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El último violín que tocó en el 'Titanic'
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Celia Maza

Las manillas del Big -Ben

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El último violín que tocó en el 'Titanic'

 El agua iba tragando todo lo que encontraba a su paso. Los pocos botes salvavidas se iban alejando del barco para evitar ser volcados por aquellos

 

El agua iba tragando todo lo que encontraba a su paso. Los pocos botes salvavidas se iban alejando del barco para evitar ser volcados por aquellos que, desesperados, luchaban por salvar su vida. En la cubierta,  quienes se resignaron a aceptar su destino, comenzaron a rezar. Pero en medio del caos, la música no dejó de sonar. Las notas del himno Nearer, My God, To Thee (Más cerca, mi Dios, de Ti) se pudieron escuchar hasta el último momento. Los ocho músicos del Titanic tocaron sus instrumentos durante toda la madrugada de aquel 15 de abril de 1912. Mientras las aguas congeladas del Atlántico engullían el buque más  lujoso del mundo, la bella melodía consolaba la espera  de la muerte.

Todos los músicos fallecieron aquella noche. Como otras 1.500 personas de las 2.223 que iban a bordo. Pero más de un siglo después de la tragedia, el violín de Wallace Hartley, el director de orquesta, ha regresado a Belfast, la ciudad donde se construyó el emblemático barco. Los expertos aseguran que se trata del descubrimiento más importante asociado a la historia del trasatlántico.

Fue en 2006, cuando el hijo de un músico aficionado  -que ha querido permanecer en el anonimato- encontró por casualidad en el ático de su casa el instrumento. Era demasiado bonito para ser verdad. La reliquia ha sido examinada minuciosamente por el grupo de científicos más respetado del Reino Unido. Tras siete años de investigaciones y un proyecto que ha costado miles de libras, los expertos han verificado su autenticidad.

El violín será expuesto en el museo de Belfast, pero ya hay planes para exhibirlo en todo el mundo antes de ser subastado. Aún no hay fecha, pero se dice que el precio podría superar una suma de seis cifras. A excepción de dos grandes grietas, causadas por la humedad, el instrumento y su estuche se encuentran en perfecto estado.

Cuando el cuerpo de Hartley fue encontrado diez días después de hundimiento, los operarios no mencionaron nada del violín en el inventario de las propiedades que llevaba consigo. Un artículo de un periódico explicó más tarde que el músico murió completamente vestido y con su violín atado al cuerpo.

Versiones contradictorias

Se ofrecieron versiones contradictorias. Desde que el instrumento quedó flotando en el Atlántico a que fue robado por alguien que ayudó a rescatar los cadáveres. Pero, tras una ardua investigación, Aldridge Henry e Hijo, empresa especializada en el Titanic, y los biógrafos del músico, han demostrado que Hartley ató alrededor de su cuerpo el estuche con el violín minutos antes de saber que iba a morir. El director de orquesta no se quiso separar del regalo que le había hecho su amada en 1910, cuando se comprometieron. La boda se iba a celebrar a su regreso.

Cuando lo vimos por primera vez tuvimos que poner un freno a nuestro entusiasmo porque aquello era demasiado increíble como para ser ciertoEn un telegrama fechado el 19 de julio de 1912 encontrado en el diario de su novia, Maria Robinson, ella le dice al secretario provincial de Nova Scotia: “Estaría muy agradecida si se me pudiese enviar el violín de mi prometido”.

Las pertenencias de Hartley, incluyendo su pitillera de plata y un anillo de sello de oro, fueron entregadas a su padre, Albion Hartley, que más tarde entregó todos los objetos a la mujer que iba a ser su nuera.

Robinson nunca se casó. Conservó el violín y el estuche como si fueran piezas de un santuario. Murió de cáncer de estómago en 1939, a los 59 años, en su casa en Bridlington, East Yorks. Su hermana Margaret más tarde donó sus enseres al Ejército de Salvación de Bridlington, explicándole al comandante Renwick la historia del instrumento. La investigación demuestra que éste regaló a su vez la maleta a uno de sus miembros, un maestro local de música.

El estuche con el preciado instrumento siguió viajando. El profesor que lo había recibido se lo regaló posteriormente a una alumna, miembro de Womens' Auxiliary Air Force con sede en Bridlington, acompañado por una nota: “El comandante Renwick pensaba que yo le iba a dar más utilidad, pero me veo incapaz de tocarlo debido a las condiciones que presenta tras su azarosa vida”.

Cuando el propietario anónimo, heredero de la misteriosa dama, encontró el tesoro en el ático de su casa, comenzaron todos los trámites. Andrew Aldridge, de Henry Aldridge and Son, explica: "Cuando lo vimos por primera vez tuvimos que poner un freno a nuestro entusiasmo porque aquello era demasiado increíble como para ser cierto. La placa de plata con el mensaje “Para Wallace con motivo de nuestro compromiso de María”, las iniciales del estuche… había demasiados elementos que sugerían que era auténtico, pero no nos quisimos precipitar. Hemos pasado los últimos siete años reuniendo las pruebas y ahora ha llegado el momento en el que podemos decir sin miedo a equivocarnos que se trata del violín que Wallace Hartley tocó en el Titanic”.

Algunos de los artículos encontrados junto al instrumento, incluyendo la pitillera de plata, se subastarán por Devizes el próximo mes. Pero el violín, la pieza única, se expondrá en el Belfast City Hall antes de comenzar su periplo por todo el mundo. Hartley jamás habría imaginado una historia similar mientras aquella noche tocaba por última vez Nearer, My God, To Thee