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Pacto migratorio de la ONU: ¿oportunidad histórica o ataque a la soberanía nacional?
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Pacto migratorio de la ONU: ¿oportunidad histórica o ataque a la soberanía nacional?

Nos encontramos ante un acontecimiento único en la historia: el primer acuerdo global, un enfoque común de la migración internacional en todas sus dimensiones. Una gran oportunidad

Foto: Llegada al puerto de Motril de 90 personas de origen subsahariano rescatadas por Salvamento Marítimo. (EFE)
Llegada al puerto de Motril de 90 personas de origen subsahariano rescatadas por Salvamento Marítimo. (EFE)

Lo vivido en estos últimos días en Marruecos -la aprobación del pacto migratorio de la ONU- refuerza una mirada sobre la realidad migratoria como una de las encrucijadas más importantes de nuestra historia contemporánea. Una encrucijada vivida como una gran oportunidad de desarrollo y de recreación dentro de nuestras sociedades, pero también como un reto que plantea serios interrogantes a la convivencia y a nuestra propia manera de comprendernos como sociedad. Esto se une a las imágenes de millones de personas que se ven obligadas a dejar su hogar por situaciones de persecución, guerras, pobreza extrema o desastres naturales, entre otros.

Tomando el pulso a estos procesos, la Asamblea General de Naciones Unidas acordó en una cumbre de la ONU celebrada en septiembre de 2016, desarrollar dos Pactos Globales: un pacto sobre lo refugiados y otro para una migración segura, ordenada, regular y responsable. El primero fue presentado en el seno de las Naciones Unidas y, próximamente, los países miembros deberán adoptarlo formalmente. El segundo ha sido suscrito en una conferencia intergubernamental que está teniendo lugar este lunes y martes en Marrakech, Marruecos.

¿Qué pretende el pacto?

El Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular constituye el primer acuerdo global de la ONU sobre un enfoque común de la migración internacional en todas sus dimensiones. El pacto global no es legalmente vinculante. Se basa en los valores de la soberanía del estado, la responsabilidad compartida, la no discriminación y los derechos humanos, y reconoce que se necesita un enfoque cooperativo para optimizar los beneficios generales de la migración, al tiempo que se abordan sus riesgos y desafíos para las personas y las comunidades en los países de origen, tránsito y destino.

Para la preparación de esta cumbre se ha realizado una serie de sesiones temáticas informales, consultas regionales y con diversos organismos internacionales, gobiernos nacionales, aliados de la sociedad civil, incluyendo a organizaciones de Iglesia y expertos universitarios. El Pacto Global comprende 23 objetivos para gestionar mejor la migración a nivel local, nacional, regional y global.

Foto: La carretera de Las Norias, en El Ejido, cuenta con mayoría de negocios regentados por inmigrantes. (David Brunat)

¿Cuáles son los retos y las dificultades?

Desde algunos ámbitos, el documento ha sido criticado por acercarse a un acuerdo de mínimos, tildándolo más como un texto de respuesta más que de propuesta. Algunas personas echan en falta una determinación más clara en el compromiso por la no detención de menores pues, aunque se habla de buscar todas las formas posibles para no detenerlos, no se excluye esta posibilidad. Estos y otros elementos han sido objeto de serio debate.

En el otro extremo, algunos países ven en el documento y en alguno de sus objetivos planteados, elementos inaceptables pues interpretan que atentan contra su soberanía nacional. Desde esta perspectiva, el debate de la ratificación del Pacto Mundial parece tambalearse sobre todo cuando algunos países como Estados Unidos, Israel, Hungría, Austria, Bulgaria, Polonia, República Checa, República Dominicana, Eslovaquia y Australia se han desvinculado. En las últimas horas otros países advierten de su retirada y en otros casos, aunque lo ratificarán, están teniendo serios problemas internos, como ha sido el caso de Bélgica.

Ante este panorama, ¿Hay alguna posibilidad de que los pactos salgan adelante no solo como una firma para la galería o un brindis al sol?

placeholder Migrantes rescatados en el Estrecho desembarcan en Málaga. (Reuters)
Migrantes rescatados en el Estrecho desembarcan en Málaga. (Reuters)

¿Cuáles son las oportunidades?

Como decíamos anteriormente, nos encontramos ante un acontecimiento único en la historia, pues nos sitúa ante el primer acuerdo global de la ONU sobre un enfoque común de la migración internacional en todas sus dimensiones. Algo nunca acordado hasta la fecha. Una gran oportunidad.

Evidentemente, aunque hubiera sido deseable que el 100% de los países firmaran los Pactos, la gran comunidad internacional está de acuerdo en tener un marco común en el campo de las migraciones. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Creo que necesitamos apostar por avanzar en una respuesta común ante un reto que necesita de una mirada integral y transformadora.

Llevamos muchos años intentando dar respuestas parciales y, en algunos casos, insuficientes. Hoy vivimos una actitud defensiva, que sitúa la seguridad y el control de flujos como el eje central en el debate migratorio. Algo tremendamente interesante de los Pactos Mundiales es que ayudan a poner un marco integral a la realidad migratoria mundial, planteando las distintas dimensiones que envuelve este fenómeno, tanto en las causas que las generan, como en la gran importancia de los procesos de integración, de recreación de la identidad y de la gestión de la diversidad.

Hoy más que nunca el Pacto Mundial para la Migración segura, ordenada y regular puede ayudarnos a tener un marco global en el cual apoyarnos y construir espacios de diálogo, de cooperación y de integración, que favorezcan la cohesión social y que den respuestas reales a millones de personas que se ven obligadas a dejar su hogar, junto a otros pueblos que buscan una sociedad justa y prospera. En la implementación de estos pactos deberemos empeñar buena parte de nuestro esfuerzo y compromiso tanto a nivel intergubernamental, como en el ámbito regional y local.

*Alberto Ares es doctor en migraciones internacionales y cooperación al desarrollo. Director del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontificia Comillas y adjunto a la coordinación del Servicio Jesuita a Migrantes España.

Lo vivido en estos últimos días en Marruecos -la aprobación del pacto migratorio de la ONU- refuerza una mirada sobre la realidad migratoria como una de las encrucijadas más importantes de nuestra historia contemporánea. Una encrucijada vivida como una gran oportunidad de desarrollo y de recreación dentro de nuestras sociedades, pero también como un reto que plantea serios interrogantes a la convivencia y a nuestra propia manera de comprendernos como sociedad. Esto se une a las imágenes de millones de personas que se ven obligadas a dejar su hogar por situaciones de persecución, guerras, pobreza extrema o desastres naturales, entre otros.

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