sino aprender algo que nos pueda resultar útil. Extraer moralejas. Y eso es lo que haremos en el último tramo de esta campaña. Cada día compartiremos una conclusión sobre lo que pasa en Estados Unidos y podría terminar pasándonos aquí.
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