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Amarás a Pablo sobre todas las cosas
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Juan Soto Ivars

España is not Spain

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Amarás a Pablo sobre todas las cosas

Eso es para mí la esencia pura del chavismo: masas que salen a defender al líder y a lapidar al díscolo, gente que se cree crítica y que prefiere al político por encima del periodista

A Pablo Iglesias no le gusta que los periodistas mientan sobre Podemos, pero a veces quiere Pablo que sea verdad lo que a él le gustaría. En esta tensión entre la novela y la crónica, ha atravesado Podemos el camino que va de la nada al Congreso. A Podemos, la verdad, se le ha arreado de más en muchos medios. Son tantas las dudas...

[Lea aquí. Carta a Pablo Iglesias de un columnista a sueldo]

¿Cómo se financia, cómo funcionan sus órganos, cómo se parte en astillas provinciales y mantiene reunido el rebaño de las confluencias? ¿Cómo castiga al díscolo? ¿Cuál es la intención detrás de la sonrisa?

Con una sonrisa en los labios, ancha como la complacencia del público, Iglesias atacó a un periodista de 'El Mundo' que le ha publicado noticias críticas, falsas para Podemos. Acusó con nombres y apellidos a un periodista como marca la ley del populismo. Dijo que para medrar hay que ponerlo a caldo. Seguía sonriendo. Como en La Tuerka.

[Lea aquí: 'Las cinco bofetadas de Pablo Iglesias a los medios de comunicación']

A Iglesias le he visto el totalitarismo sonriente en sus decapitaciones, en las cuadraturas que impone a los círculos y en un rebote contra Javier Gallego

Lo que me sorprende no es eso. A Iglesias le he visto el totalitarismo sonriente en sus decapitaciones, en las cuadraturas que impone a los círculos, pero sobre todo en un rebote que tuvo contra Javier Gallego en 'Carne Cruda'. El líder creyó que Javier le haría una mamada pero al periodista le salieron los colmillos como a Drácula. Al líder no le gustó, y lo llamó el orden. No me lo esperaba de ti, Gallego. Ahí le vi el pelaje.

[Echenique templa las palabras de Iglesias]

Lo que más me sorprende es el berrido tuitero contra el periodista, prolongación del aplauso del auditorio mientras Iglesias lo señalaba. Eso es para mí la esencia pura del chavismo: masas que salen a defender al líder y a lapidar al díscolo, gente que se cree crítica y que prefiere al político por encima del periodista.

Repiten que la prensa española es mala y se vende barato unos días después de que la prensa haya derrocado a un ministro. A lo mejor fue gracias a La Tuerka. Habrá que preguntar a Pablo.

A Pablo Iglesias no le gusta que los periodistas mientan sobre Podemos, pero a veces quiere Pablo que sea verdad lo que a él le gustaría. En esta tensión entre la novela y la crónica, ha atravesado Podemos el camino que va de la nada al Congreso. A Podemos, la verdad, se le ha arreado de más en muchos medios. Son tantas las dudas...