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En Bangkok las empresas no hablan castellano... hablan italiano
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Ángel Villarino

Historias de Asia

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En Bangkok las empresas no hablan castellano... hablan italiano

Un informe del Círculo de Empresarios explicaba que España es ya el octavo país inversor del mundo. Entre otros muchos datos se recogía que, en el

Un informe del Círculo de Empresarios explicaba que España es ya el octavo país inversor del mundo. Entre otros muchos datos se recogía que, en el último año, el 3% de los artículos económicos de los grandes diarios internacionales hablaban de empresas españolas. Y, sin embargo, la presencia española en Asia, el mercado que más crece del mundo, sigue siendo ridícula. Ni en los periódicos, ni en los supermercados, ni en las academias de idiomas, hay apenas rastro de nuestro país. De Bangkok a Sanghai, suele ser más fácil estudiar italiano (idioma que hablan 58 millones de personas) que español (la tercera lengua más hablada del mundo).

El propio informe del Círculo de Empresarios reconocía, en un párrafo perdido, que la gran asignatura pendiente de las empresas de nuestro país está en Asia, donde la inversión apenas ha escalado unas décimas en los porcentajes. Y no sólo crece con cuentagotas, sino que está casi enteramente destinada a China. El resto del continente prácticamente no existe para los empresarios españoles, a pesar de que el crecimiento económico por estas latitudes no es privativo de Pekín. La prensa americana lleva ya tiempo hablando de "Cindia" (China + India) y pocos analistas financieros asiáticos utilizan ese tópico tan europeo de que estamos en el "siglo de China”. Aquí se habla del "siglo de Asia", en general.

Las cifras cantan. Todos los países de este continente están registrando importantes tasas de crecimiento, con las bizarras excepciones de Corea del Norte y Birmania, dos dictaduras autárquicas que aún no se han abierto al exterior. En el resto, el dinamismo y las oportunidades que se presentan para el inversor extranjero parecen infinitas.

Es el caso, por ejemplo, de Vietnam, que ya es la segunda economía que más rápido está creciendo del mundo y cuyo mercado registra una creciente demanda de productos extranjeros. Pues bien, el ICEX sumaba 20 empresas españolas en un reciente recuento efectuado en el país. Y eso a pesar de que la UE ha firmado varios tratados para abrir los diques vietnamitas a la inversión europea. Y a pesar, también, de la reciente visita del Rey.

Ni invertimos, ni recibimos capital

El milagro económico también se vive diariamente en Camboya, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia, Corea del Sur, Singapur… Y muchas empresas internacionales están sabiendo aprovecharlo. En esta zona del mundo se fletó hace unos días el primer vuelo comercial del avión más grande del mundo (el Airbus A380); aquí se levantan los rascacielos más altos del planeta y se firman los proyectos en infraestructuras con más ceros.

El ‘Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2007’ de Naciones Unidas le dedica dos capítulos enteros al fenómeno, explicando que "las entradas a Asia Meridional, oriental y sudoriental aumentaron un 19%, hasta alcanzar un nuevo tope de 200.000 millones de dólares. Las salidas se dispararon, mientras que las entradas de IDE a Asia occidental continuaron trepando hasta niveles sin precedentes". Y un detalle más: precisamente en China, país hacía donde se dirige la mayor parte del poco capital español que acaba en Asia, las entradas descendieron por primera vez en siete años.

Es decir, Asia es el lugar que más inversiones atrae del mundo. A su vez, algunas de sus economías (principalmente Hong Kong, Singapur, China e India) están aprovechando el buen momento para lanzarse con fuerza en el exterior. España por el momento está lejos de la órbita: ni invierte, ni recibe apenas capital de este continente, que está camino de convertirse en la gran potencia económica mundial.

Un informe del Círculo de Empresarios explicaba que España es ya el octavo país inversor del mundo. Entre otros muchos datos se recogía que, en el último año, el 3% de los artículos económicos de los grandes diarios internacionales hablaban de empresas españolas. Y, sin embargo, la presencia española en Asia, el mercado que más crece del mundo, sigue siendo ridícula. Ni en los periódicos, ni en los supermercados, ni en las academias de idiomas, hay apenas rastro de nuestro país. De Bangkok a Sanghai, suele ser más fácil estudiar italiano (idioma que hablan 58 millones de personas) que español (la tercera lengua más hablada del mundo).