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Tamara Fariñas

¿Siria... destino turístico?

Después de seis años sin presencia en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid, Siria reaparece con una nueva campaña para impulsar el turismo religioso y cultural

Foto: Campaña del Ministerio de Turismo de Siria para impulsar la llegada de viajeros al país | Foto: EFE
Campaña del Ministerio de Turismo de Siria para impulsar la llegada de viajeros al país | Foto: EFE

Quizás Damasco siga sin sonar a nombre de ciudad de vacaciones. En 2010, la industria del turismo supuso el 12% del PIB de Siria, generó más de 6.500 millones de dólares y empleaba al 11% de la población. Ese año, el país contó con más de diez millones de visitantes, entre turistas extranjeros y nacionales. Pero un año después, la revolución llegó al país: el levantamiento de parte del pueblo sirio contra el régimen de Bashar al Assad tuvo importantes, duros y rápidos efectos en la población, en la vida y, por supuesto, en el turismo. Durante el primer trimestre de 2012, Siria ingresó 12.800 millones de libras sirias (unos 180 millones de dólares del momento), muy por debajo de los 52.000 millones de libras que entraron al país gracias al turismo en el mismo periodo del año anterior, equivalente a unos mil millones de dólares, y desde luego, a años luz de los 6.500 millones de 2010.

El año 2011 fue el último que Siria tuvo presencia en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid, una de las más importantes del mundo. Ahora, seis años después, el Gobierno sirio trata de recuperar la normalidad en un país que todavía no ha conseguido presentarse como un lugar seguro, en el que todavía existen combates, y en el que todavía mueren civiles. Siria ha derrotado al 'califato' autoimpuesto por Estado Islámico, pero los bombardeos no han cesado. El pasado 10 de enero, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, recordó que tanto el Gobierno sirio como los rebeldes están obligados a distinguir entre objetivos militares y civiles: según sus datos, en lo que va de año han muerto 85 civiles en Ghuta Oriental, un enclave bajo control rebelde al este de Damasco. Aunque esto, para Siria, parece no ser una preocupación. O al menos uno muy grave. "La crisis ya está a nuestras espaldas", explica a El Confidencial Bassam Barsik, director de promoción turística del Ministerio de Turismo de Siria.

"Hemos derrotado el terrorismo y tenemos algunas pequeñas zonas en las que todavía hay terrorismo, pero en 2018 todo habrá terminado", explica Barsik en el marco de FITUR, donde el país tiene un pequeño 'stand' en el que participan, además del Ministerio de Turismo, tres turoperadoras y un equipo de artesanos. Barsik habla con calma, con cierta sonrisa y tranquilidad, de los tiempos que llegan. "Es momento de reconstruir, de rehabilitar y de recuperarnos de esta crisis", afirma.

placeholder Jabones de alepo y aceites, en el 'stand' de Siria en FITUR 2018 | Foto: T.F.
Jabones de alepo y aceites, en el 'stand' de Siria en FITUR 2018 | Foto: T.F.

En 2012, los ingresos derivados del turismo cayeron un 75,4%. De 2010 a 2016, la cifra de visitantes en el país pasó de diez a 1,3 millones. "Algunos turistas han seguido viniendo durante la crisis, pero desafortunadamente otros sectores del turismo se vieron frenados", explica el responsable de promoción turística en la feria. Ahora, la estrategia está clara: "Nos estamos centrando en el turismo religioso, islámico y cristiano, y en el cultural", señala, aunque sin recordar que el paso de Estado Islámico por el país ha provocado la destrucción, en gran medida, del milenario patrimonio cultural de Siria.

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Lo que sí deja claro es que en Siria sí hay lugar para los cristianos. "Tenemos el monasterio de Saydnaya, y el de Maaloula, donde se habla arameo, la lengua de Jesucristo", señala Barsik. El monasterio de Nuestra Señora de Saydnaya es uno de los más antiguos del mundo: ubicado a unos 35 kilómetros al norte de la capital, Damasco, Saydnaya es un lugar en el que muchos sirios no quieren pensar: aquí se encuentra una prisión militar del Gobierno de Al Assad, conocida como 'el matadero humano', término acuñado por Amnistía Internacional. "Tenemos en Siria muchos sitios de la primera era del cristianismo", recalca, recordando que Damasco ha sido punto neurálgico del cruce de religiones a lo largo de la historia. Eso sí, "los turistas no pueden ir a Raqqa, o a Deir Ezzor, porque son lugares peligrosos", recuerda.

Y a pesar de que señala que muchas zonas, como Damasco o las costas, son zonas "100% seguras", su recomendación es viajar a través de las turoperadoras. "Ellas proveerán de todo lo necesario", explica. "Por supuesto que no todos los sitios son seguros, pero los turoperadores saben qué zonas lo son y tenemos áreas que son más seguras que Madrid", añade, antes de aclarar que en los grupos turísticos "no hace falta estar acompañado por guardias de seguridad". "Sólo por el guía", agrega.

¿Viajar por libre a Siria?

"Creo que estamos tratando de promocionar el turismo de la mejor manera. Es lo mejor para nosotros porque podemos estar seguros de que los grupos están en las zonas seguras y para ellos, porque se les garantiza ver solo las zonas en las que no hay problemas", afirma. Pero sí, también se puede viajar por libre. "Pero lleva su tiempo", adelanta, porque los trámites burocráticos pueden ser largos. "Se puede venir sin turoperador, por supuesto, no hay problemas en la frontera, pero hay que solicitar el visado, que se recibe en la Embajada. Aunque insistimos en una cosa lógica: no hay que ir a los puntos calientes", repite una y otra vez. "Es lógico. Entiéndannos".

placeholder Soldados del ejército sirio con sus miembros aliados de Hizbulá durante la celebración de su victoria en las cercanías de la ciudad de Al-Boukamal en el campo de Deir Ezzor (Siria) | Foto: SANA/EFE
Soldados del ejército sirio con sus miembros aliados de Hizbulá durante la celebración de su victoria en las cercanías de la ciudad de Al-Boukamal en el campo de Deir Ezzor (Siria) | Foto: SANA/EFE

Aunque la campaña busca recuperar el interés del viajero por lugares como Palmira, reliquia única, pieza maestra de la arquitectura y el urbanismo romano y localidad de los seis lugares sirios considerados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, pero lo hace con cifras relativamente conservadoras. "En 2017 tuvimos 1,3 millones de viajeros, un 35% más que el año anterior. Para 2018 esperamos que vengan dos millones de personas, ese es nuestro objetivo". Dos millones de personas son solo una quinta parte de los viajeros que Siria recibía hace seis años, pero supondría un crecimiento de más del 50% en un solo año.

Es necesario incrementar la cooperación entre las Embajadas para emitir los visados

Para ello, en el 'stand' sirio hay tres compañías de viajes. "Pero teníamos otras cinco que querían venir y no pudieron conseguir el visado", lamenta Barsik. "Ese fue otro obstáculo, y es un problema que tenemos que abordar. Es necesario que haya más cooperación entre las Embajadas: recordad, somos Turismo, no hacemos política", subraya. "Hay que cooperar para emitir visados para profesionales", añade.

El director de promoción turística de Siria asegura que había "más de diez artesanos" que tenían intención de viajar a España para participar en FITUR, pero que solo ha podido hacerlo uno. "Solo él recibió el visado. Hemos tenido problemas con la Embajada, porque solo nos dieron permisos de viaje a algunos", apunta. Barsik es consciente de que durante los últimos años no se han emitido visados, pero no entiende cuál ha sido el problema. "Este año quizás tengan un número limitado de visados, no lo sé. Lo que sé es que más gente quería venir y no ha podido".

La Oficina de Información Diplomática (OID), por su parte, ha confirmado que hubo algún problema con la emisión de visados y que estuvo relacionado, principalmente, con los tiempos de entrega de las solicitudes. "Debido a la situación en Siria, los servicios consulares se han desplazado a las Embajadas de Beirut, El Cairo y Ankara", han explicado a este diario desde la OID. Esto dificulta el proceso de solicitud, ya que es necesario presentarse en persona en la sede consular para pedir el visado. En el caso concreto de la delegación a FITUR, "se presentó la documentación sin la antelación necesaria para hacer las gestiones". "En todo caso, desde la Embajada de Beirut, que es donde se han tramitado sus visdos, se hizo con la mayor celeridad posible para garantizar la presencia de Siria en la feria", han señalado.

Desde el Ministerio de Exteriores español, por otro lado, siguen sin modificar sus recomendaciones de viaje a Siria. "Todo el país se considera zona de riesgo, desaconsejándose todo viaje al mismo", señala en su página web. "Se recomienda que los españoles que residen en Siria abandonen el país". Para España, "ninguna zona del país está a salvo de posibles brotes de violencia, combates, bombardeos, ataques terroristas o secuestros indiscriminados", por lo que recomienda no elegir Siria como destino de viaje. Aun así, FITUR sí ha tenido un hueco para el país.

Quizás Damasco siga sin sonar a nombre de ciudad de vacaciones. En 2010, la industria del turismo supuso el 12% del PIB de Siria, generó más de 6.500 millones de dólares y empleaba al 11% de la población. Ese año, el país contó con más de diez millones de visitantes, entre turistas extranjeros y nacionales. Pero un año después, la revolución llegó al país: el levantamiento de parte del pueblo sirio contra el régimen de Bashar al Assad tuvo importantes, duros y rápidos efectos en la población, en la vida y, por supuesto, en el turismo. Durante el primer trimestre de 2012, Siria ingresó 12.800 millones de libras sirias (unos 180 millones de dólares del momento), muy por debajo de los 52.000 millones de libras que entraron al país gracias al turismo en el mismo periodo del año anterior, equivalente a unos mil millones de dólares, y desde luego, a años luz de los 6.500 millones de 2010.

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