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Utopía y Mad Max
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José Zorrilla

Las tres voces

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Utopía y Mad Max

Fue no hace mucho, en Londres. Tuve un encuentro en un pub con estudiantes de económicas. Se definían como libertarios, pero no de Bakunin

Foto: Vista de la ciudad de Shenzhen, primera zona económica especial de China, que en 2010 celebraba su 30 aniversario. (Efe)
Vista de la ciudad de Shenzhen, primera zona económica especial de China, que en 2010 celebraba su 30 aniversario. (Efe)

Fue no hace mucho, en Londres. Tuve un encuentro en un pub con estudiantes de económicas de esas facultades que en 'anglolandia' se conocen solo por las iniciales: Q(ueen) M(ary), L(ondon) S(chool) of E(conomics), U(niversity) C(entral) L(ondon)... Eran chavales brillantes, agudos y con los fundamentos de la micro y la macro bien atornillados. Se definían como libertarios. Pero no de Bakunin, eso hubiera sido en mi generación, sino de Ron Paul, el ultraliberal americano cuyo hijo Rand parece va a ser el candidato presidencialde los republicanos en las próximas generales. Los tiempos cambian.

Interesante programa el suyo. Hablaban de crear una isla en el Índico o donde se terciase, no faltaba quien ofreciese reciclar así la basura que infecta los océanos, y abrir allí un paraíso libertario. Nada de leyes o reglamentos o impuestos, solo gastos de comunidad y gobierno técnico, sin servidumbres políticas, soberanía incluida. Modelo Somalia, dije yo en plan provocador. Se rieron. Sí, sí, Somalia sin piratas, por ahí va el tema.

No crean, sin embargo, que eran de extrema derecha. Consideraban al Estado de Israel tan colonialista como Francia en Argelia. Y no repetiré lo que me dijeron de la política exterior estadounidense para no molestar. Por algo a los chicos de Rand Paul les llaman "palestinos" en Estados Unidos. "¿Y si sale mal?", insistí yo. "Pensad que al autor de la Utopía, Sir Thomas More, le cortaron la cabeza". No les arredró el antecedente. "Siempre nos quedará la carretera", se reían. Se referían a las carreteras de Mad Max, llenas de bandidos que matan por una lata de comida de perro.

Salí del pub sonriendo. Como provocación estudiantil no estaba mal. En mis tiempos se debatía con toda seriedad sobre la nacionalización de la banca o la reforma agraria sin indemnización. ¡Lo que hace el no ser un especialista! Lejos estaba yo de imaginar que la utopía aquella de utopía no tenía nada y que había sido ya teorizada desde los años 70 del siglo XX. Efectivamente crear ciudades libertarias en alta mar tiene incluso nombre, Seasteading, y para una introducción al tema puede verse este (fascinante) link.

Pero, y aquí es donde viene lo sustancial, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, ante la dificilísima situación del país, asumió la idea y al poco el Congreso aprobó la creación de Regiones de Especial Desarrollo. Entiéndase que en país de tradición liberal bien asentada la idea de abandonar a una Comisión Técnica una parte del territorio nacional resultaba peregrina, por lo que al final el resultado ha venido a ser algo no muy distinto de una zona de libre cambio o una zona especial como las que abrió China en su día en el este.

No obstante, incluso en su versión pasada por agua, el sistema recibió críticas legales severas que hubieron de sustanciarse con la remoción de los magistrados disidentes. Veamos las causas. El proyecto ha terminado por aprobarse este pasado 11 de febrero con el nombre de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico y su principal característica es que serán regidas por un comité -la Comisión para la Adopción de Mejores Prácticas (CAMP)-, elegido por el presidente de la República, que legislará según "las mejores prácticas internacionales".

Voy a dar algunos de los nombres de los escogidos para la CAMP. Kakha Bendukidze, autor de la liberalización georgiana traída por Saakashivili y creador de la frase "Georgia tiene que vender todo menos el honor"; Michael Reagan, hijo de quienes ustedes imaginan; Lars SeierChristensen, fundador del banco online Saxo; Mark Klugmann, escritor de discursos para Reagan y Bush jr. y asesor del presidente chileno Piñera en la privatización de pensiones... No sigo, pues ya se hacen una idea del perfil de los restantes, personas prominentes en su especialidad, ligadas al pensamiento libertario-privatizador-conservador.

No se sabe cómo puede mantenerse una demanda agregada digna sobre estos supuestos. Imagino que siempre queda el recurso a los grandes números de la economía de escala. Pero eso lleva al tema político. El mundo está troceado en estados soberanos según la lógica del Tratado de Westfalia (1648). Hasta la formación de la OMC, los mercados eran mercados nacionales, se ajustaban a las fronteras. Ya no.Peor aún. Las fronteras son ataduras que impiden el normal ejercicio de la lógica suprema, la del beneficio del capital.En dos palabras: el beneficio a toda costa encuentra en las fronteras y en la soberanía que aquellas contienen un enemigoacérrimoy la batalla entre esos dos principios -capital/soberanía estatal, Westfalia vs.OMC-, va erosionando el viejo Estado en favor de otro modelo.

Algo de eso intuían los libertarios de primera hora cuando hablaban de irse al mar, por definición sin dueño, y crear allí ciudades. Patri Friedman, el nieto de Milton, habló de "geografía dinámica", refiriéndose a lo distinto que sería el mundo si fuese posible llevarse la tierra consigo. No va a hacer falta. Los eslabones más débiles del modelo estatal se abren a la gestión tecnocrática no soberana. ¡Ojo, que no estoy hablando solo de países del Tercer Mundo!. El Reino Unido está sufriendo los embates de esa lógica en dos frentes: el escocés, que rechaza el modelo thatcheriano, y el propio inglés con un Londres que supone casi la mitad del PNB de Inglaterra, desequilibrios que amenazan la solidez institucional del Reino.El problema sigue abierto.

Por el contrario, esta lógica ha hecho de China una superpotencia y va camino de hacer lo propio con India. Es una revolución estratégica que no admite control estratégico. Viene a ser como una bola de nieve lanzada cuesta abajo. Los que la lanzaron, EEUU, se sienten razonablemente seguros, pues sus fundamentales (dimensión de mercado, gobernanza de alto nivel, moneda universal, fuerza militar hegemónica) son únicos. El resto del mundo no lo tiene tan claro e ignora cuál ha de ser el final de todo esto.

¿No les parece un argumento de peso para que Europa piense seriamente en federarse e ir adquiriendo una masa crítica a la altura de la estadounidense o la china?

Fue no hace mucho, en Londres. Tuve un encuentro en un pub con estudiantes de económicas de esas facultades que en 'anglolandia' se conocen solo por las iniciales: Q(ueen) M(ary), L(ondon) S(chool) of E(conomics), U(niversity) C(entral) L(ondon)... Eran chavales brillantes, agudos y con los fundamentos de la micro y la macro bien atornillados. Se definían como libertarios. Pero no de Bakunin, eso hubiera sido en mi generación, sino de Ron Paul, el ultraliberal americano cuyo hijo Rand parece va a ser el candidato presidencialde los republicanos en las próximas generales. Los tiempos cambian.

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