¿Qué puede salvar a Rajoy? El himen de Leticia Sabater

Están en el PP cada vez más barones y menos dandis, nada que ver con la campaña. Si antes los veíamos frenéticos como valencianos en el aparcamiento de la Central, ahora los encontramos más serios que la camiseta del Ché. De Ernesto Guevara, que era un bruto y un cursi, decía Silvio Rodríguez aquello de la histórica altura. Histórica altura, en España, la de la hostia que se ha dado el PP en palabras de Rita Barberá, también destinada a acabar como adorno para camisetas.

Vídeo:La elocuente reacción de Barberá la noche del 24-M

La falta de imaginación y sensibilidad del PP ha llevado a España a esta situación. Hoy, cuando reciben el finiquito en ayuntamientos, diputaciones e innumerables puestecillos de enchufe, muchos afiliados al PP empiezan a preocuparse de verdad por el paro.

¿Queríamos que el PP tuviera más conciencia social? Nada como compartir con ellos los problemas de los desfavorecidos: dejarlos sin trabajo, sin llaves de los ayuntamientos. Sin embargo, para nuestro pasmo, el máximo líder sigue diciendo que aquí lo que ha faltado es piel.

¿Será un movimiento de distracción? Puede. Mientras Rajoy repite mantras, buscan los demás a toda prisa nuevas palabras, nuevos actos y puede que nuevas caras. Pero no es bueno tomar decisiones desde el despecho, que puede uno acabar en el mismo ridículo que yo cuando una novia me dijo que no me quería y le respondí llorando que la dejaba yo.

Mejor reflexionar poco y rezar, sobre todo rezar, que es lo que ha permitido a Mariano Rajoy mantenerse en la Moncloa con la contabilidad irregular de su partido al descubierto. Porque si no ha sido rezando, ¿cómo? Esto se lo preguntan muchos semilaicos dentro del PP y corren al templo a confirmarse.

Habita Rajoy en la pureza contemplativa del que no se entera de nada. Ayer decía que los resultados han sido buenos, que la culpa es de la herencia recibida. Ayer decía también que la economía mejora, de manera que hoy me recuerda al buey del santo pesebre, que seguía rumiando a su bola con el niño Jesús recién parido y el contador de los días puesto a cero.

Mejor reflexionar poco y rezar,que es lo que ha permitido a Rajoy mantenerse en la Moncloa con la contabilidad irregular del PP al descubierto

Dirán ustedes que el problema de este buey presidencial es que se desangra, herido de banderillas hasta la testuz y con otra corrida por delante, pero no vayan a cantar el gori-gori todavía. Porque yo digo que Rajoy se salva, y no me refiero sólo a la eternidad.

Ha aparecido una virgen milagrosa a la altura de las circunstancias de nuestro país de esperpento. Me estoy refiriendo a Leticia Sabater, señora estrábica de ojos pero recta de miras políticas, que pidió el voto para el PP y ahora, al día siguiente de la catástrofe, sale en la prensa para decirnos que fue a Miami a que le reconstruyeran el himen.

No me llame retorcido, señora. Yo sé que dos más Dios da cinco. ARajoy ya no se le ocurre otro recurso que la milagrería. ¿No me cree? Hagamos un repaso a la Santa Trinidad.

No pudo salvar al PP la intercesión del Espíritu Santo que pidió Aguirre el día de las elecciones, ni el Cristo que hay montado en la oposición. También fracasaron las plagas venezolanas que manda Dios Padre a Podemos, plagas que, para colmo, han beneficiado solamente al PSOE.

Son milagros que salen por la culata, pero el equipo místico del Partido Popular está dispuesto a seguir poniendo mejillas. En la mente, un dogma de fe que ayer repetía nuestro presidente: aquí lo que ha faltado es piel.

Pues bien, si la piel es el problema, Leticia Sabater ha ido a que le pongan un himen. Un poco de piel hace una virgen y las vírgenes obran milagros. Quizás incluso le ayude a Mariano a salvar el pellejo.