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La Oktoberfest, como Sanfermines: Múnich se conjura contra los abusos sexuales
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Antonio Martínez

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La Oktoberfest, como Sanfermines: Múnich se conjura contra los abusos sexuales

"Una mujer debería poder correr por el Wiesn desnuda sin que le pase nada". Debería, pero no es así. Los abusos han aumentado en la Oktoberfest, que llega tras las nuevas penas para delitos sexuales

Foto: Camareras en el Oktoberfest celebran el final del mayor festival de cerveza del mundo, en Múnich. (Reuters)
Camareras en el Oktoberfest celebran el final del mayor festival de cerveza del mundo, en Múnich. (Reuters)

La Oktoberfest guarda muchas semejanzas con los Sanfermines. Es una fiesta popular, de fama mundial, que atrae a cientos de miles de personas y en la que durante días el alcohol corre generoso. Pero también comparte su lado más oscuro. Los abusos sexuales, que han crecido en los últimos años. Por eso para esta edición, que arranca mañana, se ha mejorado el sistema de ayuda a mujeres sobre el terreno.

La iniciativa se llama "Acción Wiesn seguro", en relación al nombre de la explanada donde se levantan las enormes carpas que acogen la fiesta de la cerveza. Y en una céntrica posición de estas instalaciones, frente a la famosa caseta Schottelhammel, contará con un centro de atención inmediata para mujeres, con voluntarias profesionales y agentes de policía. Ya sea por una cuestión menor. O para reportar una agresión.

"Una mujer debería poder correr por el Wiesn desnuda y totalmente borracha sin que le pasase nada", asegura al 'Süddeutsche Zeitung' Magdalena Schierl, de la organización no gubernamental Frauennotruf München, que atiende a mujeres víctimas de abusos machistas en la capital bávara. Éste es uno de los colectivos detrás de la iniciativa, junto a la asociación para la Eliminación de los Abusos y la Violencia Sexual (Amyna), la Iniciativa para las Jóvenes de Múnich (Imma) y la fundación Hänsel+Gretel, para la protección del menor.

Las mujer debería poder... pero no es así. El año pasado, se denunciaron durante las dos semanas que dura la Oktoberfest un total de 31 delitos sexuales, entre ellos una violación. En 2015 fueron 26 las denuncias por este tipo de agresiones machistas. De ellas, dos por violación y otras dos por intento de violación. Éstas son las cifras de la Policía de Múnich, que coincide con las activistas en señalar que el número real de agresiones es mucho mayor. Pero muchas no se denuncian.

Foto: Seguidores del movimiento Pegida muestran una pegatina que reza 'Merkel debe dimitir', durante una protesta en Colonia, el 9 de enero de 2016. (Reuters)

Hasta 30 atenciones por noche

El puesto de "Acción Wiesn seguro", que lleva ya quince años en funcionamiento, ha sido reforzado para esta edición. Hasta doce mujeres -dotadas con sistemas de radio- trabajarán en él a partir de este sábado. El año pasado el centro llegó a su límite de capacidad al tener que atender a hasta 30 mujeres por noche, más de 200 a lo largo de todas las fiestas.

Algunas tenían problemas menores: no sabían regresar a su hotel o no tenían dinero para poder volver a casa en taxi. Pero otras necesitaron los cuidados terapéuticos de dos profesionales durante varias horas tras una agresión. "El centro está ahí para todos los problemas. Cualquier tipo de inseguridad es suficiente para venir a nosotras. Nos tomamos a cada mujer en serio, independientemente de lo banal que ella crea que para nosotras es su problema", asegura Schierl.

Las voluntarias prevén que el número de atenciones siga subiendo en las próximas ediciones de la mano de una mayor articulación pública de esta lacra social y de una menor tolerancia ante los abusos. "Si sigue subiendo la demanda, habrá que ver si el año que viene deben ampliarse las instalaciones y el número de trabajadoras", explica la pedagoga social Kristina Gottlöber, del colectivo Imma.

placeholder Mujeres con el tradicional traje bávaro posan durante la Oktoberfest, en Múnich. (Reuters)
Mujeres con el tradicional traje bávaro posan durante la Oktoberfest, en Múnich. (Reuters)

Pero el trabajo de este colectivo no acaba en el Wiesn. La acción cuenta con una página web en diez idiomas, del polaco al español pasando por el ruso y el italiano, en la que se advierte a las mujeres sobre cómo evitar situaciones desagradables en la Oktoberfest o cómo actuar ante una agresión sexual. Además, para dar relevancia a este problema, varias voluntarias visitan colegios de Múnich y los alrededores, reparten panfletos y cuelgan carteles.

Ésta será además la primera Oktoberfest tras la entrada en vigor de las nuevas penas para los delitos sexuales en Alemania, un proyecto bajo el lema "no es no" que surgió como reacción a la oleada de abusos que se produjo en la Nochevieja de 2015 en Colonia, protagonizados en su mayoría por extranjeros.

Ahora el acoso sexual a una persona puede castigarse en Alemania con la cárcel, aunque no medie violencia o amenaza. El proyecto, que fue aprobado por unanimidad en el Bundestag, prevé hasta dos años de prisión para los "tocamientos" y hasta cinco para quien use algún medio, como algunos tipos de drogas, para anular la voluntad de sus víctimas. Asimismo ampara que en caso de agresión sexual colectiva, todos los integrantes del grupo puedan ser legalmente procesados. El principio del "no es no" incluido en esta legislación tipifica como delito cualquier contacto sexual contra la "voluntad manifiesta" de una persona, sea ésta expresada verbalmente o de cualquier otro modo, como con lágrimas. También en la Oktoberfest.

La Oktoberfest guarda muchas semejanzas con los Sanfermines. Es una fiesta popular, de fama mundial, que atrae a cientos de miles de personas y en la que durante días el alcohol corre generoso. Pero también comparte su lado más oscuro. Los abusos sexuales, que han crecido en los últimos años. Por eso para esta edición, que arranca mañana, se ha mejorado el sistema de ayuda a mujeres sobre el terreno.

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