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Sin noticias de Venezuela: el día a día en el país a través de un chat de WhatsApp
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Borja Rodrigo

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Sin noticias de Venezuela: el día a día en el país a través de un chat de WhatsApp

Venezuela ya no se ve casi en las televisiones, tampoco se lee en los periódicos y rara vez se nombra en el Congreso. ¿Qué ocurre al otro lado del Atlántico y por qué a nadie parece interesarle ya?

Foto:  (E.V.)
(E.V.)

Un fenómeno nada inusual viene ocurriendo desde hace un par de meses. Venezuela ya no se ve casi en las cadenas de televisión, tampoco en las portadas de los periódicos y rara vez se nombra en el Congreso de los Diputados. Todo esto ocurre cuando no hace tanto se podía marcar en el calendario el día en el que no se escuchaba Maduro esto o Maduro lo otro. Solo durante unas horas y, además, en primetime, cambiaron las circunstancias. La vida en el país latinoamericano volvió a las bocas de los españoles cuando el periodista Jordi Évole entrevistó a Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores. Pero no por mucho. Cataluña y la cotidianidad volvieron a la sobremesa del día siguiente.

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Las frases que se reproducen en estas líneas son extractos de una conversación de WhatsApp de las últimas tres semanas entre ambos lados del Atlántico. El otro interlocutor no sabe que está siendo protagonista de esta historia mientras visita su país por primera vez en dos años. Él es un venezolano afincado en España al que nunca le faltó nada en su país hasta que llegó la escasez. Entonces decidió cambiar la tercera ciudad del país por Madrid.

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Sobre la crisis que vive el sistema sanitario del país publicó este verano un artículo la revista médica 'The Lancet'. En el mismo, varios investigadores aseguraban que "la verdadera magnitud del problema no se sabría hasta que hubiera un cambio en la transparencia de los datos del país". Pese a esta ausencia de cifras, resaltaban que la "crisis sanitaria" se había construido gradualmente, "debido a la financiación insuficiente y problemas macroeconómicos".

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Durante este verano, las manifestaciones de la oposición a Nicolás Maduro se volvieron diarias. La situación de violencia aumentaba en las calles del país cuanto más se acercaba la votación de la Constituyente y el referéndum que no secundó el gobierno venezolano pero reconocido por la Asamblea Nacional del país. La confrontación en las calles aumentaba conforme los cortes de luz y de agua duraban cada vez más horas.

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Y Orgulloso. Así se manifestaba Nicolás Maduro tras las nuevas sanciones que le impuso Estados Unidos a principios de agosto. Un aislamiento internacional que se inicia en las sanciones y que está conduciendo a un verdadero cerco territorial al país latinoamericano. La reacción de Maduro fue mofarse e incluso vanagloriarse. “Son unas decisiones que expresan su impotencia, su desesperación, su odio”, dijo refiriéndose al presidente Donald Trump. “Es una reacción iracunda”.

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Pero la situación de violencia ocasionada por los enfrentamientos entre policía y opositores ya no es la que era en las calles. El 10 de diciembre el país celebra comicios municipales y, entretanto, la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática atraviesa una fractura en su seno después de que cuatro de los cinco gobernadores que lograron imponerse al oficialismo se juramentaran ante la Asamblea Nacional Constituyente, pese a un acuerdo previo de la coalición de no hacerlo.

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Un fenómeno nada inusual viene ocurriendo desde hace un par de meses. Venezuela ya no se ve casi en las cadenas de televisión, tampoco en las portadas de los periódicos y rara vez se nombra en el Congreso de los Diputados. Todo esto ocurre cuando no hace tanto se podía marcar en el calendario el día en el que no se escuchaba Maduro esto o Maduro lo otro. Solo durante unas horas y, además, en primetime, cambiaron las circunstancias. La vida en el país latinoamericano volvió a las bocas de los españoles cuando el periodista Jordi Évole entrevistó a Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores. Pero no por mucho. Cataluña y la cotidianidad volvieron a la sobremesa del día siguiente.

Nicolás Maduro