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Ángel Villarino

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China 'invade' el África Subsahariana

Una gigantesca réplica de la Ciudad Prohibida domina las alturas de la turbulenta metrópolis de Nigeria. En Lagos, la mole imperial no hace las funciones de

Una gigantesca réplica de la Ciudad Prohibida domina las alturas de la turbulenta metrópolis de Nigeria. En Lagos, la mole imperial no hace las funciones de museo, como en Pekín. Es, por el contrario, un centro comercial donde se venden todo tipo de manufacturas 'made in China'. Hasta aquí la anécdota. El dato es que los intercambios comerciales entre el África Subsahariana y China crecen a un ritmo del 50% anual desde hace una década, con una balanza cada vez más desequilibrada a favor de oriente.

"China construye carreteras, edificios, ferrovías, puertos, instalaciones petroquímicas y cuarteles militares: está sacando petróleo, cultivando tierras agrícolas, talando árboles y ofreciendo productos y servicios", ilustra Robert I. Rotberg, analista de la World Peace Foundation. La presencia asiática filtra cada vez más en la vida cotidiana de los africanos. Hace menos de un año, Pekín subvencionó programas para aprender mandarín a los funcionarios y hombres de negocios nigerianos. Meses después implementó la misma estrategia en Angola.

La invasión de productos chinos es apabullante. En Sudáfrica, el 90% de las camisetas que se comercializan tienen etiqueta asiática. Mientras que en Sierra Leona, nación devastada por las guerras, una compañía con sede en Shanghai está creando el primer hotel de lujo del país. En Zambia, Pekín ha invertido cerca de 170 millones de dólares en el sector minero, especialmente para la extracción de cobre, metal necesario para su pujante maquinaria industrial. En Uganda, las farmacéuticas asiáticas han instalado laboratorios, comercializado cientos de medicamentos más baratos que los exportados por las compañías occidentales, patentado un nuevo remedio contra la malaria y levantado una enorme fábrica de mosquiteras que es ya líder de ventas en el país. En países como Zambia se han registrado manifestaciones masivas y revueltas para protestar ante la 'invasión china'.

La inversión directa de China en África abarca todos los sectores y supera ya los 11.700 millones de dólares anuales. El flujo comercial, aunque desequilibrado, circula en doble sentido. Junto con India, país que también ha irrumpido con fuerza en la escena africana, China compra ya alrededor de una cuarta parta de las exportaciones africanas. "Las compañías chinas e indias son la vanguardia de la integración de las economías africanas en el mercado global. Pekín está haciendo muchos esfuerzos para animar el proceso. El año pasado, por ejemplo, eliminó los impuestos en 190 productos procedentes de los 25 países menos desarrollados de África", resume el economista Harry G. Broadman.

Los esfuerzos del gigante asiático por acercarse a África tienen, como no, aspectos políticos. Según análisis como el de Mark Leonard, autor de What Does China think?, el modelo chino se está planteando como una alternativa a la vía del libre mercado occidental que, encabezada por Estados Unidos, ha sido el único modelo para los países africanos desde la implosión de la Unión Soviética."Para los gobiernos africanos el crecimiento de China significa que ya no tienen que elegir entre la asimilación a las reglas de Occidente y el aislamiento", escribió el ensayista.

Entre otras cosas, China financia y monitorea la creación de cinco 'Zonas Económicas Espaciales' en África, a imagen y semejanza de los experimentos con el libre comercio llevados a cabo en el sur del país durante la primera fase de su aventura capitalista a finales de los años 70.

En noviembre de 2006, el PCCh organizó una cumbre de países africanos en Pekín, celebración que preparó a conciencia engalanando la ciudad y cerrando miles de fábricas para mejorar la atmósfera y contener la polución. El presidente Hu Jintao prometió duplicar la ayuda a los países africanos en 2009, cancelo la deuda de 32 naciones y ofreció 10 mil millones de dólares en créditos blandos para poner en marcha negocios, formar personal, crear hospitales y escuelas.

En la misma cumbre, China cerró doscientos tratos comerciales con quince países diferentes, disparando hasta los 42 mil millones de dólares el volumen de intercambio comercial con África y desplazando así a Estados Unidos como el primer socio comercial del continente.

"Al principio nos concentramos en algunos sectores, como agricultura, petróleo y pesca. Ahora es posible ver inversiones chinas en manufactureras, electrónicas, incluso turismo, telecomunicaciones y construcción. Nuestra entrada es cada vez más ancha", analizó Yang Guang, director del Instituto de Estudios Africanos de la Academia de Ciencias Sociales china.

Según los datos que maneja Guang, actualmente hay 800 empresas chinas invirtiendo en África, de las cuales unas 100 son públicas. En torno a 80.000 chinos se han desplazado a África en consecuencia al incremento de esta presencia económica. Muchos viven en gigantescos cuarteles amurallados donde mantienen su estilo de vida sin mezclarse con las poblaciones locales.

Una gigantesca réplica de la Ciudad Prohibida domina las alturas de la turbulenta metrópolis de Nigeria. En Lagos, la mole imperial no hace las funciones de museo, como en Pekín. Es, por el contrario, un centro comercial donde se venden todo tipo de manufacturas 'made in China'. Hasta aquí la anécdota. El dato es que los intercambios comerciales entre el África Subsahariana y China crecen a un ritmo del 50% anual desde hace una década, con una balanza cada vez más desequilibrada a favor de oriente.

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