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Los siete intentos fallidos de asesinar a Putin, según el Kremlin
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Los siete intentos fallidos de asesinar a Putin, según el Kremlin

Ha habido de todo: perturbados, terroristas chechenos, posibles oligarcas... En sus 17 años en el poder, el presidente ruso ha sido objeto de varios intentos de magnicidio, aunque rara vez habla de ello

Foto: Montaje: E. Villarino.
Montaje: E. Villarino.

Se trata de apenas un minuto y pico de conversación, enterrado en las cuatro horas de entrevista entre Oliver Stone y Vladímir Putin que ha editado el cineasta, pero el fragmento no tiene desperdicio. Como quien no quiere la cosa, Stone le dice a Putin que ha oído hablar de al menos cinco tentativas de atentar contra la vida del presidente ruso. Este, visiblemente complacido, no solo lo confirma, sino que le explica los consejos que recibió al respecto nada menos que de Fidel Castro, a quien la CIA y grupos paramilitares cubanos de derecha intentaron eliminar en numerosas ocasiones.

Foto: Vladímir Putin y Oliver Stone Opinión

El diálogo es el siguiente:

STONE: Tres veces presidente, cinco intentos de asesinato, me dicen. No tantas como Castro, a quien he entrevistado. Creo que él debe haber sufrido unas cincuenta. Pero hay cinco auténticas [contra usted] de las que he oído hablar.

PUTIN: Sí, he hablado con Castro de eso. Y me dijo: '¿Sabes por qué sigo vivo? Porque siempre he sido yo quien se ocupaba personalmente de mi propia seguridad'. Pero sí, hago mi trabajo. Y los oficiales de seguridad hacen el suyo y todavía lo siguen haciendo con bastante éxito.

S: En otras palabras, usted confía en su seguridad, y han hecho un gran trabajo.

P: Confío en ellos.

S: Porque la forma principal de magnicidio… intentas infiltrarte en la seguridad del presidente.

P: Lo sé. ¿Sabes lo que se dicen entre rusos? Dicen que aquellos que están destinados a ser ahorcados nunca morirán ahogados.

S: ¿Cuál es su destino, señor? ¿Lo sabe?

P: Solo Dios conoce nuestro destino… El de usted y el mío.

S: Morir en la cama, tal vez.

Todo indica a que hay gran parte de verdad en las alegaciones sobre intentonas de asesinato contra el presidente ruso, y dado el gran número de enemigos que ha acumulado en sus 17 años en el poder, lo raro sería lo contrario. Según un artículo publicado en el diario 'Pravda', los planes o tentativas serias han sido en realidad al menos siete.

placeholder Putin habla durante los funerales de Anatoly Sobchak, en 2000. (Reuters)
Putin habla durante los funerales de Anatoly Sobchak, en 2000. (Reuters)

Sobre los dos primeros -ambos en 2000, durante su primer año en la presidencia- apenas hay datos, puesto que gran parte de la información permanece clasificada. En febrero, el Servicio de Protección Federal (FSO) aseguró haber abortado un plan para matar a Putin durante el funeral de su antiguo mentor y alcalde de San Petersburgo, Anatoly Sobchak. Sergei Devystov, portavoz del FSO, aseguró que “detrás de la intentona no había un psicópata, sino cierta organización”, sin dar más detalles. En agosto, los servicios de inteligencia recibieron otro soplo sobre un plan para acabar con el mandatario ruso durante una reunión informal de los presidentes de la Comunidad de Estados Independientes en Yalta. Cuatro chechenos y varios ciudadanos de países de Oriente Medio fueron detenidos.

Sabemos más detalles sobre el siguiente intento, en una visita oficial a Azerbaiyán en 2002. Los servicios de seguridad azeríes detuvieron a un ciudadano iraquí llamado Kyanan Rostam, que había recibido entrenamiento en Afganistán y tenía vínculos con militantes chechenos, y a quien le fue entregado un cargamento de explosivos diez días antes de la llegada de Putin. Rostam fue juzgado y condenado a diez años de cárcel por estos hechos.

Foto: El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una visita durante unas maniobras militares, en la región de Orenburg. (Reuters)

Apenas un mes después, el equipo de protección de Putin tuvo un sobresalto cuando un automóvil Zhiguli entró en el perímetro del Kremlin y un hombre corpulento de unos 40 años se bajó del vehículo gritando: “¡Soy el presidente de Rusia! ¡Llevadme ante Vladímir Putin!”. El individuo fue inmediatamente arrestado e identificado: se trataba de un tal Ivan Zaitsev, un perturbado que había desarrollado problemas mentales tras el asesinato y la decapitación de su hermano, aparentemente por delincuentes comunes. Zaitsev ya había tratado de reventar una puerta del Kremlin con otro coche -un Volga- el año anterior.

Durante la investigación, los agentes descubrieron el diario de Zaitsev, en el que había escrito: “Voy a cortarle la cabeza a Putin”. Al ser interrogado, el hombre aseguró que sabía que Putin era un espía alemán que había conducido a Rusia al nazismo.

placeholder Putin abandona el aeropuerto berlinés de Tegel en una limusina blindada, en 2003. (Reuters)
Putin abandona el aeropuerto berlinés de Tegel en una limusina blindada, en 2003. (Reuters)

No sería el último susto del año: en noviembre, según varios medios de prensa rusos, se descubrieron 40 kilos de explosivos junto a una autopista del extrarradio de Moscú por la que debía pasar Putin. La carretera fue clausurada y la comitiva presidencial tomó otra ruta. Según algunos testigos, un grupo de supuestos ingenieros fueron vistos trabajado en un bosque cercano, supervisados por un Mercedes de lujo con cristales tintados. Los explosivos fueron retirados misteriosamente, y las autoridades rusas jamás han reconocido que este incidente haya tenido lugar. Hay dos posibles explicaciones: uno, que efectivamente sea un bulo, o dos, que detrás de esta tentativa se encontrase alguien realmente poderoso cuyo enfrentamiento con Putin fuese preferible no divulgar.

En junio de 2003, un policía local descubrió casi por casualidad una bolsa junto a la carretera entre San Petersburgo y Pskov, por donde el convoy de Putin debía cruzar pocas horas después. La bolsa contenía un artefacto explosivo bastante rudimentario que fue fácilmente desactivado. En estos años no se ha publicado información alguna sobre los presuntos responsables del atentado fallido.

Foto: Un hombre observa un cuadro de Andrei Litvinenko en una galería de arte de Moscú, en mayo de 2007 (Reuters).

Algo más de transparencia hubo en el caso de dos ciudadanos rusos detenidos por los servicios antiterroristas del Reino Unido en octubre de ese mismo año, al parecer delatados por el ex agente disidente del FSB Alexander Litvinenko. Los dos hombres habían contactado con Litvinenko para les pusiese en contacto con el magnate Boris Berezovsky, archienemigo de Putin, para que este financiase un plan de asesinato durante un viaje oficial del presidente ruso. Los dos individuos fueron interrogados durante cinco días, y finalmente fueron puestos en libertad por falta de pruebas.

Según el reprotaje de 'Pravda', Putin se ha visto además envuelto en varias colisiones de vehículos, “ninguna de las cuales parecía un accidente de tráfico ordinario”. “Las amenazas contra el presidente ruso son absolutamente reales. Muchos extremistas y organizaciones terroristas han amenazado desde hace tiempo con matar al presidente”, declaró Gennady Gudkov, miembro del Comité de Seguridad del Estado de la Duma (el parlamento ruso), en el citado artículo. "El Servicio de Protección Federal toma en consideración todas las posibles amenazas mientras elige una táctica apropiada para proteger al presidente", asegura. Y cuando se trata del que algunos consideran el hombre más poderoso del mundo, a quien sin duda muchos querrían ver muerto, toda precaución es poca.

Se trata de apenas un minuto y pico de conversación, enterrado en las cuatro horas de entrevista entre Oliver Stone y Vladímir Putin que ha editado el cineasta, pero el fragmento no tiene desperdicio. Como quien no quiere la cosa, Stone le dice a Putin que ha oído hablar de al menos cinco tentativas de atentar contra la vida del presidente ruso. Este, visiblemente complacido, no solo lo confirma, sino que le explica los consejos que recibió al respecto nada menos que de Fidel Castro, a quien la CIA y grupos paramilitares cubanos de derecha intentaron eliminar en numerosas ocasiones.

Vladimir Putin