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José Zorrilla

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El átomo cabalga de nuevo

El último frenesí en Washington es la proliferación nuclear, y parece que no recibe la suficiente atención dentro de las fuerzas armadas del país

Foto: Bomba atómica sobre Hiroshima (Efe).
Bomba atómica sobre Hiroshima (Efe).

El último frenesí en Washington es la proliferación nuclear. Parece que no recibe la suficiente atención dentro de las fuerzas armadas. Así, se ha hecho público que la contraseña para el arsenal estratégico de misiles, el famoso botón rojo del Apocalipsis, fue durante veinte años 000000000: ocho ceros. La explicación: así era más fácil lanzarlos.

Peor aún: parece admitirse que no hay manera de controlar la proliferación. A la Organización para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (en inglés CTBTO, con sede en Viena) sigue sin vérsela con cariño y en las fuerzas armadas norteamericanas el tema nuclear no despierta entusiasmo profesional. Colmo de males. Los misiles interceptores de vectores nucleares, Boeing y Raytheon mediante, llevaban sin probar desde el año 2008 y este pasado 4 de Julio del 2013, al volverlos a utilizar, fallaron.

¿A qué viene esta histeria después de la oferta original de Obama de ir al desarme nuclear global? El giro estratégico americano hacia el Pacífico, con lo que tiene de amplificador de presencia allí pero de repliegue en el resto del mundo, está eliminando el paraguas general de seguridad americano y con ello se han creado nuevos conflictos y se han hecho más agudas viejas querellas. Tan es así que en medios de comunicación generalistas y particulares, y al arrimo del mantra "seguridad absoluta", se vuelve a hablar del arma nuclear.

Los escenarios más citados son el Pacífico yOriente Medio. En el Pacífico hay varios lugares peligrosos, entre ellos el de más solera Corea del Norte que acaba de dotarse de vehículos sobre ruedas y orugas para sus vectores nucleares. El problema se convierte en crítico a partir del momento en el que los EEUU pueden no tener medios bastantes para garantizar la seguridad de sus aliados en la zona.

De ese temor se siguen dos derivadas. La de Corea del Sur, con antecedentes de enriquecimiento de uranio, y, por extraño que parezca, Japón. Es significativo que uno de los mayores expertos en ese país, el profesor Richard J. Samuels, no excluya ya absolutamente esa hipótesis y deje abierta la opción nuclear en función de tres factores. La agresividad de Corea del Norte, de China y la concomitante reacción americana.Por decirlo con sus propias palabras: "la mayoría de los japoneses está todavía contra la posesión de armas nucleares. Sin embargo, debido a los desarrollos recientes en el frente nacional e internacional podrían repensar el tema".

Japón tiene otro foco importante de estabilidad inestable, si así puede llamarse, con China. El comercio bilateral de 300 mil millones de dólares es la parte estable. El resto, no tanto, y consta de varios contenciosos, en primer lugar, territoriales. Uno, las islas Diaoyou, que Beijing reclama, como en su día lo hizo la China nacionalista. Los EEUU recuerdan que su obligación es garantizar la integridad territorial de Japón –y se proponen mantenerla–. China contraataca imponiendo una zona aérea de identificación entre ella y Japón. Los EEUU sobrevuelan la zona con sus B-52 y sin identificarse. No obstante, y en el surco de las negociaciones con Irán, Japón ha aceptado este mes de marzo el control americano de sus 700 libras de material nuclear susceptible de convertirse en arma atómica.

Dejando al norte Japón, otro dossier de China, también heredado del Kuomintang, es la línea de las nueve rayas (originalmente 11), que delimita el mar de China del Sur e incluye las islas Paracelso, ocupadas por ella misma pero que reclama Vietnam. Algo parecido ocurre con el Archipiélago de las Islas Spratly, ocupadas por China, Filipinas y Vietnam, y reclamadas por todos los países ribereños, China incluida –y que desea quedarse con todo el archipiélago–.

Pasando a la relación estratégica chino-americana, sigue abierta la herida de Taiwán, originalmente china, cedida a Japón en virtud de Tratado Desigual y transmitida luego de Japón a la China de Chiang Kai Shek por derecho de conquista EEUU. Destacaremos también dos puntos en este apartado. Los EEUU no han garantizado a China estar libre de un primer ataque nuclear (first strike) –lo que sí han garantizado a Rusia–.

Ahora bien, China sí que ha extendido esa garantía a los EEUU, pero acaba de advertir que a la vista de la expansión americana en la zona podría replantearse esa estrategia. Los EEUU, por cierto, recuperaron el término "aliado" en 2008 para referirse a Nueva Zelanda, ausente del ANZUS desde 1985 por su resistencia, precisamente, al arma nuclear. China no ceja y ha iniciado una política de patrulla marítima desde las islas Paracelso a partir de mediados de enero.Para terminar, una noticia chusca. El pasado 17 de enero la CNN daba una información alarmante. China vendía todos los Bonos del Tesoro americanos y declaraba cerrado a la navegación el Mar de China. Ante el pavor desatado, la CNN aseguró que le habían hackeado la página y retiró la noticia.

Lo último en materia de inestabilidad en el Pacífico es la crítica norteamericana a las visitas de Abe al monasterio de Yasukuni. La reacción del frente conservador japonés ha sido inmediata: el verdadero genocidio de la II Guerra Mundial es el de los EEUU con sus bombardeos sobre Japón. Para ratificar esta afirmación han visitado Yasukuni este 22 de abril 147 parlamentarios mientras que China ha expropiado un barco japonés en Shanghai como compensación de daños de la II Guerra Mundial. Puntilla del Primer Ministro Abe. "Esto se va pareciendo a las vísperas de la I Guerra Mundial".

El otro escenario nuclear posible es el Medio Oriente. Acabado, a lo que parece, el dossier iraní, permanece el del Estado de Israel. La hostilidad que despierta en el entorno y la volatilidad del mismo, así como lo exiguo de su población y territorio le han hecho siempre centro de activos nucleares. No hay otra manera de acceder a la "seguridad absoluta". Este debate se produjo ya con la Guerra de Yom Kippur. Hubo un momento en el que la élite israelí se planteó usar la bomba. Afortunadamente decidieron esperar hasta el último minuto con lo que se evitó el trance.

Es interesante señalar el papel que juega Alemania en la seguridad de Israel pues sus submarinos con capacidades nucleares (Delfin) patrullan el Mar Rojo. Lo que no se sabe es si para un primer golpe preventivo o para un segundo golpe-represalia. Arabia Saudí, por su parte, ha enseñado sus fotos de silos con capacidad nuclear al tiempo que anuncia una colaboración estratégica con Pakistán, potencia armada con ese tipo de vectores. En mayo reforzó esta imagen haciendo desfilar sus misiles chinos susceptibles de doble uso.

En cuanto a Europa, el despliegue de misiles de alcance medio americano se entiende mejor ahora que se ha hecho público el último papel sobre recortes en las fuerzas armadas americanas. El Pentágono asegura que los recortes no afectarán al número de hombres destacados en nuestro continente pero es fácil adivinar el futuro que les espera. Los EEUU entran en la consideración de "superpotencia frugal". (Mandelbaum).

Por cierto, el despliegue de misiles es considerado acto hostil por Rusia, quien ha amenazado con revisar la garantía de primer ataque nuclear unilateralmente extendida a los EEUU desde los tiempos de la Guerra Fría. En sus recientes maniobras por la crisis de Ucrania Rusia ya advirtió que un campo privilegiado del ejercicio serían los medios nucleares. Es la maldición de los presidentes americanos "minimalistas": en cuanto se retiran a casa aumenta la inseguridad y con ello el riesgo nuclear.

El último frenesí en Washington es la proliferación nuclear. Parece que no recibe la suficiente atención dentro de las fuerzas armadas. Así, se ha hecho público que la contraseña para el arsenal estratégico de misiles, el famoso botón rojo del Apocalipsis, fue durante veinte años 000000000: ocho ceros. La explicación: así era más fácil lanzarlos.

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