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Alianzas transformadoras: el motor de la economía del propósito
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Alianzas transformadoras: el motor de la economía del propósito

La colaboración entre diferentes sectores permite combinar recursos, conocimientos y perspectivas complementarias. Estas alianzas pueden traducirse en proyectos con un impacto más profundo

Foto: Varios niños esperan al transporte escolar. (EFE/Archivo/Pedro Puente )
Varios niños esperan al transporte escolar. (EFE/Archivo/Pedro Puente )

En un contexto global marcado por la desigualdad social, la pobreza infantil, el deterioro ambiental y la urgencia de redefinir el papel de las empresas en la sociedad, emerge con fuerza el concepto de economía del propósito. Este modelo económico propone que las organizaciones no solo busquen el beneficio financiero, sino que integren como parte de su ADN la generación de impacto social y medioambiental positivo, como eje de innovación y motor extraordinario de generación de valor. Para que esto sea posible a gran escala, las alianzas entre el sector corporativo, el tercer sector y las instituciones públicas o multilaterales son clave. Juntas, estas entidades pueden generar un efecto multiplicador capaz de transformar comunidades enteras y construir un futuro más justo y sostenible.

La fuerza de lo colectivo: alianzas con impacto

En solitario, incluso las empresas más poderosas enfrentan límites cuando intentan abordar problemas sociales o medioambientales complejos. La experiencia ha demostrado que la colaboración entre diferentes sectores permite combinar recursos, conocimientos y perspectivas complementarias. Estas alianzas pueden traducirse en proyectos con un impacto más profundo, escalable y duradero.

El tercer sector (las ONG, fundaciones, cooperativas) aporta cercanía con las comunidades, metodologías de intervención probadas y credibilidad. Las empresas, por su parte, suman capacidad de inversión, innovación tecnológica y una potencia de comunicación clave para llegar a la población. Las instituciones públicas, finalmente, brindan legitimidad, regulación y la escala de las políticas públicas.

El valor para las corporaciones

En muchas ocasiones se subestima el retorno que las empresas obtienen de estas alianzas. Más allá del posicionamiento reputacional, hoy existen indicadores concretos que vinculan las acciones con propósito a una mayor fidelización del cliente, atracción de talento, mejora en la motivación interna y apertura de nuevas oportunidades especialmente en mercados emergentes. Además de acceso a un mercado de capitales cada vez más sensible a las empresas con estrategias claras de sostenibilidad e impacto social y vinculadas al negocio.

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La generación de valor compartido es real y medible. Las empresas que entienden esto ya no ven las alianzas sociales y medioambientales solo ni principalmente como acciones filantrópicas, sino como inversiones estratégicas que aseguran su sostenibilidad en el largo plazo.

Articulando ecosistemas de colaboración transformadora

En este contexto, se necesitan actores facilitadores como Impactco, que ayuden a establecer estas alianzas y que actúen como puente y catalizador entre el mundo corporativo y los actores del cambio social. Actores que conocen bien todos los sectores y que se especializan en transformar organizaciones tradicionales en entidades con propósito, acompañando tanto en el diseño como en la implementación de estrategias de impacto.

Foto: EFE/Luis Tejido. Opinión
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Facilitan alianzas que abordan retos sociales y ambientales de forma sistémica, asegurando que las partes implicadas encuentren valor mutuo y que el impacto generado sea tangible y medible.

Actúan como garantes de la coherencia y transparencia, asegurando que todas las partes implicadas mantengan alineados sus intereses y compromisos a lo largo del tiempo. Su rol como facilitadores ayuda a gestionar las expectativas, resolver tensiones, traducir lenguajes y culturas organizacionales distintas, y mantener el enfoque en los objetivos de impacto.

Casos que inspiran

Un ejemplo reciente y potente, trazado tras la colaboración entre Impactco y Unicef España para conseguir articular alianzas para la infancia, es la unión entre Unicef España y MasOrange (de la fusión entre Orange y MásMóvil) que nace con el objetivo de proteger los derechos de la infancia en entornos digitales y mejorar la conectividad escolar en zonas vulnerables. La intervención conjunta permitirá tanto sensibilizar e influir sobre la regulación de los derechos digitales de la infancia en el entorno tecnológico y digital en España, como mejorar las condiciones educativas de miles de niños y niñas.

Foto: Un niño jugando en un columpio. (EFE/Manuel Bruque) Opinión

Para MasOrange, esta alianza contribuye a fortalecer su posicionamiento como empresa tecnológica líder en responsabilidad social, mientras que para Unicef y las comunidades beneficiarias, supondrá un avance significativo en el acceso equitativo a la educación digital y la protección de los derechos digitales en el entorno online.

La alianza de Unicef España con MasOrange es la primera de la organización de este calado, puesto que compromete a una telco a integrar a la infancia como grupo de interés de la compañía, al tiempo que dicha empresa lleva a cabo un análisis de impacto de sus productos y servicios en la infancia. En este sentido, MasOrange ha reconocido públicamente que su actividad tiene un importante efecto directo en la infancia, en parte negativo, y ha asumido en consecuencia la responsabilidad de pensar y ofrecer soluciones que pongan a este colectivo en el centro.

Hay otros muchos ejemplos de alianzas complejas, con un alto potencial de provocar impacto, en las que Unicef está involucrada y en las que las empresas implican a sus equipos hasta el corazón de su negocio, de las cadenas de valor, y de la relación con interlocutores diversos. Sectores como la salud mental de la adolescencia, la inserción sociolaboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad, la seguridad vial de la infancia, y la respuesta a emergencias humanitarias donde el sufrimiento es extremo, son algunos ejemplos.

Una invitación a actuar juntos

La economía del propósito no es una utopía, ni una moda, sino una realidad en construcción, una evolución natural y necesaria de nuestro modelo económico. Las alianzas transformadoras son su columna vertebral. Corporaciones, las ONG, Gobiernos e instituciones multilaterales tienen hoy la oportunidad -y la responsabilidad- de crear juntos un nuevo paradigma donde el crecimiento económico y el bienestar social y ambiental caminen de la mano.

Desde Impactco y Unicef reafirmamos nuestro compromiso de seguir articulando alianzas estratégicas, que apunten a la transformación sistémica de los sectores económicos, acompañando a las empresas en su viaje hacia el propósito, y demostrando que cuando se une lo mejor de cada ámbito, el impacto positivo no solo es posible, sino exponencial, promoviendo cambios en el modelo económico para fomentar la cohesión social y los derechos de la infancia.

*Chema Vera, director de Unicef España, y Ángel Bonet, fundador y CEO de Impactco.

En un contexto global marcado por la desigualdad social, la pobreza infantil, el deterioro ambiental y la urgencia de redefinir el papel de las empresas en la sociedad, emerge con fuerza el concepto de economía del propósito. Este modelo económico propone que las organizaciones no solo busquen el beneficio financiero, sino que integren como parte de su ADN la generación de impacto social y medioambiental positivo, como eje de innovación y motor extraordinario de generación de valor. Para que esto sea posible a gran escala, las alianzas entre el sector corporativo, el tercer sector y las instituciones públicas o multilaterales son clave. Juntas, estas entidades pueden generar un efecto multiplicador capaz de transformar comunidades enteras y construir un futuro más justo y sostenible.

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